La  directora del organismo financiero señaló que las preocupaciones respecto a que la Fed retire su apoyo habían golpeado a los mercados emergentes en los últimos meses.   Reuters   Los bancos centrales en Europa, Estados Unidos y Japón no tienen ninguna necesidad de apresurarse por salir de las políticas monetarias ultra laxas que han implementado para impulsar el crecimiento, precisó Christine Lagarde, directora  del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero en declaraciones preparadas en el simposio anual de políticas de Jackson Hole de la Reserva Federal de Estados Unidos, dijo también que los bancos centrales deben trabajar unos con otros para minimizar el efecto secundario de cualquier retiro de la política expansiva que pudiera sofocar el crecimiento. “Las políticas y la coordinación de la política no están aún en donde deben estar. No actuar a nivel global, con cada país desempeñando su parte, podría poner en riesgo a la recuperación global”, dijo. Los bancos centrales en todo el mundo están asistiendo a la conferencia anual organizada por el Banco de la Reserva Federal de Kansas City en el Parque Nacional Grand Teton de Wyoming. Lagarde, hablando durante el almuerzo en la primera jornada de una reunión de dos días, señaló que las preocupaciones respecto a que la Fed retire su apoyo habían golpeado a los mercados emergentes recientemente. Pero dijo que la salida sería un proceso más lento de lo “temido”. “Yo no sugiero una carrera hacia la salida. La Política Monetaria No convencional (UMP, por sus siglas en inglés) es aún necesaria en todos los lugares en las que está siendo utilizada, aunque más tiempo para algunos que para otros. En Europa, por ejemplo, hay bastante más millas para ganar de la UMP. En Japón también, la salida está muy probablemente bien lejos”, apuntó. La Fed prevé recortar las compras mensuales de bonos durante este año. Pero en junio generó violentas oscilaciones en los mercados financieros globales sólo al hablar de disminuir su campaña del denominado alivio cuantitativo. Sin embargo, Lagarde dijo que no existía ninguna razón para que los bancos centrales no puedan manejar su salida con el mismo éxito con que habían lanzando las políticas no convencionales en medio de la crisis financiera. Estas medidas incluyen el pronóstico de la tasa de interés a futuro y el alivio cuantitativo y fueron adoptadas luego de que los bancos redujeron las tasas a casi cero para proteger sus economías de una severa recesión provocada por el colapso de la burbuja en el mercado inmobiliario de Estados Unidos. Cuando la Fed, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón comiencen a normalizar las políticas, las economías emergentes que han experimentado masivas entrada de capital como consecuencia de sus tasas de interés ultra bajas tendrán que tomar medidas para prepararse. “La flexibilidad de los tipos de cambio ayudarán, pero no a cualquier costo. Alguna intervención de mercado podría ayudar a moderar la volatilidad del tipo de cambio o presiones de liquidez a corto plazo”, dijo.

 

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