- Una persona que vive en la certidumbre vive en un orden sólo aparente, y tiende a creer que no se está deteriorando el sistema al que pertenece, sistema donde él es una pieza de un subsistema que se deteriora a pasos agigantados cada día. Un empleado dura 20 años en una empresa en su mismo puesto, con su mismo salario, con su misma carga de trabajo. ¡PUM! Lo corren. Viene el caos instantáneo, y muchas veces la desmoralización es tal que es imposible crear otro sistema.
- Una persona que vive en la incertidumbre, percibida a partir de su inconformidad, está más dispuesta a cambiarse de sistema e intentar cosas diferentes. Válgase el pecado nuevamente de usar la analogía con termodinámica, la alta entropía hace que la cantidad de energía utilizable para el trabajo sea baja; es energía poco utilizable para ese subsistema al que pertenece. Esta persona lo percibe y se cambia de sistema.
- Una persona no vive en la certidumbre ni en la incertidumbre. Aunque no lo note, el sistema en que esté, el que sea, tiende a deteriorarse. Mejor sería que lo notara para poder ELEGIR un sistema que le permita subsistir con energía de calidad y utilizable por el mayor tiempo posible (ideal que durara más que su propio sistema corporal humano).
Caos, el Big Bang de millonarios
Si no hubieran vivido un caos, los millonarios no hubieran aprendido ciertos valores ni fraguado ideas que hoy los hacen exitosos, al menos económicamente.
(Para una mejor experiencia y maridaje, el chef autor recomienda leer este artículo mientas se escucha la canción Madness del grupo Muse).
Mi padre seguido recuerda sus clases de termodinámica, y a sus 74 años aún conserva su cuaderno de la materia. Por el trauma de tener un profesor exigente, dice que a veces tiene pesadillas; sueña que está en clase y lo pasan al pizarrón a calcular la entropía de algo. De ahí conocí por primera vez el término con que aquí uno a los millonarios.
La entropía es, en términos profanos y entendibles para un servidor, la energía que no se puede utilizar en un sistema cerrado. Por ejemplo, una planta hidroeléctrica convierte el movimiento del agua en electricidad. No todo el movimiento se aprovecha, así como no todo el calor de una estufa se utiliza para hervir un pocillo de agua. La entropía es la medida de esa energía no utilizada. En un sistema cerrado, la entropía tiende a crecer; eso significa que cada vez menos energía es utilizable.
Un reloj de cuerda deja de funcionar gradualmente porque la energía latente en su muelle se utiliza para mover las manecillas del reloj, y parte de esta energía se convierte en calor irrecuperable. Debido a que el calor no se puede reconstituir en energía utilizable, esta energía se pierde irremediablemente, y el reloj no puede darse cuerda por sí mismo. Eso que se “pierde” se debe a la entropía.
Muchos irreverentes e ignorantes iconoclastas (me incluyo) han relacionado directamente esto con la teoría del caos, entendiendo a la entropía como una medida de lo que no está ordenado, y a la teoría del caos como una tendencia irremediable de los sistemas a caer en el desorden.
Pero como los físicos, químicos y otros científicos se enojan cuando uno utiliza este concepto para cuestiones ajenas a la termodinámica, diré que sólo lo usaré de buen pretexto para presentar situaciones realmente caóticas que han vivido personas que hoy gozan de grandes fortunas y empresas exitosas. Mi teoría es que si no hubieran vivido ese caos, ellas no hubieran aprendido ciertos valores ni fraguado ideas que hoy los hacen exitosos, al menos económicamente.
El desorden en grado de caos es muchas veces necesario para ver la realidad, es el esclarecedor de que existe “algo más”, y sólo entonces se encuentra esa verdad detrás de una idea propia en la que nadie cree al principio porque no la pueden ver. El confort de un sistema que se cree de baja entropía hace que las personas no necesiten ver o hacer algo diferente. (Lee también: El mejor consejo: vislumbra oportunidad y abundancia.)
Lo curioso con este símil de entropía-caos-oportunidad es que existen varios escenarios que, aunque parecen dilemas, son en realidad perfectamente compatibles: