En ocasiones, los ejemplos más burdos suelen darnos una idea más clara de aspectos importantes de nuestra vida, las finanzas personales son un buen ejemplo de ello. El póquer es un juego que además es un buen aprendizaje de cómo usar nuestro crédito de forma estratégica e inteligente.

Así como ese as bajo la manga que va a definir tu mano, tu tarjeta de crédito puede jugar a tu favor para ganar siempre. Estas 5 máximas son prueba de ello.

1. Escoge “el juego” a la altura de tu bolsillo

Cada que te depositen tu nómina y pienses que la puedes gastar porque, pues “ahí está la tarjeta de crédito” recuerda algo: no gastes más de lo que no tienes. En el póquer es muy común el engaño, el fanfarroneo o bluffing que te hace actuar de forma muy segura, pero que sugiere también la probabilidad de que no tengas nada detrás. ¿Las consecuencias? Perderlo todo y no poder “jugar” (gastar) hasta que haya flujo de nueva cuenta.  Con tu dinero pasa lo mismo.

Si gastas en proporción de tu capacidad de pago siempre habrá un orden, crecerás con los beneficios de tu tarjeta: puntos, descuentos, ofertas, etc. ¿Por qué? Pues porque vas con estrategia y cautela, nunca más allá de lo que puedes enfrentar financieramente.

2. Sé estratégico

Una quincena pagaste todo con efectivo, la próxima pagaste con la tarjeta porque había una promoción de meses sin intereses, a la siguiente usaste los puntos y así has llevado finanzas sanas e inteligentes. Al igual que en el póquer se vale decir “va todo”, “no voy”, o “pago por ver”, todas las decisiones pensadas y conscientes en el el manejo de tu quincena te ayudan a hacer rendir mejor tu dinero. Tu tarjeta de crédito es tu gran aliada, siempre y cuando sepas cómo accionarla.

3. Modifica tu juego para despistar

Diversificar, experimentar y arriesgar. Tanto en una partida de póquer como en el manejo de tu quincena, los esquemas constantes y predeterminados, matan, ahorcan. Si sólo pagas el mínimo en tu tarjeta, es como revelar nuestra manera de jugar ante el oponente, lo cual ocasiona que te tome la medida y sepa por dónde derrocarte.

Arriesga y paga más del mínimo, no uses la tarjeta más que lo necesario y cuando las promociones o la compra misma así lo requieras. Variar el método es diversificar de forma más óptima los resultados, no lo olvides.

4. No sigas “igualando” sólo para ver las cartas de tu rival

Típico: el oponente sube la apuesta y tú la doblas pese a que no tienes juego; te estás midiendo y lo sabes. Esa no es buena señal. Con tu quincena y la tarjeta pasa lo mismo: sabes que tienes gastos constantes, que necesitas ahorrar y sólo un porcentaje puede ser gastado para diversión, pero como estás enrachado en la fiesta o te gustó mucho un producto, entonces comienzas a gastar más de lo que tienes al inicio de la quincena.

Los resultados van desde pagar intereses hasta generar recargos e incomodidades, los cuales pueden convertirse en una avalancha de sucesos desafortunados: pedir más dinero prestado, comprar todo con el crédito hasta sobregirar la tarjeta y crear un círculo vicioso en el que ya no ahorras ni gastas, sólo pagas y no llegas a la meta. No iguales a otros, siempre ve primero tus metas, tu capacidad de pago y tus estrategias. Que no te gane la pasión financiera.

5. No juegues todas “tus manos”

Tanto en el juego como en la quincena, pese a que lleves una buena racha, libre de responsabilidades, con un sano excedente y paso seguro, esto no debe generar confianza extrema. Procura ser siempre acucioso: guarda los puntos de la tarjeta sólo para cuando valga la pena, quizás esta quincena sea mejor pagar con efectivo, pero la próxima podemos aguardar porque ese producto estará en promoción en una vena nocturna.

Mantenerte informado es conocer la dinámica del juego. Saber fechas de corte, cuánto gastas, cuánto tienes y cuáles son los plazos te dará un mapa certero de cómo jugar, operar o gastar. Saber jugar significa no ir al todo por el todo siempre, hacer rendir tu quincena y tu crédito no implica gastar y gastar siempre.

Es bueno esperar, para cuando la oportunidad se presente, saber actuar firme, contundente e inteligente. Recuérdalo siempre, si el momento es adecuado, tu tarjeta de crédito es tu as bajo la manga cada quincena. No la desaproveches.

Si no estás aún en nómina Bancomer, ¡caámbiate ya y dale más poder a tu quincena!

 

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