Toyota, Honda, Nissan y Mazda deberán retirar millones de automóviles por fallas en las bolsas de aire, pues no se desplegaban correctamente debido a un problema en el sistema utilizado. Las empresas aseguran que esto representará enormes pérdidas.   Reuters TOKIO.-  El jueves se dio a conocer que “cuatro automotrices japonesas, incluyendo Toyota Motor Corp y Honda Motor, retirarán un total de 3.4 millones de vehículos, debido a bolsas de aire defectuosas suministrados por el fabricante de partes Takata Corp”. Takata también ha sumistrado los airbags defectuosos a fabricantes de autos extranjeros, dijo Toyohiro Hishikawa, portavoz del fabricante de componentes, que declinó identificar a las otras marcas afectadas. Las acciones de la empresa cayeron casi un 10% el jueves. El llamado a reparación de los vehículos, el más numeroso desde que Toyota retiró más de 7 millones de autos en octubre pasado destaca el riesgo de un enorme problema en la cadena de suministro global a medida que las automotrices tercerizan la producción de partes para reducir costos. A nivel global, la mayor automotriz por ventas del mundo está retirando unos 1.73 millones de vehículos producidos entre noviembre del 2000 y marzo del 2004, incluyendo 580,000 autos en América del Norte y 490,000 vehículos en Europa. “Algunos airbags del asiento frontal podrían no desplegarse adecuadamente debido a un problema en el sistema usado para que el dispositivo se infle en caso de un impacto”, dijo el portavoz de Toyota Ryo Sakai. Honda retirará cerca de 1.14 millones de vehículos a nivel mundial, mientras que Nissan Motor Co retirará cerca de 480,000, por su parte Mazda Motor Corp retirará unos 45,500 autos. Takata suministra airbags y cinturones de seguridad a grandes automotrices como Daimler AG y Ford Motor Co, así como a marcas japonesas. Un segundo portavoz de Takata, Hideyuki Matsumoto, dijo que “el defecto fue causado por problemas en el proceso de fabricación”. “No hay heridos o muertos vinculados con los airbags defectuosos”, dijo Toyota. “Toyota cambiará los dispositivos de inflado defectuosos por unos nuevos, una reparación que tardaría una a dos horas y media en la mayoría de los modelos” dijo Sakai. Declinó comentar los costos relacionados al retiro. “Los dispositivos de inflado en sí mismos no son caros, pero hay un costo asociado a cubrir las horas que se destinarán a solucionar el problema”, dijo Kohei Takahashi, analista del sector automotriz de J.P. Morgan en Japón.  

 

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