Aunque Grecia y el bloque europeo ganaron tiempo, la crisis de deuda está lejos de resolverse. Te presentamos los cuatro caminos que tienen para salir del atolladero, aunque todos tienen varios obstáculos que saltar.   Un profesor griego de economía se presentó en Zagreb, Croacia, el 14 de mayo de 2013 para dar un discurso llamado ‘Confesiones de un marxista errático en medio de una repugnante crisis europea’. “En efecto, comparto la visión de la Unión Europea como un cartel fundamentalmente antidemocrático, irracional y que ha puesto a los pueblos de Europa en el camino hacia la misantropía, el conflicto y la recesión permanente”, dijo el maestro de la Universidad de Atenas a la audiencia del Festival Subversivo, un evento anual sobre política, artes y cultura, en la capital croata. El académico es Yanis Varoufakis, actual ministro de Finanzas de Grecia y el responsable de irritar a sus pares de la zona euro. Con el triunfo del partido Syriza, el pasado 25 de enero, el primer ministro Alexis Tsipras prometió a los griegos poner fin a la austeridad impuesta por el bloque monetario. El Eurogrupo, encabezado por Alemania, no está dispuesto a ceder en las condiciones del programa de rescate, pero el pasado viernes 20, Grecia ganó tiempo cuando, de última hora, alcanzó un acuerdo para extender el  programa crediticio por cuatro meses y esquivar, por ahora, la bancarrota. Pero ni por asomo están resueltas las grandes diferencias entre el nuevo gobierno heleno y la ‘troika’, integrada por el Eurogrupo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE). Las negociaciones serán largas y espinosas. Por eso te presentamos cuatro escenarios a los que pueden llegar Grecia y la zona euro, todos llenos de varios obstáculos por vencer, por lo que ninguno se vislumbra como la solución ideal a la crisis.   Grecia (2)   1. Grecia sigue el rescate en los términos del eurogrupo Debido a la inflexibilidad de varios miembros de la zona euro, sobre todo de Alemania, en las condiciones del programa que debe seguir Grecia para continuar recibiendo financiamiento, el nuevo gobierno griego podría ceder y seguir el plan de austeridad tal como está, aunque eso puede significar su muerte política. “Creo que Alexis Tsipras no dará marcha atrás porque, si lo hace, sabe que va a incurrir en el destino de su predecesor. La prevalencia de la austeridad le costará muy cara”, dice Hari Tsoukas, profesor de Estudios de la Organización en la Warwick Business School del Reino Unido. La crisis política causada por los recortes presupuestales provocó la salida de Giorgios Papandreu como primer ministro en 2011, para dar lugar a un gobierno de coalición encabezado por Antonis Samarás, quien dejó el puesto en enero pasado tras la victoria de Syriza. El académico agrega que el gobierno griego no puede entregar lo que Alemania y sus aliados más necesitan: la credibilidad y la determinación para llevar a cabo reformas estructurales.   2. Recorte de la deuda La deuda soberana de Grecia asciende a más de 331,000 millones de euros (374,000 millones de dólares), equivalente a casi 170% de su Producto Interno Bruto (PIB). Sólo los intereses por año ascienden a 24,862 mde, es decir, cada segundo que pasa se acumulan 788 euros de interés, haciendo la deuda impagable. El pasado 25 de enero, 18 prominentes economistas, entre ellos los ganadores del Premio Nobel Joseph Stiglitz y Christopher Pissarides, pidieron en un artículo conjunto publicado por The Financial Times un nuevo recorte a la deuda griega por parte de los países tenedores y una moratoria en el pago de intereses. Incluso, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo a inicios de febrero que “no se puede seguir exprimiendo a los países que están en medio de una depresión”. Pero la respuesta de la canciller de Alemania, Angela Merkel, es rotunda: no habrá más quitas a la deuda. “Los términos para aliviar la deuda de Grecia se decidirán, en última instancia, por la política. El poder es lo que importa, y el poder está con los acreedores, no con Grecia”, opina Hari Tsoukas.   3. Intercambio de bonos El 2 de febrero, Yanis Varoufakis propuso un programa de intercambio de bonos por unos ligados al crecimiento nominal de la economía. Esto significa que se sustituiría parte de la deuda en manos de los socios europeos y se pagarían sólo si la economía griega crece. A pregunta expresa, el profesor Hari Tsoukas explica que otros países han tenido éxito con este tipo de bonos. “Es muy realista y prudente vincular los bonos de la deuda griega al crecimiento. La ventaja principal es que se comparte el riesgo en la zona euro. Costa Rica, Bulgaria y Bosnia Herzegovina han emitido valores vinculados al crecimiento en la década de los noventa, al igual que Argentina tras su default en 2002. De igual manera, México ha emitido bonos ligados a los precios del petróleo”, dice. El problema para esta alternativa es que los socios de la zona euro, principalmente Alemania, se niegan a compartir el riesgo con los países endeudados.   4. Salida de Grecia del euro A diferencia de hace dos años, la salida de Grecia del bloque monetario ya no se considera una catástrofe para la zona euro. Un reporte de Standard & Poor’s del 19 de febrero prevé que el ‘Grexit’, como se le conoce a este escenario, tendría riesgos de contagio limitados para otros países. Inclusive, el BCE estaría preparando planes de contingencia para una eventual salida. Pero un sondeo publicado el 16 de febrero por la agencia MARC a 1,000 familias griegas reveló que 81% quiere permanecer en la zona euro. Sea cual sea el camino que tomen Grecia y la zona euro, ninguno es fácil y una de las dos partes perderá más. Hari Tsoukas, del Warwick Business School, lo sintetiza así: “Nadie puede predecir lo que sucederá. Todo depende de quien ceda primero.”

 

Siguientes artículos

Alza de tasas no afectará crecimiento económico: Carstens
Por

El gobernador del banco central dijo que aunque la eventual alza de tasas no tendrá una repercusión importante sobre la...