La posibilidad de que Dilma Rousseff deje el cargo de presidenta en Brasil quedó en el aire, luego de que el diputado Waldir Maranhão anunciara que acogió un pedido del abogado general del Estado argumentando que hubo ‘vicios’ en el voto del mes pasado en la cámara baja a favor del impeachment contra la mandataria. El juicio contra Rousseff quedará en el limbo, debido al anuncio por parte del diputado del Partido Progresista. El 17 de abril, la cámara de Diputados de Brasil resolvió autorizar el juicio político a Rousseff por 367 votos a favor contra 137 en contra. Además, el proceso se encuentra en el Senado. Maranhão solicitó al Senado que el proceso vuelva a Diputados para ser reconsiderado en un plazo de cinco sesiones. El Senado brasileño tenía previsto votar este miércoles la petición de juicio político contra la funcionaria. Rousseff es acusada por que su gobierno maquilló cifras para balancear el déficit fiscal, pese a que el escándalo de corrupción de la estatal Petrobras ha pesado más en los medios. Brasil enfrenta su peor recesión en décadas. El Fondo Monetario Internacional prevé que su economía se contraiga -3.8% en 2016, afectada por la menor demanda de commodities en China, el endeudamiento de sus empresas y el crecimiento del desempleo. El 18 de abril, Rousseff dijo que la propuesta de juicio político para buscar su destitución (Impeachment) que avanzó en la cámara baja del Congreso es un “golpe de Estado con apariencia de proceso legal y democrático” y descartó que renuncie a su cargo, En una conferencia con periodistas, la mandataria dijo sentirse “indignada” por este proceso, en el que se acusa a su gobierno de maquillar cifras para balancear el déficit fiscal.

 

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