Los atletas respaldan 62 alimentos según un estudio, entre ellos hamburguesas, galletas y cereales. 49 tenían alto contenido calórico y bajo valor nutricional.   Reuters   Cuando LeBron James, la estrella de Miami Heat, no está encestando, está ocupado en vender gaseosas, bebidas deportivas y comida rápida. Pero James no está solo. En un nuevo estudio, muchos de los mejores atletas de Estados Unidos, desde Peyton Manning hasta Serena Williams, se dedicaban a promover en la televisión comidas y bebidas que no siempre eran muy saludables. “Vemos a estas personas, que obviamente (alcanzaron los máximos) logros deportivos, tienen un estilo de vida saludable, y están respaldando estos alimentos. Y eso les otorga una suerte de cualidad saludable a esos productos que no merecen”, indicó Emma Boyland, de la Universidad de Liverpool (Reino Unido). “El mensaje se está confundiendo”, agregó Boyland, especialista en marketing y elecciones alimentarias infantiles que no participó del estudio. El equipo de Marie Bragg, del Centro Rudd de Políticas Alimentarias y Obesidad de Yale University (New Haven, Connecticut), compiló una lista de publicidades de los 100 mejores atletas. En el 2010, esos atletas publicitaron unas 512 marcas. Alrededor de una cuarta parte era de alimentos sólidos y bebidas. Los atletas respaldaron 62 alimentos, entre ellos hamburguesas, galletas y cereales. De esos 62 productos 49 tenían alto contenido calórico y bajo valor nutricional. Hicieron lo mismo con 46 bebidas deportivas, gaseosas y otras bebidas. En 43 casos todas las calorías que aportaban provenían del azúcar agregado, según publica el equipo que elaboró el estudio en Pediatrics. “Lo que nos llamó la atención fue la impactante ironía de que los atletas con mayor aptitud física del mundo estén promoviendo el consumo de esos productos”, dijo Bragg. De acuerdo a datos de teleaudiencia, el equipo de Bragg halló que los adolescentes veían más los avisos publicitarios con atletas en televisión que los adultos. “Sabemos que en los niños y (los adolescentes) influye ese tipo de mensajes”, indicó Boyland. “Sabemos que influye en los alimentos que eligen consumir”, agregó. Pero para el equipo queda claro también que esas estrategias de venta funcionan. La prueba es que las empresas les pagan a los atletas millones para publicitar un producto. Bragg recomendó a los padres que presten atención a esos productos, muchos de los cuales están dirigidos a los niños con una calidad nutricional cuestionable. “Que sean atletas no significa que lo que publicitan sea saludable”, agregó. La especialista señaló que limitar la exposición de los niños a la televisión ayudaría a reducir la influencia publicitaria en las preferencias alimentarias de los niños. Kathleen Keller, de Pennsylvania State University, University Park, recomendó también que los padres les expliquen a sus hijos cómo actúa la publicidad, ya que ellos pueden verla en todos lados.

 

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