Internet y los dispositivos móviles permiten que diariamente cada uno de nosotros genere una enorme cantidad de información sobre nuestros intereses, valores y preferencias de consumo. La recolección, almacenamiento, manejo y análisis en tiempo real de estos volúmenes gigantescos de información originó lo que se conoce como “big data”. El uso de big data ha transformado industrias como la de publicidad o la de ventas minoristas, que al manipular volúmenes gigantescos de información pueden conocer los hábitos de consumo de miles de personas en tiempo real. Otros ejemplos de sectores económicos que aprovechan el big data son los sistemas de logística internacional como Fedex o DHL, que monitorean embarques de mercancías por todo el planeta; el comercio electrónico; las operaciones financieras internacionales, y, desde luego, las operaciones de seguridad cibernética. Con toda esta variedad de transacciones, no sorprende que el tamaño aproximado de los datos generados cada día, en todo el mundo, sea de 2.5 exabytes o, lo que es lo mismo, 2.5 billones de gigabytes[1]. En 2015, el total de información generada alcanzó 8 zettabytes, es decir, 8 trillones de gigas. Si esto es sorprendente, pensemos en que al final de esta década ese volumen de información se habrá multiplicado 40 veces. Paulatinamente, el uso de big data está transformando toda la economía. La OCDE calcula que el valor estimado de este mercado alcanzó 17,000 mdd en 2015, con un crecimiento promedio anual de 40% desde 2010.   Una aguja en un pajar La enorme cantidad de información generada en internet, no tiene valor si no puede procesarse. Lo que se busca en este pajar de información son datos relevantes, patrones de comportamiento, correlaciones e interacciones. Así, la información es transformada en “conocimiento”. Al conocer de forma certera lo que el cliente necesita, las empresas usan ese conocimiento para desarrollar nuevos productos, mejorar procesos de negocio y métodos organizacionales y, en general, tomar decisiones más acertadas. Walmart es un ejemplo de empresa global con generación masiva de información. Con más de un millón de transacciones cada hora a nivel global, su base de datos supera los 2.5 millones de gigas. La interacción de Walmart mediante el manejo de datos involucra a millones de clientes, proveedores, empresas de transporte y ubicaciones en tiendas en todo el mundo. Empresas como Adidas desarrollan nuevos productos basados en las preferencias de sus consumidores y que son recabadas a través de interacciones en línea. Esta interacción orienta las decisiones de la empresa, aumenta la lealtad del consumidor hacia la marca al ofrecer productos y experiencias de compra novedosas.   La innovación de los datos ¿Cómo contribuye al progreso de la sociedad el análisis masivo de datos? Cada año, fenómenos tan variados como desastres naturales asociados al cambio climático, el monitoreo de epidemias, cambio en patrones de alimentación, consumo de energía, criminalidad en ciudades… son analizados y tratados a través de datos masivos. La búsqueda de soluciones a estas problemáticas es un tipo de innovación particular orientada por el big data: la Innovación Dirigida por datos (IDD) o Data Drive Innovation. Este proceso abarca empresas, gobierno y sociedad. Sin embargo, para que un país genere un ambiente que favorezca y potencie los beneficios de la Innovación Dirigida por Datos se requieren condiciones específicas. La INFRAESTRUCTURA es el elemento primordial. Banda ancha móvil, acceso masivo a internet y la existencia de empresas proveedoras de servicios relacionados con recolección, almacenamiento, manejo y análisis de datos son vitales para desarrollar el sector de big data. Por otro lado, la EDUCACIÓN debe estar orientada al desarrollo de habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, todas necesarias para aprovechar el potencial de empleo futuro en el sector de datos. El gobierno debe contar con políticas de PROTECCIÓN DE DATOS que garanticen acceso y seguridad en el manejo de la información. A la par deben favorecer iniciativas de “gobierno abierto” y “open data” para elevar la transparencia, rendición de cuentas y capacidad de respuesta hacia el ciudadano. Las empresas deben desarrollar nuevas formas de compartir el conocimiento derivado de manejo de información masiva, bajo esquemas como “data sharing” y “creative commons”. En países como India, Irlanda, EU, Reino Unido, Alemania y China, que son los principales exportadores de datos a nivel mundial, estas condiciones son una realidad.   ¿Y México? Según el Índice de Competitividad Global, los facilitadores de eficiencia tecnológica de nuestro país dejan mucho que desear. En cuanto a disponibilidad tecnológica, México se ubica en la posición 83 de 144 países, a la par de naciones como Cabo Verde, Albania o Vietnam[2]. El porcentaje de hogares con acceso a internet de banda ancha en México es de 33.7% comparado con Corea (93%), Japón (99%) o Irlanda (80%). En estados con mayor rezago educativo y económico como Chiapas o Oaxaca, este acceso varía 9.5% y 14%, respectivamente. Con respecto a la procuración de productos tecnológicos por parte del gobierno estamos en el lugar 88, muy lejos de los tres primeros lugares: Qatar, Emiratos Árabes y Malasia. La disponibilidad de científicos e ingenieros en nuestro país es limitada. México ocupa el lugar 63, mientras que Finlandia, Qatar, Japón, EU y Malasia son líderes en la materia.   El impacto de los grandes datos en la vida diaria El uso del big data llegó para quedarse. En la medida en que las tecnologías de la información desarrollen formas novedosas de estar presentes en todos los aspectos de la vida humana, la información será una materia prima vital para el desarrollo de la sociedad. Gobiernos de todo el mundo invierten cada vez mayores recursos en sistemas que puedan procesar volúmenes de información masivos en áreas de administración pública, educación, salud y seguridad. Sin embargo, el manejo de información de millones de usuarios también implica la existencia de reglas. La protección para evitar violaciones a la privacidad de usuarios escapa al ámbito empresarial, por lo que la intervención gubernamental es fundamental. Los gobiernos deben garantizar que la población pueda obtener beneficios de las innovaciones derivadas del uso de información y evitar el surgimiento de una “brecha de datos”. En México, esa brecha ya existe. Es urgente buscar soluciones para revertirla y permitir a nuestra sociedad disfrutar de los beneficios de la revolución económica de la información.   Iniciativas innovadoras basadas en big data Our Mobile Planet: Datos personalizados sobre consumidores de celulares a nivel global. Google Trends: Información en tiempo real para entender el comportamiento del consumidor. YouTube Dashboard: Explora los videos más populares por género, grupo de edad, localización.
[1]OECD, Data Driven Innovation: Big Data for Growth and Well-Being. October 6, 2015. [2]World Economic Forum, 2016.
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