Cuando este dúo comenzó un sitio web especializado en arquitectura en el 2008, jamás imaginó que llegaría a ser la página más respetada en la materia a nivel mundial, ni que su labor los llevaría a conocer a Barack Obama y al Rey Abdulah. Ésta es la (improbable) historia de ArchDaily.   Quien afirme que Internet mató a la industria editorial no conoce ArchDaily. Desde su sede en Santiago de Chile, esta revista digital especializada en arquitectura es la más visitada a nivel mundial y tiene la mayor influencia en su terreno, superando a grandes publicaciones internacionales respaldadas por editoriales gigantescas y ejércitos de colaboradores, pero no sólo es popular, también es un negocio rentable. Para aquellos aficionados a las cifras, este portal, cuyo nombre original fue Plataforma de Arquitectura, recibe actualmente 7 millones de visitas mensuales, 60 millones de pageviews al mes y tiene 1.2 millones de fans en Facebook y 183,000 followers en Twitter. Sin embargo, hay métricas más tangibles de su éxito, como su influencia en la comunidad arquitectónica mundial: ArchDaily es socio exclusivo del Premio Pritzker (conocido popularmente como el Nobel de Arquitectura) desde hace tres años. Forbes México platicó con David Assael, cofundador del sitio, en el Impact Hub DF, un espacio de coworking para innovadores y emprendedores ubicado en la colonia Roma de la Ciudad de México, aprovechando su visita a nuestro país para participar en el foro de arquitectura Arquine. Durante el encuentro se habló del modelo de negocio de ArchDaily, sus objetivos, sus planes a futuro y sobre las ciudades y sus habitantes.   Los cimientos David Assael y David Basulto comenzaron el sitio web Plataforma de Arquitectura cuando cursaban la universidad. “En 2006 se hablaba mucho de que Chile estaba pasando por un muy buen momento en su arquitectura, pero no se veía en la calle. Nos preguntamos por qué ese momento no impactaba la calidad de vida de la gente de a pie”, recuerda Assael. Así, empezaron a publicar obras de conocidos suyos arquitectos, la operación empezó a crecer, se expandió a Argentina y “a principios de 2008 alguien hizo un ranking en donde estaban todos los sitios de arquitectura más famosos del mundo y el nuestro era el más visitado en castellano y el cuarto a nivel mundial.” Entusiasmado por el reconocimiento, el dueto decidió ir por el primer sitio global, así que comenzó a generar contenido en inglés y rebautizó el site como ArchDaily: “En marzo de 2008 partimos a Nueva York para presentarlo y en 2009 ya éramos el sitio más leído del mundo”, dice el chileno. La lógica detrás del sitio es sencilla, explica Assael: Cuando un arquitecto tiene un proyecto, busca obras previas similares para saber qué técnicas y qué materiales se han utilizado, esa búsqueda antes se hacía en las revistas, ahora se hace en ArchDaily. Además, las empresas que hacen productos para construcción necesitan llegar a un arquitecto y hacen un enorme esfuerzo para lograrlo, pero llegan en un mal momento, porque lo hacen cuando pueden, lo cual no necesariamente es cuando el arquitecto lo necesita, y esa importunidad puede hacer que sus esfuerzos se conviertan en spam. El negocio se deriva, entontes, de esa necesidad mutua entre el encargado de la obra y las empresas. “El arquitecto necesita la información cuando está desarrollando la obra, así que invitamos a las marcas a poner sus productos en nuestro sitio y creamos un catálogo”, al cual pueden acceder los encargados de las obras cuando realmente lo requieren. La mayor parte del contenido es enviada por los propios arquitectos, luego el equipo la procesa, la traduce y la publica, otra parte es aportada por las marcas y el resto (las noticias sobre el acontecer cotidiano del sector) es generado por el staff y los colaboradores. “Los arquitectos no ven el contenido de los productos como publicidad, porque lo necesitan, no es que las empresas los estén bombardeando. Ambas partes lo ven como un win-win. Transformamos esta deseconomía de la industria en una ventaja competitiva”, dice el cofundador.   Un negocio al alza El equipo se divierte haciendo lo que le gusta y le va bien, muy bien. Hoy, la empresa tiene poco más de 60 empleados en 9 países –más de la mitad, en su sede en Santiago de Chile–, genera ventas por unos 3 millones de dólares anuales (con un crecimiento anual de alrededor del 100%) y mira hacia la expansión. Actualmente ya tienen un equipo de ocho traductores en China, adaptando el contenido de la matriz y para el año entrante quiere abrir operaciones comerciales en ese mercado, pero también buscará enterar en Rusia, los países de la ex Unión Soviética e India. Todo, hecho por ellos solos: “Nunca hemos recibido financiamiento externo, nunca hemos levantado capital ni hemos pedido un préstamo bancario. Siempre hemos tenido números azules y nuestra expansión ha sido financiada por nosotros mismos. Para crecer no necesitamos chorros de dinero ni tampoco vendernos. Tenemos una misión a 40 años: que no se necesite de ArchDaily, que hayamos ayudado a que los ciudadanos del mundo vivan mucho mejor.” Assan, y revela parte del secreto de su éxito: “Como tenemos una escala tan grande podemos vivir de internet. Empezamos a hacerlo hace siete años, a la par de muchas otras personas, otros empresarios jóvenes en internet, y ahora no existe casi ninguno, muchos tuvieron que darle la vuelta a su modelo de negocios y ahora hacen consultoría, servicios vinculados a lo que hacían antes y ocupan internet como una plataforma de marketing, pero no creo que ésa sea la esencia de internet, que te da economía de escala, y si no la usas, una consultoría no la puedes escalar”, advierte. En 2008 abrieron el sitio en inglés, en 2011, la versión en portugués dedicada a Brasil, y en 2012 comenzaron operaciones en México (donde ya tienen 300,000 visitas y 1.5 millones de pageviews mensuales). ¿Suerte? Sí, David reconoce que son afortunados, pero también enfatiza que el éxito de ArchDaily es producto del trabajo duro: “Ésta ha sido una ardua labor 24/7 durante muchos años.” En 2009 Assael y Assael y Basulto fueron dos de los 3,000 invitados del Rey Abdulah de Arabia Saudita a la inauguración de su King Abdullah University of Science and Technology (KAUST), un centro de investigación que muchos consideran el MIT del mundo árabe. Eso fue en 2009. A partir de entonces todo ha sido como una película. “Hemos estado con Obama en la Casa Blanca hasta con el Rey de España tomando té en su casa, el presidente de Israel (varias veces), hemos dado charlas en Harvard y en la Universidad de Beijing, pasando por muchos países de Europa y América Latina.” Hace mucho que superaron a Architectural Record, una publicación que cuenta con el respaldo de McGraw Hill y que edita 120,000 ejemplares impresos. “Sin darnos cuenta los pasamos a todos”, rememora David. “Llegó World Architecture News (el sitio más influyente en Europa) a nuestras oficinas de Santiago a querer comprarnos, pero ellos iban bajando y nosotros subiendo, así que no tenía mucho sentido.” Los planes para 2014: reorganizar su base de datos para recategorizar las entre 250,000 y 300,000 imágenes y planimetrías correspondientes a los más de 20,000 proyectos publicados, de forma que los usuarios puedan acceder a ellos filtrándolos por país, autor o materiales, por ejemplo. Además, buscan ampliar sus operaciones comerciales en Estados Unidos, Colombia, Brasil y apurar el crecimiento comercial en Europa.
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El Centro Cultural Elena Garro, una obra de Fernanda Canales + arquitectura 911sc, ganó el premio Obra del Año 2014, de Arch Daily. Foto: Jaime Navarro.

  China y la muerte del sueño americano ¿Por qué entrar a China? Assael explica que 2008 fue el año en el que empezó a vivir más gente en ciudades que en el campo. Este proceso se empieza a acelerar, hay 3,300 millones de personas en ciudades, pero para el 2050 esa cifra se duplicará a 6,600 millones. “Eso quiere decir que tendremos que construir lo mismo que se ha construido en los últimos 3,000 años, pero en 40. Ésa es responsabilidad de arquitectos, cuya mayoría está concentrada en América y Estados Unidos, sin embargo la expansión va a ocurrir en Asia, África y una parte en Latinoamérica. Por un lado están los recursos y en otro están las necesidades.” “Nuestro rol lo entendemos como el de ayudar a que esa urbanización se dé de la mejor manera, a que los arquitectos hagan bien su trabajo. Si no lo hacen porque no tienen tiempo o porque están haciendo copypaste habrá mala calidad de vida para mucha gente.” Al pedirle que mencione algunas de sus ciudades favoritas David elude dar nombres. “Me gustan las ciudades que ponen a sus habitantes en el centro de su crecimiento. El sueño americano de los suburbanos fracasó, la gente empezó a volver al centro porque resultaba muy caro desplazarse. Pero la noticia no ha llegado a los países latinoamericanos, al tercer mundo. Hay algunos lugares que empiezan a preguntarse cómo hacer ciudades para el peatón, cómo fomentar el uso la bicicleta, muchas cosas con un fin último: cómo hacer un mejor uso de tu tiempo, porque pasarte dos horas en el tráfico.” De acuerdo con el arquitecto, una ciudad se compone de dos partes: la parte objetiva (contaminación, precio del suelo, transporte, etcétera) y la parte subjetiva, la que tiene que ver con nuestra percepción de cómo es la ciudad. Así, si la Ciudad de México tiene 21 millones de habitantes, “entonces hay 21 millones de ciudades, porque tu ciudad está compuesta del lugar en el que te levantas, donde trabajas y donde te mueves, el resto no te importa, te afecta muy poco. Y eso puedes cambiarlo, puedes vivir en un excelente lugar, trabajar en un excelente lugar, tener un muy buen recorrido y vivir en una muy buena ciudad.” Como una forma de promover la noción de comunidad, desde el 2008, ArchDaily hace entrega anual del premio a la Obra del Año (ODA), seleccionando entre todos los proyectos publicados a lo largo del año y sometiendo a votación a los candidatos entre sus lectores. Este año, el ganador fue para el Centro Cultural Elena Garro (Fernanda Canales + arquitectura 911sc, México).   Otra América, una emprendedora, es posible “Tenemos una responsabilidad social, pero también una responsabilidad muy grande con los emprendedores latinoamericanos, nos sentimos orgullosos de demostrar que se puede hacer una empresa multinacional desde Latam con las herramientas que tenemos, con Internet. Creo que podemos empezar a ver más a la región, no sólo a Mark Zuckerberg, que está en EU apoyado por no sé cuántos fondos de inversión. Se pueden hacer empresas desde Latinoamérica, sustentables, crecientes, el promedio de edad de las personas que trabajan en ArchDaily es de 28 años, en nuestra matriz tenemos una oficina con alberca, yoga, lo pasamos increíble, nos va bien. Se puede.” Si quieren conocer un poco más sobre la empresa, échenle un ojo a este video:

 

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