- Sabes que tienes un fuerte ecosistema de emprendimiento cuando hay más y más startups. Falso. No hay evidencia de que el aumento del número de startups per se o la nueva formación de empresas estimula el desarrollo económico. Existe alguna evidencia de que va a la inversa, es decir, el crecimiento económico estimula la creación de nuevos negocios y nuevas empresas. Hay un patrón en México en donde vemos que el Inadem, las más de 200 incubadoras y aceleradoras están buscando crear cada vez más startups. Eso en realidad no da resultado –no es la cantidad sino la calidad–. Están lanzando todo lo que pueden al aire esperando que algo funcione. Eso no sucede. Tenemos muchos problemas que podemos resolver en México, y ahí podemos encontrar mil ideas para emprender. Debemos crear modelos de startups para seguir. Emprender es resolver problemas y convertirlos en negocio.
- Ofrecer incentivos financieros (por ejemplo, préstamos a tasa de interés especial) en la primera etapa. Las inversiones de riesgo en emprendedores estimulan claramente el ecosistema de emprendimiento. Falso. Sólo hay algunas buenas evaluaciones del impacto de los créditos fiscales casi omnipresentes. Un estudio, de uno de los más antiguos de estos procedimientos, el Enterprise Investment Scheme, comenzó en Inglaterra en 1994, y sugiere que se estimuló un aumento significativo en las inversiones pequeñas (menos de $10,000) de inversionistas sin experiencia que creyeron haber recibido peores rendimientos que otras alternativas. De hecho, la mayoría de las inversiones de capital de riesgo se encuentran en California, Nueva York, Massachusetts, e Israel, sin incentivos financieros directos.
- La creación de empleo no es el objetivo principal de fomentar un ecosistema de emprendimiento. Cierto. Porque nadie posee o representa un ecosistema de emprendimiento, no puede haber una objeción que motive a todos los actores. La motivación para el fomento del espíritu emprendedor depende enteramente de quién es el actor o parte interesada. Para los servidores públicos, la creación de empleo y los ingresos fiscales (salud fiscal) pueden ser los objetivos primarios. Para los bancos, una cartera de crédito más grande y más rentable puede ser el beneficio. Para universidades, la generación de conocimiento, la reputación y la dotación de donaciones pueden ser las ventajas. Para los emprendedores e inversionistas, la creación de riqueza puede ser el beneficio. Para las empresas, la innovación, adquisición de productos, retención del talento y desarrollo de cambio de suministro pueden ser los beneficios. Muchos interesados deben beneficiarse para que un ecosistema de emprendimiento sea autosostenible.
- Con el fin de fortalecer un ecosistema de emprendimiento regional es necesario establecer espacios de coworking y aceleradores. Falso. No hay evidencia sistemática que espacios de coworking contribuyan de manera significativa a las empresas en crecimiento. Hay muchas anécdotas de empresas de alto crecimiento en todos los segmentos que tuvieron su inicio en los aceleradores, pero también hay muchos más ejemplos, tal vez menos visibles, de empresas muy exitosas que no tuvieron uso de espacio de coworking. Algunos emprendedores consideran que espacios de coworking disminuyen su creatividad. Otros creen que la red les da acceso a información e ideas. Ya se trate de una ayuda o un obstáculo, este tipo de mecanismos de apoyo creados intencionalmente son, a lo sumo, sólo una pequeña porción de todo el ecosistema de emprendimiento, y pueden ser útiles pero no son necesarios.
- Emprendedores impulsan el ecosistema de emprendimiento. Falso. Esta es una declaración muy común, pero hay una diferencia fundamental entre ser un elemento esencial de muchos –que los emprendedores son claramente– y ser el conductor. No hay un conductor de un ecosistema de emprendimiento porque, por definición, un ecosistema es una red dinámica, autorregulada, de diferentes tipos de actores. En cada punto de acceso de emprendimiento hay conectores y personas influyentes, importantes, que pueden no ser propios emprendedores. En Boston, varios banqueros y profesores fueron catalizadores cruciales en los años 1970 y 1980. En Israel había tres o cuatro inversionistas involucrados en muchos de los primeros éxitos.
5 mitos sobre los ecosistemas de emprendimiento
Tenemos que redefinir el concepto de emprendimiento e impulsar la calidad (no la cantidad). Sólo entonces seremos capaces de acelerar la formación de un verdadero ecosistema de emprendimiento.
Por Inam Haq
Fomentar el espíritu emprendedor se ha convertido en un componente esencial del desarrollo económico de las ciudades y países en todo el mundo. La metáfora predominante para fomento del espíritu emprendedor como una estrategia de desarrollo económico es el “ecosistema de emprendimiento”. Inadem, junto con varias incubadoras, aceleradoras y fondos de capital (a quienes le da dinero), es la versión mexicana de desarrollo de un ecosistema de emprendimiento. No debería ser ninguna sorpresa; sin embargo, como cualquier idea innovadora se extiende, también nacen las ideas falsas y la mitología. Es importante hacer esto bien, porque la aparición de emprendimiento como una política económica ha sido paralela a la decepción con la política industrial y la falta de un enfoque limitado en un conjunto de condiciones macroeconómicas. Si queremos evitar la desaparición del entusiasmo por el ecosistema emprendedor, lo que necesitamos es tener una mejor comprensión de lo que el término significa realmente.