Carstens reconoció que en la junta de Gobierno hay distintas opiniones sobre si subir la tasa de referencia, actualmente en 3.0%, antes de que la Reserva Federal estadounidense mueva la suya.   Reuters El jefe del banco central de México (Banxico), Agustín Carstens, dijo el pasado domingo en Washington que la institución evalúa los datos de la economía conjuntamente con la debilidad que enfrenta la moneda para determinar una posible alza de la tasa de referencia. El peso mexicano tocó el mes pasado su mínimo nivel histórico frente al dólar, debilitado por una caída de los precios del crudo y temores de que tasas más altas en Estados Unidos lleven a los inversionistas a vender sus activos en los mercados emergentes. Carstens dijo que, por ahora, funcionarios de la segunda economía latinoamericana están limitados a mecanismos de intervención basados en el mercado para sostener al “subvaluado” peso y que es importante que la política fiscal, monetaria y cambiaria vayan juntas. “Estaremos atentos a la política monetaria de los Estados Unidos y al tipo de cambio, pero al mismo tiempo tenemos que estar atentos también a la situación de la economía local con la brecha del producto negativa”, dijo Carstens en el marco de las conferencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial. Carstens reconoció que en la junta de Gobierno del banco central hay distintas opiniones sobre si subir la tasa de referencia, actualmente en 3.0%, antes de que la Reserva Federal estadounidense mueva la suya y señaló que la entidad se guiará por los datos de la economía. “A medida que pase el tiempo tendremos más información que ciertamente orientará nuestra decisión y se reflejará en nuestras decisiones”, agregó. Por ahora, el peso débil no ha tenido mayor impacto sobre la inflación, que llegó a 3.14% anual el mes pasado. “Lo que trataremos de lograr es contener el impacto (de la esperada alza de tasas de Estados Unidos) de manera que esa consolidación de 3% (la meta de inflación) esté asegurada”, explicó el funcionario. El Banco de México (central) decidirá en la segunda mitad de mayo si recorta su pronóstico de crecimiento para este año, que ya fue rebajado a un rango de 2.5% y 3.5% en febrero, informó Carstens. Respecto a la política fiscal, Carstens dijo que los recortes al gasto anunciados por el Gobierno para 2015 y 2016 deberían ser suficientes para controlar el déficit fiscal, bajo presión debido a que la caída de los ingresos por petróleo han dañado las finanzas del Gobierno. Una tercera parte del presupuesto gubernamental es financiado con estos ingresos.

 

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