¿Cómo hará Honduras para generar 600,000 empleos en 5 años?
Un nuevo impulso industrial le abre al país centroamericano una nueva oportunidad de crecimiento no vista desde hace varios años. Sin embargo, todavía tiene grandes retos que sortear para apuntalar un desarrollo sostenible.
Por Luisa Agüero
Llegaron a Honduras seducidos por la oportunidad de hacer negocios en energía renovable y en el sector agroalimentario. El grupo era integrado por 14 inversionistas, entre ellos Canadian Solar, empresa dedicada desde 2001 a la industria fotovoltaica solar con operaciones en Europa, Asia y Sudáfrica.
“Las compañías de Canadá tienen alta capacidad y calidad, pero además son respetuosas de elevados estándares internacionales y están interesadas en hacer negocios con Honduras”, dice el embajador Michael Gort.
Como esa, otras firmas se muestran interesadas en el país que años atrás vio su maquila florecer.
El gobierno de Juan Orlando Hernández está apostando a que el programa 20/20 (2020) vuelva a generar inversiones importantes y a mover el comercio exterior del país. También conocido como Plan Mckinsey, proyecta generar en Honduras 600,000 empleos en cinco años. El programa fue diseñado por la empresa internacional McKinsey para promover y generar inversiones en el país. El plan busca dar respuesta a la demanda de empleo, un problema que mantiene fuera del mercado laboral al 58% de la población, es decir, a cinco millones de personas, de acuerdo con un estudio del Observatorio Económico y de Emprendimiento (OEE) publicado en 2015. Cifras oficiales disienten con los resultados de la investigación al presentar a casi 1.5 millones de personas con problemas de empleo. En cambio, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) refiere que “en Honduras hay unas 200,000 personas desempleadas y en busca de un trabajo, de ese total, la mitad son jóvenes menores de 25 años”.
El programa agrupará iniciativas sociales del gobierno y contará con el financiamiento público logrado por 396 mdd con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Mundial (BM). Para la puesta en marcha de la iniciativa se creó la Unidad de Transformación que dependerá de la Fundación Hondureña de Estudios para el Desarrollo (FHED). Con 20/20 se estiman inversiones por 13,000 mdd en turismo, textil, manufactura y servicios de apoyo a negocios, cuatro sectores dinamizadores de la economía. Además, se visualiza un crecimiento en las exportaciones por más de 9,300 mdd.
Las Zonas Especiales de Desarrollo (ZEDE) son parte del plan para el desarrollo nacional. Con ellas, Honduras ofrecerá oportunidades de inversión, construcción y manejo de empresas de servicios públicos, así como expansión portuaria, operación de aeropuertos y construcción de otros tipos de infraestructura.
Actualmente, Honduras y Corea están invirtiendo 5 mdd en un estudio de factibilidad para construir la primera ZEDE en el Golfo de Fonseca, desde el Puerto de Amapala, al sur del país.
A este clima de optimismo contribuyen las oportunidades que la industria maquiladora ha identificado pudieran derivarse de la iniciativa de las ZEDE para atraer inversión en sectores como salud, mediante la oferta de servicios especializados. En este sentido, ocurre una ampliación del régimen de zonas libres con más opciones, una de las más importantes es que podrán desarrollarse empresas, no sólo maquila, sino de diferentes rubros como la tecnología médica.
Componente estratégico
Pero antes de la puesta en marcha de estas zonas especiales, no puede desestimarse el peso que en la economía hondureña representan los parques industriales de procesamiento y las zonas libres. Todo el país ha sido designado como Zona Libre y gran parte de las empresas extranjeras opera desde estos sitios en condiciones favorables que superan la generación de 120,000 plazas laborales directas.
La maquila en 2015 exportó, según el Banco Central de Honduras (BCH), 4,086.7 mdd y para este año, la industria manufacturera proyecta envíos por 4,255.4 mdd. Los resultados obtenidos, afirma Manuel Bautista, presidente del BCH, se basan en un incremento en el volumen comercializado en el mercado internacional, principalmente en Estados Unidos, nación importadora de casi 90% de la producción maquilera hondureña.
Empresas de maquila textil, producción de arneses y otras dedicadas a brindar servicios de call centers potencian a su favor las facilidades de ubicación y mano de obra calificada y bilingüe; son parte de las cifras del crecimiento económico que ha reflejado Honduras en los últimos dos años al captar inversión extranjera directa (ied) y seguir generando empleos.
El año anterior, Honduras reportó un crecimiento de 5% en la ied. Las inversiones cerraron en 1,260 mdd en 2015 y la perspectiva en 2016 es sobrepasar los 1,300 mdd, según proyecciones conservadoras del BCH.
“Las zonas libres de exportación están dentro de los planes económicos del gobierno, como parte de su política de promoción de exportaciones e inversiones al igual que el plan 20/20”, señala el empresario Alberto Bográn, excandidato a la presidencia de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC).
Este impulso del gobierno ha llevado a incrementar las exportaciones del país, para darle paso a la dinámica de un sector vital de la economía que ha logrado mantener el crecimiento a un ritmo promedio anual de 3.5%.
Datos de la Oficina de Textiles y Ropa (Otexa) de la Administración de Comercio Internacional de Estados Unidos lo revelan: Honduras subió un escalón para convertirse en el séptimo exportador de productos manufactureros, lo cual muestra un pujante ritmo de esa actividad que posiciona al país como el cuarto mayor productor de telas en el mercado mundial, superando por amplio espacio a sus pares de la región como El Salvador, Nicaragua y Guatemala.
Para José Martín Chicas, vicepresidente de la Asociación Nacional de Industriales, una balanza comercial deficitaria en 4,000 mdd ha incidido en el estancamiento en la manufactura y la agroindustria; y, un similar comportamiento ha reflejado el sector construcción con un decrecimiento de 12%. “Esto ha provocado un desbalance poco satisfactorio para la economía hondureña”, opina.
Pero ese desbalance podría revertirse cuando el Plan 20/20 comience a rendir frutos y lo fundamental es el apoyo que el gobierno tiene del sector privado, señala. Sin embargo, “el éxito de ese plan se basa en un nuevo código tributario, amigable, simple y que posibilite al gobierno la recaudación de los impuestos, pero que también facilite a los empresarios pagar sus tributos, “y, sobre todo, que sea un instrumento jurídico competitivo con la región y con el mundo para poder captar toda esa inversión de la que se habla”, destaca.
Datos de la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM) establecen un crecimiento anual de 4.5% en el rubro y la tendencia apunta a un mayor desarrollo que se traduciría en la creación de 100,000 puestos de trabajo adicionales durante los próximos cinco años. La diversificación de las inversiones también ha contribuido a los buenos resultados de la industria.
El país se reinventa
El modelo económico de Honduras ha venido cambiando desde que empresarios locales aprovecharon la llegada de un nuevo gobierno para presentar un esquema de mayor participación en iniciativas de ley que estimulen la inversión y la generación de empleos.
“Somos un país de oportunidades en los sectores de infraestructura, energía, agroindustria y maquila y podremos captar más inversiones en la medida que seamos más competitivos, pero no entre nosotros sino con el resto del mundo, allí es donde vamos a poder ser atractivos a esa inversión”, dice el actual presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Luis Larach.
Los temas flacos de la competitividad no pueden desestimarse, señala Luis Larach, “hace falta un código tributario amigable con la inversión; debe realizarse una simplificación administrativa y aplicar una justicia pronta y efectiva para competir con el resto del mundo”. En su balance se imponen los puntos favorables: “Se está trabajando en un plan agresivo como el 20/20 basado en los sectores turismo, textil, manufactura o arneses eléctricos, servicio de apoyo a negocios (business procesing center), agroindustria y vivienda. Sólo en turismo se prevé generar 255,000 empleos adicionales en los próximos cinco años, en la medida que Honduras se posicione como destino líder de sol y playa en Centroamérica y el Caribe. Este sector tiene un potencial para generar exportaciones de 850 mdd. En el área textil se proyecta generar 200,000 empleos para 2020 y su potencial para generar exportaciones es de 4,200 mdd.
El servicio de apoyo a negocios generará 50,000 empleos adicionales hacia 2020, mediante el desarrollo de un polo de servicios con talento joven y bilingüe que pueda atender las últimas tendencias en procesos de negocios y tecnologías de información. Este sector tiene un potencial para generar exportaciones de 1,450 mdd”, agrega.
Al cierre del tercer trimestre de 2015, la actividad económica receptora del mayor flujo de ied fue transporte, almacenaje y telecomunicaciones con 245.1 mdd (28.9% del total), de los cuales 88.5% (217.0 mdd) se destinó a la mejora e innovación en los servicios de internet móvil y televisión por cable en telecomunicaciones.
Por su parte, la derrama económica de la industria de bienes para la transformación (maquila) llegó a 159.6 mdd. Con esa cifra se alcanzó una participación de 18.8% del total y se reflejó un aumento interanual de 6.2 mdd, lo cual se atribuye a la reinversión de utilidades efectuadas por las empresas dedicadas a la industria textil.
La industria manufacturera captó 88.8 mdd (10.5% del total), estos números muestran un incremento de 7.9 mdd con relación al mismo periodo de 2014, lo cual se explica por la reinversión de utilidades. Dentro de otras actividades destacan electricidad, gas y agua con 43.2 mdd (5.1% del total) y minas y canteras con 33.0 mdd (3.9% del total).
Nuevos negocios
El camino por recorrer aún es largo, sin embargo, Honduras está ganando atractivo con indicadores económicos estables y se están generando favorables perspectivas entre potenciales inversores. Lo mejor de todo es que son varios los sectores en donde ya se preparan negocios importantes que los empresarios no se piensan perder. Uno de estos es el turismo.
Se busca desarrollar el proyecto Corredor Turístico de Honduras, a un costo de 286 mdd. El primer paso se dio con la firma de un contrato de crédito entre el Grupo Empresarial Grodco de Colombia y el consorcio nacional Prodecon. El proyecto es financiado por JP Morgan Chase, banco Ficohsa y la Corporación Interamericana para el Financiamiento de Infraestructura (CIFI).
Adicionalmente, el proyecto —que consiste en la expansión a cuatro carriles de las principales carreteras entre al norte de Honduras— contará con la participación de la Multilateral Investment Guarantee Agency (MIGA), entidad perteneciente al Grupo del Banco Mundial. Durante la etapa de construcción se estima generar 4,000 empleos directos y más de 15,000 empleos indirectos, apunta Coalianza.
Algunas inversiones turísticas realizadas desde 2013 superan los 300 mdd. Una de ellas es Indura Beach & Golf Resort en la Bahía de Tela, exclusivo espacio con un impresionante campo de golf y un complejo que incluye 32 edificios (la mitad villas privadas y el resto cuartos de hotel). Otros intereses apuntan a Islas de la Bahía, en Roatán, destino singular de la actividad de cruceros, con inversiones superiores a los 22 mdd en el segmento hotelero.
“El turismo va en aumento y se están construyendo más hoteles y oficinas corporativas, tenemos potencial en el rubro de las convenciones”, dice Guillermo Orellana, presidente de la Cámara Nacional de Turismo en San Pedro Sula.
Hasta junio de 2015, la región había recibido 8.4 millones de turistas, lo cual significó un crecimiento de 8.1% con relación a similar periodo del año anterior, de acuerdo con las cifras consolidadas por la Secretaría de Integración Turística Centroamericana (SITCA).
Naturaleza de aventura, arqueología, sol y playa, culturas vivas y ciudades coloniales son los cinco destinos que buscan los turistas. Todos ellos están celosamente guardados en los 112,492 kilómetros cuadrados del territorio hondureño.
Por el desempeño económico, ahora tampoco resulta raro encontrar obras en construcción de hoteles, desarrollos inmobiliarios residenciales y comerciales durante el recorrido de más de 269 kilómetros por la ruta Tegucigalpa-San Pedro Sula-La Ceiba.
Además, después de años de rezago, Honduras ha venido ejecutando en forma gradual modernas obras y construcciones monumentales ante la expansión poblacional. El giro urbanístico está trazado en los diseños de pasos a desnivel, centros comerciales, complejos habitacionales y edificaciones verticales de novedoso estilo, algunas espectaculares como la Torre Panorama en San Pedro Sula, ciudad considerada polo de desarrollo comercial y de negocios en Honduras. Con la construcción de edificios verticales se busca cambiar la imagen del país con un toque de modernidad. Al menos la capital industrial de Honduras llegará a tener, entre 2018 y 2020, unos 100 edificios verticales.
El sector de la construcción sigue siendo uno de los mayores dinamizadores de la economía, afirma el expresidente de la Cámara de la Construcció, Osmín Bautista. El BCH prevé mayores flujos de inversión pública en infraestructura, pero todo dependerá de qué tan rápido se avance en la construcción de los ejes carreteros proyectados. De acuerdo con los rectores de la política monetaria, es importante invertir en temas estructurales que promuevan la productividad del país para no depender de ciclos económicos como el fortalecimiento del dólar a nivel internacional y las tasas de interés en Estados Unidos o la situación de la economía de China.
El proyecto de construcción del Corredor Logístico es uno de los temas que atrapa la atención de 8.6 millones de hondureños. La obra pretende unir al país desde el océano Pacífico hasta el Atlántico para formar una ruta que favorezca el desembarco de cargueros en sus principales puertos y la movilización de contenedores. El proyecto de inversión está redirigido a convertir a Honduras en el centro logístico de Centroamérica. Para lograrlo, el gobierno está invirtiendo 1,300 mdd en obras de infraestructura, que la consolidarán como un imán para captar nuevos capitales.
El ambicioso megaproyecto será la culminación del canal seco, del corredor turístico y de los corredores Agrícola, del Pacífico y de Occidente. La combinación de estas obras es la plataforma que el país necesita para seguir creciendo. Se prevé unir 291 kilómetros del corredor logístico hasta Puerto Cortés para completar 391 kilómetros que conecten a los puertos del Pacífico con el Atlántico. La obra estaría concluida en 2017.
Crecimiento a la vista
Honduras viene de ser una de las economías más pobres de la región, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sumida en crisis por la violencia, cuyo costo equivale al 4.6% del Producto Interno Bruto (PIB); el más alto índice de la Latinoamérica, según el informe de la entidad.
El estudio también alerta sobre los costos indirectos de la violencia en aspectos como el precio de la vivienda y la salud infantil y establece que el precio directo del crimen y la violencia en América Latina equivale en promedio a 3% del PIB.
Después de la crisis generada en 2009 con el derrocamiento del expresidente Manuel Zelaya Rosales, el actual presidente inició la política de apertura a la inversión extranjera y de promoción y participación en ferias internacionales a Honduras como una forma para levantar la economía del país. Los resultados actuales han sido moderados.
Hoy, el potencial económico pasa por la agroindustria, la industria de la maquila textil y de ensamble, el turismo, la minería, la industria de servicios (call center) y la construcción. Algunos empresarios como Jorge Faraj, recién electo presidente de la CCIC, prevén que la economía hondureña logre crecer hasta 6% al consolidar las bases para seguir estimulando el desarrollo. Por ahora, Honduras mantiene en firme su proyección de crecimiento económico de entre 3 y 3.5% en relación con el PIB real y en 4.75% el nivel de inflación, de acuerdo con la revisión del Programa Monetario 2015-2016 del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por ahora, el embajador de Canadá, Michael Gort, espera la concreción de varios proyectos de inversión que serán muy positivos para Honduras y para su país. En el rostro del diplomático se dibuja una tenue sonrisa. Él sabe que deberá darle tiempo al tiempo.