Luego de ausentarse en el boom de los dispositivos móviles, AMD quiere remontar en la carrera y recuperar el brillo. Sony, Microsoft y Apple son algunas de las empresas que creen en ella.   Pocas cosas cautivan a un público tanto como la historia de un regreso. El caso de un equipo que remonta el marcador, el boxeador que tras caer a la lona consigue el nocaut antes de la última campanada o la compañía que es dada por muerta pero logra, de alguna manera, recuperar el brillo, siempre han estado entre las favoritas del mundo. AMD, la empresa que hasta hace una década se disputaba con Intel el mercado de chips para computadoras y que perdió tracción hace unos años, quiere escribir su propio capítulo de gloria y recuperar el terreno cedido. No será fácil. Muchas cosas han cambiado en una década. Hoy la PC ya no es la reina, sino el smartphone y la tablet, dos dispositivos móviles en los que AMD no tiene participación. También se han acelerado las demandas de velocidad de procesamiento de datos y de gráficos, y los formatos de video han crecido de forma casi monstruosa. ¿Eso le quita el sueño a la directiva de AMD? No, pero si así fuera podrían desvelarse jugando en el Play Station 4 de Sony o en el Xbox One de Microsoft, dos consolas de última generación que incorporan un chip AMD, algo que Vladimir Rozanovich, vicepresidente corporativo de la compañía para América, considera un éxito monumental y un voto de confianza que implica el regreso de la firma a las grandes ligas. En entrevista con Forbes México, Rozanovich reconoce que, en efecto, los gráficos y la visualización adquirirán cada vez mayor relevancia en la industria del cómputo, y se muestra confiado de que AMD pueda destacar entre la competencia, gracias a las fortalezas que ha trabajado en los últimos años. AMD no fabrica sus chips, los diseña, externaliza su producción o licencia la tecnología a terceros. Ese modelo le da agilidad y rapidez de respuesta y extiende el alcance de su negocio, el cual también se ve favorecido por las adquisiciones hechas por la compañía en la última década, entre las que destaca ATI, en 2006, empresa que fuera el principal competidor de Nvidia en tarjetas de gráficos. Hoy es AMD. ¿El resultado? La integración del procesamiento de datos y de gráficos en una solución única, sin la necesidad de recurrir a una tarjeta de gráficos dedicada (a menos que la labor sea muy demandante), de bajo consumo energético y un precio más que competitivo. El segmento superior de sus productos también es muy valorado en la industria, tanto que Apple incluye un procesador de gráficos AMD en sus nuevas Mac Pro, su modelo de mayor desempeño.   El futuro está en la integración Quizás aún más importante, AMD cree que su futuro está en las soluciones integradas, chips a la medida de cada cliente, entre ellos:
  • Máquinas de juego. Desde el PS4 y el Xbox One hasta las tragamonedas de los casinos.
  • Firma digital. Esos pequeños dispositivos que sirven para capturar la firma de los clientes en restaurantes o tiendas minoristas.
  • Equipo médico. Dispositivos clínicos portátiles o fijos para realizar resonancias magnéticas o rayos X.
  • Equipo industrial. Desde producción hasta vigilancia.
  • Thin Clients. Es el reemplazo de la PC tradicional. Se trata de CPU livianos, con pocas prestaciones, que permiten conectar al usuario a una red central, desde la cual se distribuye la información.
  • Infraestructura comunicativa. Redes, switchers e infraestructura para el Internet de las Cosas (IoT).
Todo eso permitiría a la compañía distanciarse de su negocio tradicional, el cual, además, tiene un futuro promisorio gracias a los clientes corporativos y de gobierno: “El mercado de consumo ha estado a la baja un poco para notebooks y desktops, y por fin ha comenzado a estabilizarse, pero en el mercado comercial, debido a la actualización de software —la descontinuación de Windows XP— tenemos una enorme renovación de equipos en puerta. Nuestro mercado comercial, de hecho, está creciendo.” Añade: “En la última década nos hemos enfocado en la PC. El 80% de nuestros ingresos proviene de laptops y computadoras de escritorio. La meta corporativa es construir las bases de negocios integrados, semicustom y computadoras no tradicionales —como thin clients—, y crecerlos todos para que representen 50% de nuestro ingreso.” El otro segmento de mercado que AMD quiere recuperar es el de los servidores, del que dominaban 30% hace unos años. “Fuimos los primeros en ofrecer 64 bits, doble núcleo, 16 núcleos en el ambiente de servidores. Lo que veo es que para finales de 2016 verán un nuevo portafolio de AMD en el segmento de servidores.” Y hay más. “La explosión en el mercado de wearables y sensores sólo significa que los centros de datos y el almacenamiento continuarán aumentando en importancia, particularmente en lo que respecta al costo. Si miras el almacenamiento tradicional, siempre ha sido muy costoso, y es ahí donde AMD ha tenido un gran éxito con el portafolio X86, pero creo que seguirá creciendo.”   Sin arrepentimientos Con la explosión en la popularidad del smartphone y las tablets parece ilógico que un fabricante de chips quiera eludir entrar en un mercado tan jugoso. Intel lo ha intentado sin éxito, lo cual ha dejado a Qualcomm como la principal opción para los fabricantes. No obstante, Rozanovich no se arrepiente de ello, pues se trata de un segmento en que “los márgenes y la ganancia son pequeños y livianos”. Tony Fernández-Stoll, general manager de AMD para Hispanoamérica, va más allá. Afirma que “la mayoría de las tablets en venta le hacen daño al mercado”, y explica que un aparato de menos de 100 dólares no puede dar un rendimiento aceptable y genera una mala experiencia entre los usuarios. “Nosotros vemos a las tablets como un dispositivo de consumo. Muchos usuarios dicen: ‘quiero que me devuelvan la funcionalidad, quiero ser productivo, quiero poder escribir efectivamente, quiero usar PowerPoint, Excel’, y no tendrás eso en una experiencia de tablet”, sentencia Fernández-Stoll.

Tony Fernández-Stoll, general manager de AMD en Hispanoamérica, y Vladimir Rozanovich, Corporate VP de AMD en el continente, en la sede de la compañía en la Ciudad de México.

    México, la estrella de la región Nuestro país es la tercera geografía en importancia para la compañía; aquí, de acuerdo con cifras de IDC, controla 25% del mercado de consumo comercial. Para AMD, México es muy estable. “Ha sido un país en el que hemos decidido invertir, en el que tenemos una oficina, gente; han adoptado nuestra tecnología; tenemos una gran relación con proveedores locales, como Lanix, que da servicio al mercado gubernamental y corporativo”, afirma Rozanovich. Para Fernández-Stoll, quien tiene dos años al frente de Hispanoamérica, hay una representación equivocada del consumidor mexicano: “Se dice que es un consumidor de bajo poder adquisitivo. No lo es. Si ves la participación  que tenemos y en dónde está en México, nuestros productos de gama media y alta tienen un muy bien desempeño. El año pasado, un producto de HP, A6, que es un producto medio para nosotros, fue el producto más vendido en tiendas minoristas en el país, en volumen.” Para él, la oportunidad es comercial y espera que se dé en el sector de gobierno durante la segunda parte del año, una vez que comiencen a traducirse en acciones concretas las reformas estructurales aprobadas en el país. Pero eso es el futuro cercano. Hoy, Fernández-Stoll confía en que además de sus asociaciones con Sony, Microsoft, Apple, Dell o HP, “cualquier cosa con un monitor, excepto smartphones y tablets, tendrá un procesador AMD (pantallas de aeropuerto, por ejemplo) gracias a los gráficos y al consumo de energía”. Bueno, todo regreso requiere de verdaderos creyentes, y a juzgar por los amigos que está haciendo, AMD podría estar a punto de escribir un capítulo memorable en su historia.

 

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