En 2014, Amazon no ha hecho otra cosa que caer en la bolsa. Sacrificar las ganancias en el corto plazo por la promesa de una recompensa cuantiosa en el futuro ya no aplica en el mundo de Alibaba.   Por Steve Schaefer   Las acciones de Amazon colapsaron el viernes pasado, cayendo 8.2% a 287.63 dólares luego de que el gigante minorista registrara una pérdida más grande que la pronosticada por Wall Street para el tercer trimestre, a pesar de reportar un crecimiento de 20% en sus ventas. Ese tropiezo provocó una reducción de 2,000 millones de dólares (mdd) en la fortuna de Jeff Bezos, de acuerdo con el listado en tiempo real Forbes 400. Las acciones de Amazon han bajado casi 27% en el año, frente a una ganancia de 12% para el S&P 500 y una de 14% para el Nasdaq. El retroceso renueva las preguntas acerca de si los inversionistas aún tienen paciencia para la estrategia de Bezos de invertir agresivamente a expensas de las ganancias. Los defensores argumentan que el enfoque de inversión de Amazon pagará con creces en el futuro, y que los inversionistas que puedan tolerar la estrategia de Bezos serán recompensados con creces. Robert Peck, del SunTrust, brinda todo su apoyo a Amazon, argumentando que enfocarse en las pérdidas impide ver la imagen completa. Peck redujo su precio objetivo a 360 dólares desde los 380, pero hizo hincapié en que los beneficios crecieron 30% al eliminar la cancelación de 170 mdd del inventario del Fire Phone. En una nota a sus clientes, Peck escribió: “Amazon sigue siendo un líder de la categoría y aún invierte en las áreas de crecimiento, mientras que los retornos de flujo de caja a largo plazo siguen siendo una interrogante. Sentimos que la valuación descuenta el riesgo a esos niveles.” El analista de JPMorgan Doug Anmuth concuerda con que los resultados no fueron tan malos como lucieron en un inicio, pero expresó su preocupación por la desaceleración de los ingresos en América del Norte y las perspectivas de ingresos para el cuarto trimestre, que resultaron más débiles de lo esperado en Wall Street. Marcos Mahaney, de RBC, siendo uno de los analistas más optimistas, mantiene el precio objetivo de Amazon en 420 dólares (aunque lo degradó desde los 435). A pesar de que el ciclo de inversión “claramente ha sido mucho más prolongado de lo previsto”, Mahaney cree en Amazon por una serie de razones: la empresa demostró que puede ser rentable antes de reiniciar su fase de inversión en 2010; sus mayores gastos provienen de jugar a la ofensiva, no a la defensiva; el crecimiento de los ingresos es sostenible; la capacidad de cumplimiento es una fuente de apalancamiento a medida que el uso de sus servicios aumenta el volumen de transacciones, y finalmente, un precio más alto de Amazon Prime ofrece un margen de maniobra. “Dudamos mucho que todas estas inversiones no darán sus frutos en forma de una eventual reaceleración del crecimiento de los ingresos y una expansión de los márgenes”, escribió Mahaney a los clientes, reconociendo que Amazon puede resultar más atractivo como inversión en 2015 que ahora. Stephen Ju, de Credit Suisse, califica la reacción a los resultados de Amazon una “tormenta de sentimientos negativos”, pero se mantiene alcista. Paul Vogel, de Barclays Capital, advirtió que la acción puede caer aún más después de un “trimestre difícil y una mala dirección”. La falta de apalancamiento operativo a corto plazo y las preocupaciones acerca de los ingresos “pueden ser demasiado hasta para el más paciente de los inversionistas” después de un cuarto trimestre decepcionante consecutivo, escribió. “No podemos ignorar la estrategia de Amazon de vender dispositivos de hardware al costo, de la cual no parecen estar alejándose.” La toma más bajista provino de Tuna Amobi, de S&P Capital IQ, quien dijo que las previsiones para el 4T –un crecimiento de ingresos de 7 a 18% y hasta 570 millones dólares en pérdidas operativas– “lucen ominosas para la crucial temporada  navideña”. El problema para Amazon es que hay, sin duda, inversionistas que compraron acciones en los últimos años en gran parte debido a que seguían al alza. Con una caída de 27% en las acciones en 2014, su reputación se ha manchado, y la falta de rentabilidad es un obstáculo insuperable para muchos compradores potenciales. Luego de alcanzar un máximo de 408.06 dólares a finales de enero, las acciones de Amazon han ido a la baja. A las fuertes caídas han seguido rebotes, pero como se ve en la siguiente gráfica, cada rebote ha llevado a un pico más bajo, alcanzando el punto mínimo luego del reporte trimestral. Otro problema en puerta: Amazon tiene ahora un enorme competidor que cotiza en bolsa que tiene una perspectiva muy diferente sobre las ganancias. Alibaba.com, que domina el e-tail en China y planea aumentar su presencia en Estados Unidos, ha entregado un crecimiento de ingresos similar al de Amazon, pero de una manera rentable. Una cosa era que Amazon perdiera dinero mientras trabajaba todo su flujo de caja en inversiones para el futuro, y otra muy distinta es que mantenga esa estrategia cuando ya tiene un competidor que cotiza en bolsa capaz de entregar ganancias al mismo tiempo que despliega una agresiva estrategia de inversión. Las acciones de Alibaba ganaron 2.5% a 96.83 dólares el viernes, tocando sus niveles más altos desde su debut del 19 ​​de septiembre.

 

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