Por primera vez desde el 2009, el Banco de Inglaterra (BOE) decidió recortar un cuarto de punto su tasa de interés hasta un mínimo histórico del 0.25%, además anunció que relanzará su programa de compra de bonos públicos, el cual mantenía en suspenso desde 2012. Con esta última medida, el banco central comprará 60,000 millones de libras esterlinas en deuda del gobierno, con el objetivo de reducir el impacto de la decisión de los votantes británicos de abandonar la Unión Europea. Su decisión de política monetaria, esperada por el mercado desde su reunión anterior, se da luego de que los datos macroecómicos publicados en las últimas fechas comienzan a reflejar los primeros efectos del Brexit y que analistas prevén que la economía británica podría entrar en recesión en la segunda mitad del año. Lee también: Peso recupera terreno tras anuncio del Banco de Inglaterra El BOE dijo que espera que la economía se estanque durante el resto del 2016 y que registre un débil crecimiento económico durante el próximo año. También lanzó dos nuevos esquemas: uno para adquirir 10,000 millones de libras en bonos corporativos con grado de inversión y otro -que podría alcanzar los 100,000 millones- para garantizar que los bancos sigan ofreciendo créditos. El banco central inglés subió además el objetivo global del programa de compras de bonos públicos a 435,000 millones de libras desde los 375,000 millones alcanzados a finales de 2012. En conferencia de prensa posterior al anuncio de política monetaria, el gobernador del BOE, Mark Carney, señaló que el Brexit marcó un “cambio de régimen” para la economía y que ajustarse a esta nueva realidad sería difícil. La política monetaria no puede por sí sola compensar inmediata o completamente el impacto de la votación por el Brexit, apuntó Carney.

 

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