Si la intención del gobierno de Peña Nieto es recuperar la credibilidad perdida, es imprescindible que a la par de la detención del Chapo Guzmán sean resueltos problemas relevantes para la sociedad mexicana, no necesariamente ligados a la recaptura del capo.   Es la tercera vez que Joaquín Guzmán Loera, alias el Chapo, ingresa a una penitenciaría mexicana gracias a su segunda recaptura, acontecida el pasado 8 de enero. Sin embargo, hay escepticismo; no son pocos los sectores de la sociedad que aprecian la acción como un esfuerzo paupérrimo para recuperar la falta de credibilidad en la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, particularmente en un año en que serán celebradas elecciones locales. Si la intención del gobierno federal es recuperar la credibilidad perdida, es imprescindible que a la par de la detención sean resueltos una serie de asuntos relevantes. Y es que la coincidencia de la recaptura con problemas económicos, tales como un tipo de cambio que ronda los 18 pesos por dólar, así como el desplome de la Bolsa Mexicana de Valores –en niveles mínimos desde septiembre de 2015–, no hacen sino dar pie a presumir que la noticia es utilizada como cortina de humo para limpiar la imagen del gobierno actual, cuya popularidad se encuentra por los suelos.   Bloque I 1. Captura de cómplices Tras la primera fuga de Guzmán Loera en 2001, las indagaciones revelaron la participación de al menos 71 personas, entre las que se encontraban 15 funcionarios penitenciarios. Tras la segunda fuga, el número se redujo a 7 servidores públicos. Las pesquisas que se elaboren en adelante deberán precisar el número de implicados, así como la participación de los mismos. 2. Extradición Es evidente la falta de capacidad del sistema judicial mexicano para retener a Guzmán Loera, principalmente por la corrupción que impera en ella. La extradición del líder del Cártel de Sinaloa a las autoridades estadounidenses revelaría una verdadera intención por mantener preso al criminal, además de que reduciría el conflicto de intereses en las investigaciones. 3. Confiscación de bienes La identificación y el aseguramiento de bienes ligados al narcotraficante es una cuestión que debe atenderse a la brevedad para cortar sus redes de suministro financiero. El Departamento del Tesoro de EU identificó al menos 95 negocios del capo entre 2007 y 2014, 14 de las cuales han celebrado contratos con las autoridades mexicanas. 4. No sobredimensionar el ‘logro’ La recaptura del capo mexicano debe comunicarse como una reconciliación con una sociedad acostumbrada a observar actos de corrupción a diario, no como si se tratara de un logro sin precedentes. Los encargados de llevar a cabo esta actividad, bien podrían mantener un discurso más parecido a la realidad, y así replicarlo en los canales oficiales, y en los medios de comunicación masiva con los que ostentan contratos. 5. Aclarar ¿llamada anónima o acción de inteligencia? La falta de comunicación entre las instituciones gubernamentales también ha empañado la versión oficial sobre la recaptura del Chapo. Los primeros informes dados a conocer por la Secretaría de Marina revelaron que el operativo comenzó gracias a una llamada anónima. Horas después, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, informó que la recaptura es producto de seis meses de trabajo de ‘inteligencia’.   Bloque II 6. La casa blanca Si bien los actos de corrupción dados a conocer por una investigación periodística sobre la adquisición de una propiedad por parte de Peña Nieto (bautizada como la casa blanca), luego de beneficiar a un grupo constructor con contratos diversos, no es un hecho que se encuentre relacionado con la recaptura de Guzmán Loera, la aclaración de este asunto ayudaría a limpiar la imagen del mandatario. 7. Conocer el paradero de los 43 normalistas desaparecidos También como otro hecho independiente de la recaptura, pero con consecuencias sociales incluso superiores a las de la casa blanca, la aclaración del paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, dadas las inconsistencias del informe sobre ‘la verdad histórica’ y los análisis de diversos grupos científicos interdisciplinarios, ayudarían a mejorar la percepción que se tiene sobre las prioridades faranduleras del gobierno de EPN respecto a las prioridades del país.   Contacto: Twitter: @1ameth1   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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