En el cuarto trimestre, la economía asiática se desaceleró a un 6.8%, coronando un año tumultuoso que fue testigo de una enorme salida de capitales, un retroceso de la moneda local y un desplome del mercado bursátil en el verano boreal.     Reuters La economía de China creció el año pasado a su ritmo más débil en un cuarto de siglo, aumentando las esperanzas de que Pekín ofrecerá más medidas de estímulo, lo que a su vez provocó un repunte en los volátiles mercados de valores del país. El crecimiento para el 2015 en su conjunto alcanzó un 6.9% después de que la expansión del cuarto trimestre se desaceleró a un 6.8%, coronando un año tumultuoso que fue testigo de una enorme salida de capitales, un retroceso de la moneda local y un desplome del mercado bursátil en el verano boreal. La preocupación respecto al control de Pekín sobre la política económica está en el primer lugar de la lista de riesgos de los inversores globales para el 2016 después de que una nueva caída en sus mercados bursátiles y el yuan avivó los temores de que la economía podría estar deteriorándose rápidamente. Datos de la oficina de estadísticas mostraron que la producción industrial de diciembre incumplió las expectativas con un aumento de un 5.9%, mientras que la producción de energía eléctrica y acero cayó el año pasado por primera vez en décadas. La producción de carbón se redujo por segundo año consecutivo. El crecimiento de un 11.1% en las ventas minoristas en diciembre también fue más débil que lo esperado, decepcionando a quienes esperaban que los consumidores se convertirían en el nuevo motor del crecimiento. “Si bien la cifra principal de crecimiento se ve bien, el desglose de los números apunta a una debilidad general de la economía”, dijo Zhou Hao, economista senior de mercados emergentes para Asia de Commerzbank Singapur. “En definitiva, creemos que China experimentará un ‘aterrizaje accidentado’ en este año”, dijo. Hubo alivio en los mercados, sin embargo, de que el crecimiento por lo menos estuvo en línea con los pronósticos y por la expectativa de que las medidas de flexibilización monetaria son inminentes, posiblemente antes de los feriados del Año Nuevo Lunar a principios de febrero. Esto llevó a que los inversores impulsaran al índice compuesto de Shanghái a subir un 3.25%, mientras que el referencial CSI300 de las principales acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen ganó un 2.95%.

 

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