Hay muchas razones que hacen que una persona decida (o no) comenzar un emprendimiento de negocios propio. Este artículo te dará claridad panorámica en favor de tomar una decisión tan importante, con paso firme y una sensación de mayor tranquilidad.
1. ¿Quiero tener un negocio propio, ser empresario, o convertirme en un profesionista independiente?
Muchas veces la idea de querer ser tu propio jefe es la que marca la diferencia, pero poco se piensa en lo que se quiere realmente. Esos tres ámbitos implican estructuras, caminos y responsabilidades totalmente distintas.
2. ¿Qué del convertirme en cualquiera de estas opciones es lo que quiero como fin último?
Muchas veces, el principio se da no por lo que se quiere sino por lo que no se quiere. Por ejemplo: no quiero tener jefes, no quiero que otros decidan sobre mi tiempo, no quiero… Y en este sentido observo en emprendedores jóvenes, y no tan jóvenes, confusión al respecto. También existe la creencia que éste es un camino al éxito, al dinero y a la libertad personal, y en estos ámbitos puede estar el verdadero objetivo, lo que no debe implicar que la vía para conseguirlo sea convertirse en empresario.
3. ¿Mi emprendimiento es lo suficientemente significativo para mí como para hacer todo lo necesario hasta conseguir mi meta?
Esta pregunta, con una doble intención, implica muchos precios por pagar que actualmente desconoce el nuevo emprendedor, lo que puede llevar a abandonar el emprendimiento. Si el plano significativo es sólido, lo demás será mucho más sencillo de enfrentar, pues vale la pena.
4. ¿Contemplo los escenarios de manera realista, como para generar un respaldo financiero lo suficientemente amplio para mí y mi familia, negocio o emprendimiento?
Muchas veces los emprendedores se casan con una idea de éxito seguro, por sus productos o servicios, y poco aterrizan lo que hay que hacer para conseguirlo, pues lo desconocen. La idea no es generarte miedo, sino brindarte seguridad para que des un paso firme.
5. ¿Qué requiero yo y mi negocio (diferéncialo) en estructuras y conocimientos de apoyo para concretarlo?
Este espacio es clave, pues empezar un negocio o emprendimiento propio es un terreno desconocido para muchos. Estoy seguro de que lo que puedes requerir, alguien más lo tendrá. En este sentido lo importante es que seas inteligente y aceptes qué es aquello que te hace falta, para aprenderlo o apalancarlo con terceros.
6. ¿Qué requiero yo y mi negocio (diferéncialo) en habilidades de apoyo para concretarlo?
Este ámbito es tan importante como el anterior, porque en el tema de negocios, las habilidades cuentan tanto como las estructuras; incluso existen habilidades que te permiten generar estructuras sólidas. Por ejemplo: ventas con abordaje por perfilamiento.
Previo a la pregunta 7
En la metodología que trabajo en consultorio diariamente, estructuro seis esferas de desarrollo en las que se ve implicada una empresa de cualquier nivel, negocio o emprendimiento personal:
a) Concepción
b) Aterrizaje
c) Estructura
d) Estrategia
e) Táctica y acción
f) Resultado
Esto sólo puede ser igual a concreción de objetivos o no concreción de los mismos. De ahí la séptima pregunta:
7. ¿Qué me hace falta en cada fase del proceso?
Si no es la primera vez que emprendes y abandonaste el anterior emprendimiento, ¿qué te ha detenido en otras ocasiones, que te hizo falta o que pasó?
Si no abandonaste y concretaste exitosamente, ¿qué hiciste bien que puedes repetir en esta ocasión, qué de aquella fórmula puede ser de valor ahora?
Si algo te detiene y no descubres qué es, pide apoyo, apaláncalo o delégalo, pero no lo dejes. ¡Hazlo efectivo!
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