Forbes México conversó con Jim Whitehurst, una de las pocas voces autorizadas en la industria del “código abierto”, que gusta de la cerveza y de la vida desenfadada; sostiene que la futura regla para sobrevivir en el mundo será dejar tus brillantes ideas al mejor postor.    Por Hiroshi Takahashi   Hace más de una década usar Linux era un fenómeno muy extraño, incluso Bill Gates no creía que fuera un competidor serio: “Realmente no creo que lo veamos de manera significativa en el mercado comercial”. Y casi todo el mundo se lo creyó. Pero se equivocó. El movimiento open source (código abierto) está de moda y se avizora como el futuro. Hoy lo promueven, incluso, los empleados de HSBC México y de la Bolsa Mexicana de Valores, de la NASA y de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Hoy el open source está en todas partes, ya que implica un código listo para modificarse por las masas, que evoluciona y mejora más rápido. Es decir, la mayoría de las empresas basan su funcionamiento en el software libre. El sistema Linux, por ejemplo, se utiliza para darle poder a todo, desde los cajeros bancarios hasta los servidores más sofisticados. Linux es el corazón de Android, de Facebook y de Google. Red Hat es el proveedor mundial líder de soluciones de código abierto y un claro ejemplo de que Bill Gates estaba equivocado. Compartir el software sí tiene sus recompensas. Además, es considerada la cuarta empresa más innovadora del planeta, según la más reciente lista que elaboró Forbes, dado que el año pasado facturó 1,330 millones de dólares (mdd). Es decir, sus ingresos crecieron 17% en los 12 meses que terminaron en febrero de 2013. ¿Cómo es posible que una empresa que se especializa en soluciones de código abierto, programas que están disponibles para ser modificados, manipulados y evolucionados por cualquier persona que lo desee, es capaz de generar ingresos que levantan las cejas de los ingenieros de Microsoft y Oracle?.   Regla 1: confía La NASA utiliza open source en sus misiones y centros de control. Su argumento: la fiabilidad de estos sistemas es más elevada que la de empresas que te venden un sistema que no se puede modificar. También HSBC comenzó a usar open source y los servicios de Red Hat hace años. “Tenemos un mejor rendimiento de lo que es el hardware, pero principalmente, es el servicio de Red Hat”, explica Cuauhtémoc García, gerente de Servicios Técnicos para América Latina de HSBC. Estamos en el Red Hat Summit 2013, una de las reuniones cumbre de este corporativo que nació en 1993 y que dirige Jim Whitehurst, un hombre que si se cruza en tu camino, te invita una cerveza o se queda a platicar contigo del tema que desees. Representantes de las 75 oficinas de Red Hat, así como usuarios especiales, confluyen durante un par de días para saber hacia dónde va la empresa y aprender los secretos que sus compañeros tienen bajo la manga para compartirlos, liberarlos y poder monetizarlos. Entre ellos se encuentra Jim Whitehurst, presidente y director general de Red Hat, cuya nómina asciende a más de 5,700 empleados en el mundo; mientras que su área de Recursos Humanos sigue entrevistando a posibles empleados. grafico_ideas1   Regla 2: ¡suéltate! En Red Hat lo único que importara es lo que traen en la cabeza sus ingenieros; su aspecto físico, es lo de menos. Unos van tatuados de los brazos y el cuello. Algunas mujeres visten tenis rotos, con trajes sastres en tonos grises que parecen sacados de una paca del mercado de La Raza. Otros más andan en chanclas. Las filas para entrar a las conferencias me recuerdan más la entrada a un concierto de punk. Es más, afuera de las conferencias hay barras de cervezas y vino. Con pantalones de mezclilla, una camisa que parece costosa, Jim Whitehurst está sentado hasta atrás del salón en donde se ofrece una conferencia de prensa en la que él no está anunciado. Gracias por las cervezas, es algo increíble salir de una sesión agotado y recibir una cerveza helada —le digo a Whitehurst en cuanto puedo acercarme y presentarme. De nada ─ contesta él.   ─ ¿Por qué el software libre se habrá vuelto mainstream? Tenemos una explosión de usuarios de tecnología muy sofisticados: Google, Amazon, Facebook; grandes usuarios de tecnología que no son necesariamente vendedores. Ellos enfrentan problemas y los resuelven primero para ellos, y lo hacen con código abierto. Cuando las personas colaboran en masa, hay grandes soluciones.   ─ ¿Microsoft estaba equivocado con su modelo de negocios o Linux estaba en lo correcto? No lo sé, es fuerte decir correcto o equivocado. Yo creo que la mayoría de la innovación se está presentando en lo abierto, más que en lo que tiene propiedad. En dicha conferencia hay representantes del gobierno mexicano que son tomados como casos de éxito y que se pueden hacer públicos en esta reunión. Uno de ellos es Emilio Patricio Gómez, director general adjunto de Informática y Desarrollo Tecnológico de la Coordinación Nacional del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Oportunidades es un programa que nació en 1997, que se llamaba Progresa (Programa de Educación, Salud y Alimentación). Hoy administra un padrón de 6.5 millones de familias mexicanas. “Estamos hablando de 38 millones de mexicanos”, dice Emilio, quien a pesar de la crudeza del dato, celebra: “Pero sin el uso de la tecnología, esto sería una tarea imposible”.   Regla 3: adáptate Después de varias sesiones de aprendizaje, conferencias de directivos y reuniones con mexicanos hablando de las bondades del software libre, me encuentro nuevamente con Jim Whitehurst. Ha estado diciendo durante los últimos días: “Open or die”, como si fuera su mantra y me pregunto qué pasa ahora por su cabeza, cuando la gran pregunta es cómo monetizar las ideas. He hablado con un gran número de presidentes de universidades sobre este problema, porque el contenido de la educación se volverá gratuito. Lo que hicieron básicamente fue preguntarse qué es gratis de todo el software que están utilizando y a la conclusión es que, si pones todo sobre la mesa, lo único gratis es la funcionalidad.   ─ ¿Qué quiere decir Jim? Que el modelo de negocios del futuro está en el soporte, en el ecosistema certificado, en la habilidad de crear rápidamente parches que directamente cumplan con tus necesidades. “Si piensas en una universidad, a pesar de que el contenido sea gratis, todavía está el proceso de admisión, con sus validaciones alrededor que hacen que esta persona vaya a la escuela. Están las interacciones con otros estudiantes, incluso antes y después de clase. Están la pruebas para validar el progreso, para saber si alguien sí se aprendió el contenido”. Así que, a pesar de que todo el contenido de una universidad sea gratuito, se puede argumentar que las instituciones tienen más cosas que valen a su alrededor. “Cualquier persona involucrada en el negocio del contenido, como el periodismo, la educación, necesita llegar con cuidado a construir los componentes del valor del sistema e imaginar cómo reconstruir todo si el contenido fuera gratuito”. Mañana tus ideas no costarán ni un peso, pero hoy tienes una ligera noción de qué debes hacer para sobrevivir a los cambios, a pesar de que Bill Gates desee programarte como el loser de la película. Open or die. open_or_die1

 

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