Frente a la situación del dólar, noticias más placenteras son aquellas que escuchamos acerca del mundo del vino, ¡sobre todo si tenemos una buena copa en mano! Y es que alrededor de cada botella de vino siempre hay buenos amigos y grandes conversaciones. Así que toma asiento y charlemos un poco.   En diciembre entré a una tienda de vinos para seleccionar algunos regalos de Navidad. Mientras arreglaban las botellas con los respectivos moños, observé varias situaciones de estrés para decidir el mejor vino para cada persona. Mi alma de sommelier wine lover me llevó rápidamente a meterme en conversaciones ajenas para hacer recomendaciones. A diferencia de hace algunos años, hoy entras a una tienda y hay cada vez más opciones de vino en el anaquel. Llegas a un restaurante y, cada vez en más lugares, viene el sommelier y te orienta acerca de la bebida más adecuada para acompañar tus platillos. ¿A qué se debe todo esto? Un vistazo rápido al mercado nos deja ver que hoy es la segunda categoría de consumo después del tequila, quitando las bebidas de baja graduación alcohólica, como la cerveza y las bebidas de refresco con alcohol, que abarcan 95% del mercado, según datos del IWSR (International Wine & Spirits Report) al cierre de 2014. (Esperaremos los datos al cierre de 2015, que se publicarán próximamente.) Ésta es una breve fotografía del mercado de bebidas alcohólicas en nuestro país:
  • El tamaño del mercado es de 795 millones de litros (IWSR 2014).
  • 94% del consumo es de cerveza, oscilando entre 60 y 62 litros per cápita.
  • Se consumen 750 ml per cápita de vino (ICEX, El mercado del vino en México).
  • México, como productor de Tequila, consume 8,259,000 de litros (lo que representa 16% del mercado de bebidas alcohólicas).
  • La categoría de vino ha tenido un crecimiento constante de 8% en los últimos 8 años (IWSR 2014).
  • 1% de consumo es de vinos (6,833,000 de litros).
  • La uva más bebida en nuestro país es Tempranillo, ya que los vinos provenientes de España son los favoritos para el paladar mexicano (ICEX, El mercado del vino en México 2014).
Como podemos ver en este breve análisis, en general, el mercado del vino en México es una categoría creciente. ¿Tendencia o cultura? ¡Ambas! Históricamente, nuestro país tiene una gran trayectoria en cuanto a producción de vinos; de hecho, la primera casa vitivinícola en América, orgullosamente está en Parras, Coahuila (Hacienda de San Lorenzo, hoy Casa Madero). Sin embargo, México no había tenido una sólida cultura en cuanto a consumo de vino, tema que platicaremos en otra ocasión. Afortunadamente, el crecimiento sostenido que ha tenido durante los últimos años es una tendencia que se ha logrado gracias a las fuertes sinergias de medios de comunicación, chefs, sommeliers, importadores, restaurantes, amantes del vino y, por supuesto, las tiendas. Los mayoristas, por ejemplo, han apostado por festivales en que implementan excelentes promociones de vinos de diferentes países, acompañados con catas y actividades diversas. Mientras, las grandes superficies han creado espacios especiales (y mucho mejor acondicionados que antes) donde los vinos están exhibidos al alcance del consumidor. Tradicionalmente, España significaba para nuestro país el número uno en consumo a valor, y Chile en cuanto volumen, hasta 2014, cuando la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en México reportó el liderazgo de España tanto en volumen (16,650,955 de litros) como en valor (228,306,266 de dólares) en su estudio ICEX, El mercado del vino en México. A su vez, el vino mexicano ha subido varios escalones hasta alcanzar, hoy, el tercer puesto, por encima de Francia e Italia, que en otros años gozaban de lugares privilegiados. Esta moda, que en realidad se trata de una revaloración de nuestros productos, ha sido complementada por nuevas casas vitivinícolas, que han sumado una buena oferta de vinos para el consumidor final, además de los ya tradicionales. Ante esta situación, aquí 3 tips para unirse al mundo del vino, que, además, es sumamente divertido:
  1. Probando y aprendiendo: Hay que perder el miedo a equivocarnos al seleccionar una botella de vino. Prueba diferentes uvas, diferentes países, hasta encontrar con cuál se identifica más tu paladar.
  2. Relación precio-calidad: No podemos tomar como ley absoluta que entre más caro es el vino, mejor calidad tiene. Hay vinos con una calidad sobresaliente a precios muy razonables.
  3. Premios y reconocimientos: Conoce las casas vitivinícolas con mayor tradición (avaladas por premios y reconocimientos a nivel mundial). Generalmente, las botellas ganadoras de medallas suelen traer una calcomanía en color dorado o plateado.
Lo cierto es que debemos celebrar que en nuestro país hay varios vinos a nuestra disposición (más que en otros países), y definitivamente en 2016 iniciamos un viaje en el que será mi placer ir guiándote en este recorrido por el mundo del vino. ¡Salud!   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @AreliEntrevides Facebook: Areli EntreVides   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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