El presidente del banco central de Argentina, Juan Carlos Fábrega, renunció el miércoles después de meses de tensiones con el gobierno. Reuters El presidente del banco central de Argentina, Juan Carlos Fábrega, renunció el miércoles después de meses de tensiones con el Gobierno y mientras el país sufre una de las mayores tasas de inflación del mundo. Fábrega será sucedido por Alejandro Vanoli, dijo el portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro. El funcionario se venía desempeñando como jefe de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que regula los mercados, y es considerado mucho más afín a las políticas intervencionistas de la presidenta Cristina Fernández. Los rumores de la renuncia de Fábrega hicieron desplomar a la bolsa de Buenos Aires incluso antes de que la noticia fuera anunciada oficialmente. De acuerdo con medios locales, el saliente economista ortodoxo tenía una tensa relación con el ministro de Economía, Axel Kicillof, que es partidario de la expansión monetaria para fomentar el crecimiento. Esa política, según críticos del Gobierno, es la que alimenta la elevada inflación del país. Fábrega ya había presentado su renuncia en otras ocasiones a Fernández, que no la había aceptado, según fuentes del mercado. “No es una buena señal”, dijo Alberto Ramos, analista de Goldman Sachs. “Fábrega era percibido como una voz moderadora y alguien que realmente entendía las dinámicas del mercado financiero”. Ahora el nuevo presidente de la autoridad monetaria deberá tomar las riendas en medio de un estancamiento económico y una constante caída de las reservas internacionales, que están en mínimos de seis meses. A pesar de que el banco central es una entidad autárquica, sus reservas han sido usadas por el Gobierno para pagar deuda internacional y para solventar al Tesoro, algo permitido por una reforma en la carta orgánica de la entidad del 2012. La presidenta Fernández ha lanzado nuevas medidas intervencionistas en los últimos meses, lo que intensificó la salida de capitales. “Parece muy improbable que (Vanoli) ponga resistencia a financiar gasto fiscal o a mantener las tasas de interés bajas. Probablemente buscará incrementar las presiones sobre los bancos y casas de cambio para contener las crecientes presiones sobre la moneda”, opinó en un reporte el analista Daniel Kerner de Eurasia Group. Vanoli tiene por delante el reto de ganar la confianza de los mercados financieros.

 

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