A pesar de los esfuerzos que la compañía ha realizado para combatir la venta de productos falsificados, el gobierno chino reveló que más de 60% de lo vendido a través de la plataforma es pirata.   Por Rusell Flannery   No es ningún secreto que China, a pesar de la mejoría, tiene serios problemas con la venta de productos pirata, y que el Grupo Alibaba, su líder de comercio electrónico, ha padecido en los últimos años con productos falsificados hasta tiendas falsas. Sin embargo, los tiempos han cambiado a lo grande para la empresa de 15 años. De ser una startup fundada en la casa de su presidente Jack Ma, Alibaba puede presumir con orgullo la salida a bolsa más grande en la historia. Ma cautivó en enero a la elite mundial en Davos con los detalles de su notable progreso desde sus días de maestro inglés. Hoy en día posee una fortuna calculada por Forbes en 20,700 millones de dólares (mdd) que lo convierten en el 36º hombre más rico del mundo. Alibaba tiene a los servicios de información financiera más poderosos del mundo bombeando noticias y rumores durante todo el día sobre sus actuales y potenciales relaciones futuras, tejidas por los principales banqueros de inversión, administradores de fondos y ejecutivos de relaciones públicas. La controversia llegó hace unos días cuando el gobierno chino informó que descubrió en una encuesta que sólo 37% de los productos vendidos en un popular sitio de Alibaba eran auténticos. En mi opinión, es admirable que el gobierno de China hable de falsificaciones y que además luzca como si estuviera tratando de hacer algo al respecto. Lo que no es admirable, sin embargo, son los reportes de que las autoridades esperaron hasta después de la OPI de Alibaba para dar a conocer los resultados, los cuales, como era de esperarse, motivaron al menos una demanda colectiva contra la compañía. También se dijo que la metodología reportada por la encuesta del gobierno tenía serias deficiencias, y Alibaba criticó su enfoque. La compañía también publicó una larga lista de sus esfuerzos contra la piratería, que incluyen: *En los 23 meses transcurridos hasta noviembre del año pasado, Alibaba Group invirtió 160.7 mdd para combatir la piratería y mejorar la protección de los consumidores. *El año pasado se eliminaron más de seis millones de anuncios clasificados que infringían las políticas de Alibaba. *Alibaba multó a 131,000 vendedores el año pasado por infringir sus políticas al vender mercancía falsificada. * Alibaba ha trabajado con más de 1,000 propietarios de marcas a fin de reforzar sus procedimientos para reportar y dar de baja a vendedores de productos falsificados. El tono conciliador de una reunión entre Alibaba y el regulador del comercio electrónico del país, el viernes pasado, dejó a Alibaba con una sensación de “reinvindicación” en su disputa con las autoridades, informó el diario Shanghai Daily, citando una declaración de Alibaba y agencias de noticias. Lo que había sido descrito en un principio como un “Libro Blanco” del gobierno fue calificado más tarde por un portavoz del regulador como un documento sin fuerza legal, dijo el diario. Sea como fuere, Alibaba aún enfrenta un problema difícil que en China se conoce como “el pecado original”: las actividades de negocios que fueron toleradas durante tres décadas de auge económico del país, pero que hoy en día son inaceptables. En los últimos tiempos, Alibaba ha combatido efectivamente el gran negocio de la venta de piratería, que es menos aceptable socialmente que nunca en el país. Sin embargo, dado su gigantesco tamaño, Alibaba proyecta una larga sombra sobre un paisaje en el que continúa la venta de falsificaciones. El pecado original, o la percepción de él, no es fácil de borrar. Alibaba tiene que hacer más de lo que se ha comprometido: atacar la venta de falsificaciones entre sus vendedores; de lo contrario, de manera justa o no, la historia volverá una y otra vez a perseguir a la empresa y a sus accionistas.

 

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