Si piensas que la estrategia de la persona a quien le reportas está fallando, antes de decirle ‘no’ debes estudiar el terreno que pisas. Aquí unos tips.   Acéptalo: más de una vez has soñado con ese momento en que, como Bartleby, el memorable personaje de Herman Melville, le respondes a tu jefe: “Preferiría no hacerlo.” Antes de que pases a la historia en la oficina como el que se negó a obedecer, ten presente que existen múltiples vías de entendimiento. Si piensas que la estrategia de la persona a quien le reportas resultados está fallando, primero hay que estudiar el terreno donde piensas actuar. “Es fundamental el momento y el nivel de observación. Si vemos que nuestro jefe acaba de salir de una reunión con sus superiores, no podemos acercarnos porque quizás explote o asuma como una afrenta a su liderazgo esa negativa, que podría ser peligroso para nuestro desempeño y desarrollo profesional”, dice Arturo Salcedo, responsable del área de investigación del Departamento de Estudios de Imagen Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista con Forbes México. El académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán considera que debes “preparar la respuesta, lugar y momento adecuados” antes de plantear una sugerencia o negativa. “Podemos estar saturados de actividades, no estamos de acuerdo con la estrategia o porque sabemos que no estamos capacitados para hacerlo. Y esas razones se deberían exponer”, explica.   “No es mi trabajo” Cuando se asignan responsabilidades extra, Salcedo recomienda que pienses porqué te están solicitando una actividad que no está establecida en tus funciones laborales o perfil profesiográfico. “Más que verlas como un abuso, puede ser un área de oportunidad que habría que considerar.” Esto puede ser un reto de los directivos que conocen tus capacidades, conocimientos, experiencia, por la cual te delegan, según Salcedo, una función que puede ser importante para ti. “Alguien no está cumpliendo con su labor, y si a nosotros nos consideran para acatar esa instrucción, nos puede abrir posibilidades en el futuro, sobre todo si viene de alguien que tiene un nivel superior.”   Estrategia para llegar al ‘sí’ Si estás con tu jefe y discuten un tema en que ambos están en desacuerdo, Alejandro Llantada, director de Mercadotecnia de la consultoría Salles Sainz Grant Thornton, recomienda, en principio, evitar un enfrentamiento ‘corporal’: “No debes sentarte enfrente de él. Si te sientas a su lado, es muy probable que coopere más. Quítate de enfrente, y si tienes que hacerlo, que sea en un ángulo de 45 grados. Eso lo saben bien los vendedores, porque ellos no quieren enfrentarse con su cliente, quieren venderle.” Si no puedes cambiar de posición su mente, cambia la posición corporal de una persona, aconseja Llantada. Puedes conversar con tu jefe mientras caminan en el pasillo o elevador. Incluso, mientras se transportan a casa. “Hay que buscar moverla para que (esa persona) mueva sus pensamientos.”   ABC para decirle ‘no’ al jefe Si pese a estas estrategias, aún mantienes la idea de decir ‘no’ a tu jefe, aquí te presentamos algunas recomendaciones que Salcedo propone para ese momento que debes enfrentar:
  • Asertividad para decirlo antes de que sea tarde. En ocasiones, la autoestima como empleado ha sido vulnerada. Si tienes que dar la negativa, lo más importante es decirla al momento, pues la gestión directiva va a agradecerlo.
  • Preparación y tiempo. Explica a detalle las razones por las que te opones a asumir una tarea o instrucción. Podemos estar saturados de actividades y quizás el tiempo sea insuficiente para cubrirlas todas. Por eso es importante que tengas argumentos antes de plantearle tus inconformidades al personal directivo.
  • Sin capacitación necesaria. Es mejor decir que no ante una instrucción porque no cuentas con los conocimientos o las herramientas suficientes, a que después ese fracaso repercuta a nivel superior en la empresa.
  • Establecer prioridades. Debes determinar qué es urgente o prioritario. Esto sería lo que pasa a primer nivel en nuestra orden de trabajo. Cuando sumen una instrucción a tu esquema, comenta con el jefe cuál es la jerarquía para realizarla.
  • Sugiere soluciones. Considera si puedes proponer una estrategia alterna y no una negativa directa.
  • Agradece la oportunidad. Si no eres capaz de realizar una tarea, reconoce a tu jefe por considerarte para realizar el encargo. En vez de limitarte a decir que no, agradece la oportunidad que implicaría desarrollar esa orden.
  ¿Y si soy el jefe? Si estás en el extremo opuesto, a cargo de un equipo de trabajo, existe un elemento clave que Llantada sugiere para que tus empleados eliminen la imagen de tirano que quizás estés proyectando, sin que sea tu intención: la congruencia. “La autoridad funciona cuando es congruente: si tú trabajas en una firma de contadores y consultores, ¿qué autoridad vas a tener si tu imagen no se adecua a esa necesidad?”

 

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