Los miembros del bloque se reúnen este 14 y 15 de marzo para evaluar avances, pero no se esperan soluciones definitivas para garantizar la supervivencia del euro.   Los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) celebran este 14 y 15 de marzo en Bruselas la reunión del Consejo Europeo. Por primera vez desde hace mucho, los mercados dan un respiro al bloque, aunque el pesimismo sobre la viabilidad del euro permanece. Los temas a tratar en la reunión del consejo serán la evaluación de los avances en política económica, presupuestaria y de empleo. Pero el bloque sigue teniendo diferencias profundas sobre cómo estimular la economía sin descuidar la austeridad. “El tema del euro es complejo debido a que no existe una política económica o fiscal común, la popularidad del proyecto es fluctuante y el impacto de esta divisa sobre la competitividad y productividad relativa ha tenido un efecto devastador para muchos de sus participantes”, indicó Lars Seier Christensen, co-fundador y CEO de Saxo Bank, en un análisis. El directivo indica que las diferencias entre los miembros se han hecho más grandes desde que los estados periféricos, como Grecia, España y Portugal han perdido competitividad mientras que Alemania, la economía más fuerte de la Unión Europea, se ha beneficiado de la situación. La viabilidad del euro se sostiene desde julio del año pasado cuando Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) se comprometió a hacer “todo lo posible” para salvar la moneda. Esta promesa consiste en que la institución compre deuda para reducir las presiones de finaciamiento de los países, algo a lo que Alemania se opone rotundamente. Pero desde entonces, no se ve otra solución para el bloque y continúa la evaluación periódica de los avances en las medidas de austeridad y estabilización. Otra prioridad en la cumbre de Bruselas es el desempleo. Actualmente, 19 millones de personas en toda la Unión Europea se encuentran sin trabajo, de acuerdo con datos de Eurostat, y la creación de empleos durante el último trimestre de 2012 fue nula, a excepción de Alemania. El Consejo Europeo adelantó también que los efectos sociales de la crisis es un tema que tratarán en esta reunión, la segunda del año. En especial, preocupa el pesimismo sobre la viabilidad del euro, pero tampoco se esperan acuerdos que renueven la confianza en la moneda, de acuerdo con Seier Christensen, de Saxo Bank. “Se esperan arreglos cortoplacistas que se presentarán como grandes logros y soluciones, un mayor debilitamiento de la solidez monetaria de la zona euro y retrocesos frecuentes como consecuencia del duro golpe que nos marca la realidad”. Para el directivo, entre más rápida sea la aceptación de la realidad, será mejor para Europa, aunque signifique la disolución del bloque monetario: “Finalmente, el euro deberá irse y todo el dinero que hoy se gasta en acuerdos para ‘prolongar y pretender’ estaría mejor aprovechado si se utilizara para eliminar la divisa en forma bien estructurada y cuidadosamente planificada”.

 

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