“Emprender es como la diabetes: lo traes y se te dispara en un momento de la vida”, dice Pablo González Cid, CEO y fundador de Café Punta del Cielo. Conoce su historia.       Hola, amigos lectores. En esta ocasión les contaré de un emprendedor digno de seguir y que es ejemplo de perseverancia: Pablo González Cid, amigo mío desde 1998, cuando era yo parte del comité directivo de Grupo Posadas y se pudo colocar su café en estos hoteles. De esto hace 14 o 15 años. Desde entonces, aprecio su amistad, pues es emprendedor, amante del café y de las motos… Debo comentar que Pablo es un apasionado defensor de su patria. Ha trabajado con empeño para borrar las imágenes negativas de México y está convencido de que el país se moderniza y avanza, gracias al compromiso y trabajo de su gente. Algunas veces le he pedido que documente su historia de éxito para compartir su experiencia. Su espíritu emprendedor nació con un accidente de tránsito, como veremos más adelante. Hablamos con él y nos ofreció un resumen de las conferencias que imparte a diversas empresas que lo contratan como un ejemplo de cómo ser un emprendedor en México. Aprovecho para agradecer a Pablo por compartirnos estos párrafos de sus conferencias, entrevistas y reportajes que le han hecho.   Les cuento de Pablo… Una novia le decía que “cuando el café supiera a lo que huele, sería un éxito”. Con esa frase en mente y con sólo 19 años de edad, Pablo –CEO y fundador de Café Punta del Cielo– se dio a la tarea de envasar café recién tostado, pero conservando su aroma y su sabor. Al principio, empezó a envasar el café en latas y bolsas, las cuales reventaban debido a los gases que el producto generaba. Tiempo después, un amigo le aconsejó que probara con latas de aceite de coche, que son más resistentes en comparación con una lata convencional. Siguió el consejo y contactó a una empresa que le regaló 100 latas para sus experimentos.   Los fracasos nunca impiden seguir adelante Consideró la idea de ponerle un resorte a la tapa como si fuera un juguete, para evitar que ésta volara al abrirla. Se acercó a un tío suyo que era químico y a un amigo que trabajaba en una fábrica de enlatados, con quienes hizo pruebas durante cinco años, hasta que lo logró. “Yo no tenía 10 millones de pesos para el desarrollo de esta tecnología; la pasión era la que me movía y el reto de conseguir el éxito a como diera lugar”, cuenta González Cid. Así lo logró y ahora es el fundador de Café Punta del Cielo, una de las cadenas de cafeterías más reconocidas en México, con más de 200 sucursales en territorio nacional y dos más en el extranjero, una en España y otra en Hong Kong, con productos únicos como latas de café envasado y otras innovaciones que creó con el tiempo.   “Emprender es como la diabetes” El emprendedurismo lo llevó a dejar la universidad donde cursaba la licenciatura en administración de empresas y abandonó su trabajo en una casa de bolsa para dedicarse de lleno a hacer negocios. Pablo afirma que cuando empezó por ese camino no había incubadoras ni aceleradoras, y él ni siquiera sabía qué significaba la palabra emprendedor. “Yo digo que emprender es como la diabetes: lo traes y se te dispara en un momento de la vida. Así es el emprendedor real”, afirma. En su caso, su espíritu emprendedor “se disparó” con un accidente automovilístico, cuando tuvo que asumir la responsabilidad de pagar por los daños causados y sin grandes cantidades en el bolsillo, de modo que buscó nuevas fuentes de ingresos. Así se asoció con un amigo para arrancar una comercializadora de pescado y mariscos frescos. Esa experiencia “me abrió los ojos: ganaba 20 veces más y era el dueño de mi tiempo. Fue cuando me dije: esto es realmente lo mío”, dice.   La pasión por aprender e innovar A la par de vender pescado, Pablo se involucró en el mundo del café. Lo hicieron a través del negocio de sus padres, quienes invirtieron en una franquicia de cafeterías Gloria Jeans. Llegaron a tener siete sucursales. “El café prendió en mí un switch que me apasionó y cambió mi vida.” Al percatarse de que la industria del café en México tenía potencial de desarrollo, Pablo visitó fincas cafetaleras en el país, viajó a Brasil y Costa Rica, tomó cursos en Estados Unidos y Europa. En la feria internacional del Espresso en Venecia conoció los ‘pods’, pequeñas cápsulas de papel filtro con la cantidad exacta de café para hacer un espresso perfecto. Tras su regreso a México, desarrolló y patentó sus propios “espresso pods”, de los cuales hasta la fecha es el único fabricante en el país. También creó bebidas a base de café enlatadas y la antes mencionada lata con válvula de aire para conservar el aroma del café recién tostado. Al mismo tiempo, publicó un libro especializado en café. Todos estos desarrollos le hicieron pensar que estaba en buen momento para abrir tiendas con un nuevo concepto de café mexicano, y es así como surge la primera sucursal de Punta del Cielo.   La innovación es la diferencia “Hay mucha diferencia entre gente que pone un negocio y quienes son emprendedores. Yo siempre he dicho que para ser emprendedor tiene que haber un factor de innovación”, afirma. Café Punta del Cielo nace con un concepto que va más allá de una simple cafetería. Pablo ve al mercado como un triángulo para las bolas de billar en el que las empresas grandes como Sara Lee, Nestlé y Kraft, representan esas bolas. Como emprendedor, él busca que su empresa cubra los pequeños espacios entre las bolas y que están desatendidos. Pablo afirma que el éxito de sus empresas no proviene de un plan de negocios, sino de contar con los mejores colaboradores. “Yo no acabé la carrera. No soy bueno en contabilidad ni en finanzas o en cuestiones fiscales. Como emprendedor, siempre ves hacia adelante y necesitas un buen equipo que te vaya cuidando las espaldas”, comenta “Nosotros nos hemos dedicado a competir con los grandes y hace dos años inauguramos nuestra primera tienda en Madrid, la cual ha funcionado muy bien, y estamos por abrir la segunda”. Este año, Café Punta del Cielo abrió su primera tienda en Hong Kong, en donde había que competir con la cultura del té, muy arraigada en esa latitud. La oportunidad radicó en que lo occidental se pone de moda en esas culturas, aunque la población de más de 45 años aún prefiere el té. “Sabemos que el mercado del café crecerá en esos países, y es el momento de empezar a sembrar. La tienda ofrece sólo el mejor café de México. Hay poca cultura del café en China –un poco menos de la que hay en nuestro país, en el que se consume un kilo per cápita al año–, pero los chinos ya empiezan a asociar al buen café con México”, dice.   Espero que esta lectura les de ánimo y más fortaleza para confiar en sí mismos para emprender, innovar y crear. Ahora que conocen la historia de Pablo, mente maestra detrás de la marca, checa la siguiente información sobre la 3a edición del Punta del Cielo Challenge 2013, un llamado al emprendimiento e innovación, dirigido a alumnos de diferentes universidades de México. Aquí te dejamos el link con toda la información de la convocatoria, bases, registro, premios y ediciones pasadas. ¡Inscríbete! La próxima semana… Les platicaré de mi experiencia con el doctor Carlos Kasuga Osaka, CEO de Yakult y un apasionado de México Hasta la próxima. Y, como cada semana, espero sus amables comentarios de esta experiencia de vida que han leído.     Contacto: www.speakersmexico.com FB: speakers mexico TW: @speakersmexico Correo: [email protected]

 

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