Muchas empresas, especialmente las más grandes, hacen que sus candidatos pasen por varias entrevistas presenciales, a veces, todas en un solo día. Te decimos cómo superarlas.   Por Susan Adams En Forbes.com hemos publicado muchas historias sobre cómo salir airoso de una entrevista de trabajo, pero en nuestros artículos asumimos que te reunirás con un solo director de recursos humanos o, a lo sumo, un par de personas más. Sin embargo, para muchos candidatos el desafío más grande llega una vez que han superado esos filtros iniciales, incluyendo una entrevista telefónica y una reunión inicial uno a uno en la oficina de su posible empleador. Una vez que están siendo considerados seriamente para un trabajo pueden terminar en lo que se conoce como una entrevista de trabajo maratónica. Estas sesiones pueden durar un día entero, extenderse sin descanso hasta la hora de la comida y hasta las bebidas después de la oficina. Lending Club, un prestamista en línea con sede en San Francisco, 840 empleados y 213 millones en ingresos, mantiene habitualmente entrevistas maratónicas, dice su directora de Recursos Humanos, Angela Loeffler. El número mínimo de entrevistas es de cuatro: un miembro del personal de recursos humanos, el director de recursos humanos en el departamento del candidato, un colega potencial de ese departamento y un empleado de otro departamento. Para el personal de nivel superior, como vicepresidente de la compañía, ese número se puede disparar hasta 12. “Queremos ser muy transparentes acerca de quiénes somos”, dice Loeffler. Para los candidatos que vuelan desde fuera de la ciudad, o los que trabajan a tiempo completo, también tiene sentido hacer todas esas entrevistas en un solo día. También ayudan a Lending Club a tomar una decisión rápidamente. Loeffler dice que la empresa toma su decisión acerca de si se debe o no extender una oferta dentro de una semana posterior a la entrevista. Otros empleadores que tienen entrevistas maratónincas: las ONG como Teach for America, el programa New York City Teaching Fellows, y el Coro Fellows, un programa de capacitación en liderazgo. Empresas como Microsoft, Boston Consulting Group y PwC realizan entrevistas que duran varias horas en un solo día. El Servicio Exterior de Estados Unidos realiza entrevistas grupales, donde un total de 12 candidatos deben tratar de llegar a una solución a un problema prescrito. Para consejos sobre cómo sobrevivir a estas agotadoras sesiones busqué a Liz Lierman, directora del centro de desarrollo de carrera en Mount Holyoke College, al Loeffler en Lending Club y Alexa Merschel, jefa de reclutamiento de PwC. Aquí está su sabiduría, condensada, junto con algunas de mis ideas: 1- Prepárate, prepárate y prepárate un poco más. Pasa tanto tiempo como sea posible preparándote para una entrevista de todo el día. Cubriré algunos de los retos específicos a continuación, pero de todos modos no creas que podrás improvisar. 2- Pregunta a tu contacto qué debes esperar. ¿Cuántas personas se reunirán? ¿Cuáles son sus puestos? ¿Qué temas esperan cubrir? ¿Te presentarán un estudio de caso? ¿Habrá una sesión de grupo con otros candidatos? ¿Las entrevistas se harán a la hora de la comida? ¿Habrá otra oportunidad para socializar, como bebidas al final? 3- Prepárate con historias. Llega armado con al menos tres anécdotas breves pero detalladas acerca de ti mismo. Deberán reflejar los desafíos que has enfrentado, y cómo las superaste. ¿Se esperaba que aumentaras las ventas 30% en seis meses mientras viajabas a oficinas satélite? ¿Montaste una campaña en redes sociales mientras hacía malabares con las llamadas de ventas y escribías materiales de comunicación interna? Para los jóvenes, ésta puede ser una pregunta difícil de responder. “Piense en ejemplos de cuando perseveraste para remontar un obstáculo”, dice Lierman. Habla acerca de un proyecto académico y qué solución encontraste. 4- Investiga a fondo a tu potencial empleador. Sea cual sea la compañía que te esté entrevistando, lee y digiere todas las páginas web de la empresa, busca noticias y asegúrate de saber quiénes son sus competidores. No necesariamente vas a poner sobre la mesa cualquiera de estos temas, pero deberás estar preparado para hablar inteligentemente acerca de ellos en caso de que te pregunten. Trata de encontrar a ex empleados en LinkedIn y pregúntales si pueden hablar por teléfono o, idealmente, tomarse un café contigo. Pregúntale acerca de las fortalezas y desafíos de la compañía. 5- Mantente enfocado en lo positivo. Cuando el entrevistador te pida que hables de ti, enfócate en una historia positiva y lineal que haga hincapié en tu interés por el trabajo. Por ejemplo, si has trabajado en el negocio y has decidido solicitar una beca para estudiar un posgrado, nunca menciones que te has cansado del empleo y que buscabas cambiar de aire. La misma regla aplica si estás planeando dejar una empresa en la que has dejado de ser feliz. Habla acerca de tus éxitos del pasado y cuán emocionado estás ante la perspectiva de un nuevo desafío. 6- Prepárate para escuchar más que hablar. Cuando una amiga mía fue entrevistada por una ONG, estaba increíblemente bien preparada (trabajaba en el campo en un alto cargo en otra institución sin fines de lucro) con anécdotas sobre sus logros y preguntas para su potencial empleador. Pero su entrevistador habló durante 45 minutos seguidos, describiendo la institución y sus desafíos. Eso le dejó menos de 15 minutos a mi amiga para exponer su caso. El entrevistador, obviamente, tiene mucho que aprender, pero sus tácticas, desde mi experiencia, son comunes. El reto consiste en escuchar con atención, eso hará ver tu nivel de interés por lo que el entrevistador esté diciendo y tratar de retener la mayor cantidad posible de información. 7- No esperes comer durante la hora del almuerzo. Aunque una empresa como Lending Club afirma que la comida es un momento para que los candidatos se den un respiro y se relajen, no lo hagas. A tus entrevistadores les importa si eres socialmente hábil y te relacionas fácilmente. Ésta es una buena oportunidad de hacer preguntas. Consulta a tus compañeros de comedor sobre su carrera y qué les parece su empleador. Recuerda que todavía estás siendo evaluado. No tendrás tiempo de comer mas que un par de bocados. 8- Toma notas durante los descansos. No tomes notas durante una comida o durante una entrevista. Cuando tengas un descanso, anota algunos de los puntos más destacados. Éstos serán muy útiles cuando escribas tus notas de agradecimiento. Presta especial atención a las descripciones de los retos de la compañía. Tu primer trabajo será ofrecer soluciones a los problemas. 9- Pide las tarjetas de visita de todos y ofrece la tuya. A menos que tengas una memoria fotográfica, no serás capaz de recordar los nombres y cargos de todos aquellos con quienes te entrevistaste, especialmente si hablas con 12 personas. Puedes sacar tu pluma brevemente y escribir unas palabras para recordar detalles como “barba, habló de el aumento de las ventas”. 10- Mantén alta tu energía. Combate la fatiga. Siéntate con la espalda recta, inclínate ligeramente hacia adelante en tu silla, ríete de los chistes de tu entrevistador y haz contacto visual con él. Sonríe tanto como parezca apropiado. Expresa tu pasión por la posibilidad de conseguir el trabajo, tanto verbal como no verbalmente. 11- Toma notas antes de terminar. Al final de un día de entrevista maratónica es probable que te sientas completamente desgastado, pero no cedas inmediatamente: siéntate frente a la computadora o una libreta, y toma nota sobre los puntos más destacados del día; lo necesitarás para escribir las 12 notas de agradecimiento al día siguiente.

 

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