Tiene sólo 39 años, pero este inversionista activista ha logrado llamar la atención de Wall Street por su enfoque pragmático y su buen ojo.   Por Antoine Gara En el mundo cada vez más poblado de los administradores activistas de fondos de riesgo, Patrick Walsh, de 39 años, juega contra las probabilidades. El fundador de PW Partner, la firma de 150 millones de dólares (mdd) de Chicago no fue educado en Wharton y no tiene pedigrí de Ivy League ni un MBA. No fue aprendiz de ninguna leyenda de los grandes fondos como Carl Icahn, Dan Loeb o Bill Ackman, y evita los debates públicos que hacen de los activistas los favoritos de los medios de comunicación. No tiene ningún publirrelacionista y, de hecho, no tiene ni un trader que mueva sus acciones. Walsh es una activista del DIY (siglas en inglés de hágalo usted mismo). Cuando pone le ojo en una nueva empresa, por lo general un restaurante donde el crecimiento ha desaparecido, su receta no es sólo la reingeniería financiera. Él disfruta la oportunidad de arremangarse y ofrecer nuevas ideas a la gerencia para reducir costos y mejorar las operaciones. Es por eso que Forbes va en el asiento del copiloto de su Honda Civic blanco mientras recorre la calle 52 en Nueva York. Acabamos de regresar de una visita a uno de sus negocios, un recientemente inaugurado BJ Restaurant & Brewhouse en Nanuet, NY. Ya en Manhattan, Walsh habla sobre estrategias de inversión mientras estamos atrapados en el tráfico. “Creo que quieres enfocarte en el valor por acción, pero no se trata de crear un imperio sólo porque sí”, dice. En BJ habíamos devorado una comida de muchos miles de calorías con cerveza artesanal (elaborada en las instalaciones), rollos Santa Fe, pizza con pollo y salsa Alfredo y hamburguesas con queso y tocino. Walsh fue inflexible e insistió que probara su postre favorito: Un pastel con forma de frisbee de 5 cm de grosor hecho de bombón al horno, galleta de chocolate y helado llamado “Pizookie”. Él no pudo terminar el suyo. El festín fue diseñado para dar una idea de una de las inversiones de Walsh con mejor desempeño, el rápido rescate de BJ’s Restaurants. Walsh está en el consejo de Huntington Beach, una cadena en expansión de 159 restaurantes con ingresos anuales por 845 mdd. Compró una participación de 5% a un precio promedio de 30.41 dólares por acción a principios de 2014, después de que el crecimiento del BJ’s se había desacelerado, exponiendo ineficiencias operativas que recortaban sus márgenes de ganancia. Luego se acercó a la dirección con un plan de ahorro de costos avalado por el fondo activista Luxor Capital de Nueva York. El CEO de BJ’s, Greg Trojan, dice que la atención por el detalle y la falta de ego de Walsh lo convencieron. “Hay una etiqueta para los que siempre piensan que son los más listos en la sala”, dice en referencia a la mayoría de Wall Street. “Patrick no está en esa categoría.” Inicialmente Walsh expresó su preocupación por el gasto en marketing de BJ’s, que casi se duplicó a 17 mdd en 2013 aun cuando las ventas en mismas tiendas cayeron 1% y las ganancias 33%. Era parte de un proceso para simplificar el menú del BJ’s y mejorar la eficiencia de la cocina a través de la introducción de su Brewhouse Burger, una hamburguesa de 5 onzas con ingredientes extravagantes por menos de 10 dólares. Walsh se convenció de que la nueva estrategia de Trojan para el menú aceleraría los tiempos de respuesta en la cocina, y mostró sus preocupaciones. El gasto en marketing subió a 19.5 mdd en 2014. “Me dio una gran confianza que desde el principio fuera tan reflexivo y dispuesto a escuchar”, dice Trojan, quien atribuye gran parte del programa de recompra de 150 mdd de BJ’s al consejo de Walsh y da crédito al activista por dar atención a un plan de ahorro de costos que aumentó los márgenes de los restaurantes. Las acciones de BJ’s ahora cotizan en 50 dólares, un aumento de 55% desde que Walsh tomó un asiento en el consejo, en junio de 2014. En el primer semestre de 2015 los ingresos aumentaron 7.5%, y los márgenes aumentaron 230 puntos base, ayudando a casi duplicar las ganancias por acción. BJ’s no es el único restaurante que Walsh ha hecho una gran marca. En 2010 lideró un grupo que construyó una participación de 7% en Denny’s y perdió por poco una guerra interna para cambiar la dirección de la compañía. Walsh consiguió una ganancia después de una larga pelea, con rendimientos de más de 50% en menos de un año. Él entonces se enfocó en Red Robin Gourmet Burgers, haciéndose de una participación de 13.5% y negociando un asiento en el consejo en 2011. Logró 20 mdd en ahorros y gano casi 80% en menos de un año. Esas han sido grandes operaciones de Walsh, pero también le dieron una dura lección acerca de dejar dinero sobre la mesa. Las acciones de Denny’s se han cuadruplicado y las de Red Robin casi triplicado desde que vendió sus participaciones. Famous Dave’s of América se ha duplicado desde que Walsh tomó una participación de 10% a finales de 2012. En su primer año como director el flujo de caja operativo subió 66%. Los beneficios de explotación han sido estelares, él vendió 45% de su participación en junio por un 280% de ganancia, pero mantiene el resto. Walsh dice: “El dinero de verdad se hace en el largo plazo. Me di cuenta de eso con Red Robin.” Una vez que logra un espacio en el consejo, su estrategia es encontrar pequeños ahorros que se sumen, desde apagar el aire acondicionado durante la noche hasta cambiar los horarios de recolección de basura y la simplificación del menú. En Red Robin estaban a punto de comprar aguacates enteros, en vez de pre cortados, y luego pensaban cortarlos en la tienda. Para BJ, encontró un ahorro en todos los artículos no alimenticios como bolsas de basura, manteles y jabón para lavavajillas. Como miembro de la junta directiva de BJ’s come gratis en los restaurantes de la compañía y lleva a su esposa y a sus tres hijas jóvenes a BJ’s tanto como es posible para medir la afluencia y platicar con los empleados. Él incluso telefonea al CEO Trojan, alarmado, si los meseros no intentan venderle a él o a sus hijos el postre Pizookie. Dado el tamaño relativamente pequeño de Walsh entre los fondos de cobertura activistas, hábilmente ha formado alianzas con jugadores más grandes y prominentes. Además de Luxor, Walsh trabajó en 2012 con HG Vora, el fondo de 2,000 mdd de Nueva York una recompra de acciones a 5 dólares por título en Apollo Global de Great Wolf Resorts de Madison, Wisconsin, un operador de parques acuáticos y hoteles. La posterior compra de la compañía a 7.85 por acción le dio una rentabilidad de 80% para Walsh y la empresa en cuestión de meses. En su última inversión, en Del Taco de Lake Forest, California, Walsh levantó decenas de millones de dólares de varios fondos después de que Larry Levy, un experto en restaurantes y del servicio de alimentación de Chicago, le pidió ayuda para comprar el control de la prometedora cadena de comida mexicana. Su fondo ya ha crecido 80%. Desde que formó PW Partners en 2012 la única pérdida que la cartera de Walsh ha tenido es una participación de 10% en Town Sports international, la empresa matriz de New York Sports Club, que él compró en agosto de 2014. NYSC continúa luchando por competir con Planet Fitness y SoulCycle y las acciones han bajado 60% en lo que va del año. Pero Walsh ganó recientemente una campaña de accionistas junto con otros fondos Farallon Capital para reemplazar a la junta directiva. En junio fue nombrado presidente ejecutivo. Hijo de un socio de contabilidad en KPMG y un ama de casa, Walsh se crió en Foxboro, Massachusetts. Su interés en la inversión proviene de un fatídico viaje en elevador con Warren Buffett en 1995 como pasante de verano de 19 años de edad, en el departamento de contabilidad de Gillette. Buffett estaba en el consejo de Gillette, pero el Oráculo de Omaha no estaba en el radar de Walsh. Un colega tuvo que decirle que había estado en el elevador con el mayor inversionista vivo de Estados Unidos. Intrigado, Walsh compró la biografía de Buffett de Roger Lowenstein, The Making of an American Capitalist, y rápidamente se obsesionó. Ha leído todos los informes anuales de Berkshire Hathaway y se ha convertido en un asistente habitual a las juntas de accionistas de la compañía, incluso insistiendo a su esposa que lo acompañe. Ese viaje en elevador también causó que Walsh trazara un camino metódico hacia la administración de dinero, con el objetivo de aventurarse por su cuenta. Después de graduarse de la Universidad de Boston en 1998 con una licenciatura en contabilidad, Walsh pasó tres años en Atlanta, donde trabajó en el sector inmobiliario de capital privado para Prudential Capital y obtuvo una certificación como analista financiero. Luego pasó seis años en Wall Street, primero como analista y luego en la banca de inversión en Deutsche Bank, donde llegó a vicepresidente y trabajó en la compra de Equity Office Properties por 39,000 mdd. Sin ningún tipo de contactos, Walsh aprovechó su fuerte ética de trabajo y su gusto por analizar los detalles financieros para volverse una referencia en ofertas complejas, dice Devin Murphy, ex jefe de bienes raíces del grupo de banca de inversión de Deutsche Bank. Pero la verdadera pasión de Walsh estaba en la inversión. Así que en febrero de 2008 Walsh cobró su bono de 400,000 dólares y aceptó un salario 80% menor para unirse a Oak Street Capital, el fondo de riesgo con sede en Chicago, para comenzar a construir un historial de inversión. A los pocos años estaba dirigiendo sus primeras ofertas activistas que lo llevaron a Denny’s a principios de 2010 y luego a Red Robin. Con un número de acuerdos ganadores y una familia en crecimiento en casa, Walsh formó PW Partners cuatro años más tarde, en 2012, con 1 mdd en ahorros, así como recursos de amigos, colegas e inversionistas. Como la mayoría de otros inversionistas de riesgo, Walsh aprovecha la obtención de un conocimiento íntimo de sus objetivos y tiene una obsesión por la búsqueda de empresas que siente son baratas sobre una base de flujo de efectivo. La mayor parte de sus 150 mdd en activos proviene de la apreciación de sus inversiones. Actualmente se encuentra en una búsqueda para alcanzar un crecimiento más rápido, en parte porque los fondos de inversión de 1,000 mdd o menos no son detectados por los radares de la mayoría de los inversionistas institucionales. Recientemente contrató a un director de operaciones y espera contratar a un analista en breve. A pesar de su exitosa carrera de inversión en acciones de restaurantes, Walsh sabe que debe expandirse más allá de la cocina. Town Sports, dueño de 158 clubes deportivos, será la prueba de fuego para Walsh como un operador activista. Después de años de recortes de precios, la compañía ha decepcionado a Wall Street en los departamentos de aumento de socios y de aumento de ingresos. Los competidores como Planet Fitness y jugadores de nicho como SoulCycle y Blink le están comiendo participación de mercado. “A los gimnasios tradicionales que quedan en medio les resulta difícil competir”, dice el analista John O’Neil en Imperial capital. “Me he reunido con 120 de nuestros gerentes generales en las últimas semanas”, dice Walsh, quien recita una lista de errores de marketing de la compañía, incluyendo la falta de estrategia de redes sociales. “Se trata de empoderarlos. En el pasado les han dicho qué hacer”, dice Walsh. “Estoy diciéndote que eres el CEO individual de tu unidad, y que deberías funcionar como una pequeña empresa.” Las palabras de ánimo de Walsh no deben ser confundidas por un nuevo enfoque de no intervención. Si su historial es una pista de lo que piensa hacer en Town Sports, pueden estar seguros de que Walsh pasa una buena cantidad de tiempo en el gimnasio quemando esos Pizookies.

 

Siguientes artículos

5 pistas sobre el derrumbe de las materias primas
Por

Los precios de las materias primas están en niveles mínimos de 13 años. ¿Qué repercusiones tiene esto en las economías d...