*Este texto se publicó originalmente el 5 de septiembre de 2016.
Arca Continental es hoy la segunda embotelladora de Coca Cola más grande de América Latina. Lo que arrancó como una operación local en el norte de México hace más de 10 años comenzó a expandirse lentamente hacia otros territorios, entre ellos Ecuador, Argentina, Perú y, más recientemente, Estados Unidos, hasta ocupar el puesto número 14 entre las empresas más valiosas de México, con un valor de mercado de 11,300 millones de dólares. Pero esa expansión comenzó con un lote de computadoras viejas y una determinación casi obstinada de avanzar cuesta arriba. Ya lo decía William Gibson, “el futuro ya está aquí, sólo que está mal distribuido”, y en pocos casos esa noción resulta más cierta que en Latinoamérica, donde las empresas como Arca, con visión y ambición, se topan con un muro: el de la escasez de infraestructura y una regulación que hace poco por promover la innovación, aún en pleno auge de la era digital. Algo tan sencillo como comprar una computadora nueva y potente puede ser todo un dolor de cabeza en Argentina, donde el gobierno obliga a cualquier marca de tecnología que desee vender sus productos en ese territorio a fabricar al menos una parte de sus componentes dentro del país, lo que encarece los productos a niveles casi prohibitivos y provoca una escasez de éstos. “Conseguir infraestructura en países como Argentina es complicado. Conseguirla rápido, lo es todavía más. En Argentina tuvimos problemas de importación de equipos debido a las leyes locales. Simplemente no había PCs en el mercado”, dice José Antonio Güereque, CTO y jefe de innovación en Arca, en entrevista con Forbes México. Lee también: Arca Continental invertirá 7,000 mdp en 2016 “Para simplificar las operaciones y bajar los costos adoptamos un esquema de operación centralizado, es decir, que todo el servicio que se brindara a los países a los que fuéramos llegando se diera desde México. En Argentina vimos que era más limitadas las opciones de soporte, así que decidimos correr las aplicaciones desde México y entregarlas a través de un software”.   Un socio al rescate El software al que se refiere Güereque permite a las empresas realizar algo denominado virtualización, que básicamente permite a una empresa crear tantas computadoras virtuales dentro de un servidor en la nube como sea necesario. Así, el poder de cómputo vive en la nube y no en cada una de las computadoras de dicha organización. La virtualización reduce no sólo la necesidad de renovar constantemente las computadoras equipos nuevos –y que éstas tengan especificaciones técnicas poderosas–, también permite dar servicio técnico de forma remota y consolida las bases de datos y la seguridad de las redes. Al final, eso significa que todo lo que se necesita es una conexión a internet y un dispositivo –puede ser una computadora de escritorio, una tablet, un smartphone o un 2 en 1– para conectarse a ella, lo que derivó en un nuevo reto para Arca en Argentina: un ancho de banda pobre. La solución provino del mismo desarrollador del software de virtualización, una empresa llamada Citrix, quien tenía una herramienta llamada Netscaler, la que “nos permitía controlar los anchos de banda con su modelo de compresión y eso se tradujo en un control de nuestras operaciones”, explica Güereque. “Conforme seguimos creciendo, Arca fue migrando a otros esquemas de servicio, así que abrimos un Call Center, que es muy sensible a los tiempos de respuesta. Antes de tener ese call center central teníamos micro centros en todas las ciudades donde operábamos. Un call center no puede caerse. Ahí Citrix nos ayudó a que el despliegue de ajustes y cambios fuera muy rápido, lo que haces es correrlo en un servidor, se replica, y no tienes que tocar las computadoras de los ejecutivos de atención”, añade el ejecutivo Güereque fue el principal impulsor de  la adopción de Citrix en Arca, “Yo he sido usuario de Citrix desde hace 18 años, y cuando llegué a Arca se le usaba en una etapa muy básica, dado que mi experiencia con sus productos había sido muy positiva buscamos apalancar más la tecnología y poder explotarla. “En realidad Citrix fue acompañando el proceso de crecimiento y expansión de Arca Continental. Arca hace 10 años era una empresa regional, operábamos en el norte de México y nuestro único negocio eran los refrescos. Con el paso del tiempo fuimos adquiriendo empresas, compramos Bocados, y entonces usamos la tecnología de Citrix para poder integrar de forma más rápida las operaciones de Bocados.” El CTO de Arca explica que después del éxito del call center abrieron un Share Services, donde centralizaron todas las nóminas de México, después todas las de Ecuador y luego las de Argentina, así, “apalancados de una tecnología central podíamos hacer desde acá el proceso de distintos países”. Esos servicios compartidos permitieron a Arca:
  1. Homologar las operaciones, ya que todas corrían sobre un mismo grupo de administración, soporte y dirección.
  2. Agilizar los procesos al correr las operaciones de forma virtualizada.
  3. Reforzar la seguridad de las transacciones.
  Seguridad, la preocupación constante La combinación de la virtualización de los servidores y la virtualización de las computadoras de escritorio hacen que todo se quede en el data center, no hay ninguna transacción que salga del data center, “eso también nos ayuda a proteger la seguridad porque aunque se despliega información en las pantallas las transacciones se realizan en un centro de datos”, explica Güereque. “La seguridad de la información en el pasado era un tema de hackers y geeks, pero hoy es un tema de negocio, de mafias y de crimen organizado. Hoy se hace dinero con temas de seguridad. Por tanto tenemos que estar cada vez más seguros. Además las operaciones dependen cada vez más de los sistemas, tenemos más dispositivos en los negocios y eso se traduce en un aumento de vulnerabilidades. Si no atacas estratégica y estructuralmente la seguridad, te puedes meter en un problema operativo muy grande.” Lee también: Arca gana premio internacional de innovación   El futuro de Arca “La innovación es una palabra muy elegante, muy chic, pero el verdadero reto es cómo aplicarla. Puedo traer a la mesa lo que quieras, tecnología satelital, nanomedicina, tú pide, pero si la innovación no produce valor a la organización ya sea hacia su cliente o hacia las operaciones internas, no sirve. En Arca no se trata de hablar de innovación, sino de cómo la empresa tiene resultados de negocio a través de la innovación”, dice categórico Güereque, y delinea tres áreas en las que ve el futuro de Arca Continental:
  1. El Big Data es uno de los pilares del área de innovación que es estratégico para Arca, al respecto ya trabaja con modelos y científicos de datos, construyendo capacidades, “pero estamos lejos de una era verbal en la que pueda preguntarle ‘cómo puedo optimizar mis inventarios o cómo afectaría mis operaciones el clima en los próximos meses’. Esa interacción aún no existe, pero va a suceder”. En este departamento, Arca se asoció con Neal Analytics (una firma especializada en Big Data con sede en Seattle), Microsoft y el ITESM.
  2. “Todo el mundo habla del IoT pero no hemos visto su potencial. Nosotros incursionamos en el IoT conectando nuestros refrigeradores, que ahora son entes independientes que cobran vida, nos dan patrones, temperatura, humedades y apertura de puertas. Pero eso es sólo la punta del iceberg.”
  3. “La realidad virtual. Nuestro sueño sería que cuando llegáramos a una tienda, con solo mirar el estante pudiéramos hacer un cálculo del inventario, eso sería brutal. Estamos lejos de ello, pero viene.”
No obstante, al final todas esas herramientas son un aspecto secundario, advierte Güereque: “La innovación es lo primero, la tecnología es sólo el habilitador.”

 

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