El gobierno de China prometió una moneda estable y ponerle un piso a su desaceleración antes de la reunión de las 20 potencias económicas.   Reuters Las autoridades de China regresaron del receso del Año Nuevo Lunar con un mensaje colectivo para los inversores nerviosos en el país y el mundo: Pekín pondrá un piso a la desaceleración de la economía, mantendrá su moneda estable y evitará que el empleo se debilite incluso en momentos en que reforma a sus industrias. Las promesas han sido vertidas antes de dos eventos políticos de alto perfil para China: una reunión de ministros de Finanzas del G-20 en Shanghái a finales de este mes y la cita anual del próximo mes del Parlamento chino, donde se completará el nuevo plan quinquenal de desarrollo económico. Un desplome de las acciones chinas durante el verano boreal pasado y una devaluación inesperada del yuan en agosto sacudieron a los mercados globales, aumentando las preocupaciones sobre la salud de la segunda economía más grande del mundo. “Los fundamentos económicos de China no han cambiado”, dijo el miércoles a la prensa Zhao Chenxin, un portavoz de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China (NDRC, por su sigla en inglés), el máximo órgano de planificación económica del país. “La economía mantendrá un crecimiento de mediano a alto nivel”. “El estatus de China como el mayor tenedor mundial de reservas de divisas no ha cambiado, el superávit comercial a gran escala no ha cambiado y el progreso constante en la internacionalización del yuan se mantiene”, agregó Zhao. Aún así, el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió 6.9% en el 2015, su ritmo más lento en un cuarto de siglo, y los economistas esperan que la ralentización de la actividad se extienda este año, incluso si el Gobierno amplía su campaña de estímulos que ya lleva un año. “Creemos que el crecimiento podría ser de un 6,7 a un 6,8 por ciento este año”, dijo Xu Gao, economista jefe de China Everbright Securities en Pekín. “El riesgo de un aterrizaje forzoso podría provenir de políticas inadecuadas del Gobierno. Si las políticas son correctas, entonces el riesgo de un aterrizaje forzoso es muy pequeño”, añadió. El NDRC planea destinar 400,000 millones de yuanes (61.300 millones de dólares) para financiar proyectos de infraestructura de gobiernos locales, dijo en un comunicado una autoridad regional. La medida fue revelada tras el anuncio del banco central el martes de un programa de financiamiento para apuntalar a las industrias de China. Datos también mostraron que los bancos entregaron préstamos por un récord de 2,51 billones de yuanes en enero, muy por encima de lo que los mercados esperaban, en una señal de que Pekín buscará mantener una política monetaria expansiva.

 

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