Los primeros años de educación son fundamentales; los niños tienen una enorme capacidad de aprendizaje, asombro y facilidad para dominar otros idiomas. Te presentamos 10 aspectos que pueden reforzarse para que tus hijos tengan ventajas en el mundo profesional.
Este texto fue publicado originalmente el 6 de febrero.
No basta con enviarlos a la escuela y vigilar que hagan su tarea. Para que los niños en México reciban una educación integral y sean competitivos a largo plazo, se requiere la participación de todos los involucrados en su formación.
“Siempre hay varios responsables. Nos la pasamos satanizando a los profesores diciendo que son la ruina del sistema educativo nacional. Pero en las facturas pendientes (de educación) hay responsabilidad de los profesores, directivos, padres de familia y de los alumnos, quienes tienen la responsabilidad de estudiar y prepararse mejor. Es un contrato educativo que involucra a ambas partes”, comenta Juan Carlos Olmedo Estrada, director de la cátedra de Investigación en Educación y Pedagogía del Tecnológico de Monterrey, en entrevista.
Pero el panorama educativo es un recreo, pues México ocupa el quinto lugar como generador de ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan) entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con aproximadamente 22% de los jóvenes mexicanos de entre 15 y 19 años.
“El bono demográfico de jóvenes no lo aprovechamos, no lo formamos bien para que tenga una vida profesional digna y que contribuya al desarrollo del país. Ese bono se nos va a convertir en una hipoteca social.”
Tampoco es cuestión de recursos. El 6.2% del Producto Interno Bruto de México se destinó al gasto en instituciones educativas durante 2011, cifra ligeramente mayor que el promedio (6.1%) de la OCDE, según su estudio Panorama de la educación 2014.
Sin embargo, 92% del presupuesto total en educación primaria, secundaria y media superior en México se destina a remuneración del personal, y cerca de 83% es para el salario de los docentes. Ambos porcentajes son los mayores entre todos los países OCDE, cuyo promedio es de 79% y 63%, respectivamente.
Además, sigue pendiente el acceso a la tecnología. A nivel regional, América Latina requiere una inversión de 355,825 millones de dólares (mdd) de inversión acumulada para cerrar la brecha digital en 2020, según un estudio de Ahciet y Convergencia Research.
Tecnología, ¿buena o mala?
El uso creciente de la tecnología, pese a que puede agilizar el intercambio de conocimiento y favorecer un aprendizaje más eficiente, también puede desembocar en un efecto no deseado sobre la calidad de la educación, advierte Andrew Almazán, director del Departamento de Psicología del Centro de Atención al Talento (Cedat).
“Un niño puede recibir una formación académica de excelencia en el aula, pero si al llegar a su casa dedica el tiempo libre únicamente a jugar en la computadora, observar programas televisivos o a los videojuegos, entonces lo aprendido en la escuela será desperdiciado.”
Las redes neuronales no reforzarán la nueva información y, según Almazán, sólo estimularán aspectos de la coordinación visual o táctil, pero la memoria y la capacidad verbal “experimentarán un lento proceso de atrofia por falta de uso”.
Inglés, el reto que no envejece
No todo está perdido. Entre los aspectos positivos del sistema educativo de México, el académico del Tecnológico de Monterrey reconoce que la educación preescolar obligatoria ha sido un acierto para los niños.
Los primeros años son fundamentales, dice Olmedo, pues los niños tienen una enorme capacidad, no sólo de aprendizaje, sino de asombro, de retención, además para aprender otros idiomas.
“Nos caiga bien o mal, el aprendizaje del inglés es fundamental. ¿En cuántos trabajos mucha gente no se queda con ellos porque no habla inglés?”
México ocupa el lugar 39 de 63 países a nivel mundial en el manejo de inglés, con una calificación de 49.83. Esto significa que los adultos mexicanos están reprobados en inglés, según un estudio realizado por la empresa de intercambios en el extranjero Education First (EF), basado en los resultados de 750,000 exámenes de adultos mayores de 18 años.
Nueve de cada 10 alumnos aprobados por la SEP en secundaria tienen un nivel inferior del inglés al que marca como mínimo el plan de estudios oficial, según un estudio elaborado por la iniciativa Mexicanos Primero.
Existen nuevos modelos que buscan combatir la brecha del inglés en México, como el de Helen Doron English Group, que se enfoca en el aprendizaje del inglés como segunda lengua a través de un sistema de “oír-repetir”, tal como se aprende la lengua materna.
La institución cuenta con 800 centros en 34 países (dos en México: en Querétaro y en el Distrito Federal), que operan en la mañana como kínder bilingüe y por las tardes es un centro de inglés para niños.
El método y materiales didácticos de la lingüista británica contemplan edades desde los tres meses de nacido hasta los 18 años, y se enfoca en la repetición, habla y conversación antes que en la teoría de la gramática.
¿Menos teoría y más práctica?
Una no puede existir sin la otra, explica Almazán, pues para poder tener práctica es necesario conocer la teoría.
“Para reforzar (la teoría) se necesita aplicarla; de esta forma, ambos conceptos están relacionados.”
Lo importante, dice Almazán, consiste en establecer una conexión en lo alumnos para que se den cuenta que un conocimiento teórico posee una aplicación práctica en su vida, como las matemáticas.
10 habilidades para su futuro
Te presentamos 10 competencias que el catedrático del Tecnológico de Monterrrey y el directivo del Cedat recomiendan para que tus hijos, desde pequeños, sean más competitivos.
1. Autoaprendizaje: Es la capacidad de instruirse por cuenta propia. Esta habilidad le permitirá poder estudiar fuera de clases y reforzar sus conocimientos diarios.
2. Ser responsables: Cuando se trata del estudio, los niños deben realizar sus pendientes académicos y personales sin posponerlos o abandonarlos. Este punto incluye la honestidad sobre la realización de tareas.
3. Mostrar tenacidad: Los niños requieren firmeza en sus propósitos, pues las metas educativas no siempre son sencillas en el mundo contemporáneo, por lo que esta habilidad podría reducir la deserción escolar.
4. Tolerancia a la frustración: Tus hijos no siempre pueden obtener todo lo quieren, así que esta habilidad les ayudará a mantener la calma durante experiencias que pongan a prueba su paciencia.
5. Compromiso: Un alumno con una mala preparación educativa repercute en el desarrollo de su país al volverse un obstáculo en lugar de un facilitador para el avance de su comunidad.
6. Competencia de análisis: No sólo la memoria es aliada de la educación. Su capacidad para entender una problemática y elaborar estrategias que ayuden a resolverla es una de las habilidades que más les beneficiarán a largo plazo.
7. Habilidades tecnológicas: No es el uso de Internet o una computadora para entretenimiento, sino las potencialidades que ofrecen las plataformas digitales. Los niños deben aprender a buscar y discriminar la información, además de utilizar aplicaciones para que desarrollen sus tareas y actividades académicas.
8. Seres sociales: Los niños deben desarrollar sus capacidades de hablar en público y generar empatía por los demás, y pensar en el entorno en que viven y se desenvuelven, pues también es su responsabilidad.
9. Conciencia medioambiental: Si los niños no aprenden a cobrar conciencia de su entorno, no habrá planeta ni futuro para ellos. Deben transformar su relación con la naturaleza de forma armónica.
10. Competencias inter e intrapersonales: Estas habilidades responden a cómo se relacionan con los demás y con ellos mismos. Cómo aprenden a cuidar su cuerpo, a pensar en su nutrición, en la necesidad de hacer deporte y desarrollar actividades artísticas. ¿Cómo hacer más competitivos a tus hijos?
Los primeros años de educación son fundamentales; los niños tienen una enorme capacidad de aprendizaje, asombro y facilidad para dominar otros idiomas. Te presentamos 10 aspectos que pueden reforzarse para que tus hijos tengan ventajas en el mundo profesional.
Este texto fue publicado originalmente el 6 de febrero.
No basta con enviarlos a la escuela y vigilar que hagan su tarea. Para que los niños en México reciban una educación integral y sean competitivos a largo plazo, se requiere la participación de todos los involucrados en su formación.
“Siempre hay varios responsables. Nos la pasamos satanizando a los profesores diciendo que son la ruina del sistema educativo nacional. Pero en las facturas pendientes (de educación) hay responsabilidad de los profesores, directivos, padres de familia y de los alumnos, quienes tienen la responsabilidad de estudiar y prepararse mejor. Es un contrato educativo que involucra a ambas partes”, comenta Juan Carlos Olmedo Estrada, director de la cátedra de Investigación en Educación y Pedagogía del Tecnológico de Monterrey, en entrevista.
Pero el panorama educativo es un recreo, pues México ocupa el quinto lugar como generador de ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan) entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con aproximadamente 22% de los jóvenes mexicanos de entre 15 y 19 años.
“El bono demográfico de jóvenes no lo aprovechamos, no lo formamos bien para que tenga una vida profesional digna y que contribuya al desarrollo del país. Ese bono se nos va a convertir en una hipoteca social.”
Tampoco es cuestión de recursos. El 6.2% del Producto Interno Bruto de México se destinó al gasto en instituciones educativas durante 2011, cifra ligeramente mayor que el promedio (6.1%) de la OCDE, según su estudio Panorama de la educación 2014.
Sin embargo, 92% del presupuesto total en educación primaria, secundaria y media superior en México se destina a remuneración del personal, y cerca de 83% es para el salario de los docentes. Ambos porcentajes son los mayores entre todos los países OCDE, cuyo promedio es de 79% y 63%, respectivamente.
Además, sigue pendiente el acceso a la tecnología. A nivel regional, América Latina requiere una inversión de 355,825 millones de dólares (mdd) de inversión acumulada para cerrar la brecha digital en 2020, según un estudio de Ahciet y Convergencia Research.
Tecnología, ¿buena o mala?
El uso creciente de la tecnología, pese a que puede agilizar el intercambio de conocimiento y favorecer un aprendizaje más eficiente, también puede desembocar en un efecto no deseado sobre la calidad de la educación, advierte Andrew Almazán, director del Departamento de Psicología del Centro de Atención al Talento (Cedat).
“Un niño puede recibir una formación académica de excelencia en el aula, pero si al llegar a su casa dedica el tiempo libre únicamente a jugar en la computadora, observar programas televisivos o a los videojuegos, entonces lo aprendido en la escuela será desperdiciado.”
Las redes neuronales no reforzarán la nueva información y, según Almazán, sólo estimularán aspectos de la coordinación visual o táctil, pero la memoria y la capacidad verbal “experimentarán un lento proceso de atrofia por falta de uso”.
Inglés, el reto que no envejece
No todo está perdido. Entre los aspectos positivos del sistema educativo de México, el académico del Tecnológico de Monterrey reconoce que la educación preescolar obligatoria ha sido un acierto para los niños.
Los primeros años son fundamentales, dice Olmedo, pues los niños tienen una enorme capacidad, no sólo de aprendizaje, sino de asombro, de retención, además para aprender otros idiomas.
“Nos caiga bien o mal, el aprendizaje del inglés es fundamental. ¿En cuántos trabajos mucha gente no se queda con ellos porque no habla inglés?”
México ocupa el lugar 39 de 63 países a nivel mundial en el manejo de inglés, con una calificación de 49.83. Esto significa que los adultos mexicanos están reprobados en inglés, según un estudio realizado por la empresa de intercambios en el extranjero Education First (EF), basado en los resultados de 750,000 exámenes de adultos mayores de 18 años.
Nueve de cada 10 alumnos aprobados por la SEP en secundaria tienen un nivel inferior del inglés al que marca como mínimo el plan de estudios oficial, según un estudio elaborado por la iniciativa Mexicanos Primero.
Existen nuevos modelos que buscan combatir la brecha del inglés en México, como el de Helen Doron English Group, que se enfoca en el aprendizaje del inglés como segunda lengua a través de un sistema de “oír-repetir”, tal como se aprende la lengua materna.
La institución cuenta con 800 centros en 34 países (dos en México: en Querétaro y en el Distrito Federal), que operan en la mañana como kínder bilingüe y por las tardes es un centro de inglés para niños.
El método y materiales didácticos de la lingüista británica contemplan edades desde los tres meses de nacido hasta los 18 años, y se enfoca en la repetición, habla y conversación antes que en la teoría de la gramática.
¿Menos teoría y más práctica?
Una no puede existir sin la otra, explica Almazán, pues para poder tener práctica es necesario conocer la teoría.
“Para reforzar (la teoría) se necesita aplicarla; de esta forma, ambos conceptos están relacionados.”
Lo importante, dice Almazán, consiste en establecer una conexión en lo alumnos para que se den cuenta que un conocimiento teórico posee una aplicación práctica en su vida, como las matemáticas.
10 habilidades para su futuro
Te presentamos 10 competencias que el catedrático del Tecnológico de Monterrrey y el directivo del Cedat recomiendan para que tus hijos, desde pequeños, sean más competitivos.
1. Autoaprendizaje: Es la capacidad de instruirse por cuenta propia. Esta habilidad le permitirá poder estudiar fuera de clases y reforzar sus conocimientos diarios.
2. Ser responsables: Cuando se trata del estudio, los niños deben realizar sus pendientes académicos y personales sin posponerlos o abandonarlos. Este punto incluye la honestidad sobre la realización de tareas.
3. Mostrar tenacidad: Los niños requieren firmeza en sus propósitos, pues las metas educativas no siempre son sencillas en el mundo contemporáneo, por lo que esta habilidad podría reducir la deserción escolar.
4. Tolerancia a la frustración: Tus hijos no siempre pueden obtener todo lo quieren, así que esta habilidad les ayudará a mantener la calma durante experiencias que pongan a prueba su paciencia.
5. Compromiso: Un alumno con una mala preparación educativa repercute en el desarrollo de su país al volverse un obstáculo en lugar de un facilitador para el avance de su comunidad.
6. Competencia de análisis: No sólo la memoria es aliada de la educación. Su capacidad para entender una problemática y elaborar estrategias que ayuden a resolverla es una de las habilidades que más les beneficiarán a largo plazo.
7. Habilidades tecnológicas: No es el uso de Internet o una computadora para entretenimiento, sino las potencialidades que ofrecen las plataformas digitales. Los niños deben aprender a buscar y discriminar la información, además de utilizar aplicaciones para que desarrollen sus tareas y actividades académicas.
8. Seres sociales: Los niños deben desarrollar sus capacidades de hablar en público y generar empatía por los demás, y pensar en el entorno en que viven y se desenvuelven, pues también es su responsabilidad.
9. Conciencia medioambiental: Si los niños no aprenden a cobrar conciencia de su entorno, no habrá planeta ni futuro para ellos. Deben transformar su relación con la naturaleza de forma armónica.
10. Competencias inter e intrapersonales: Estas habilidades responden a cómo se relacionan con los demás y con ellos mismos. Cómo aprenden a cuidar su cuerpo, a pensar en su nutrición, en la necesidad de hacer deporte y desarrollar actividades artísticas. 
