Crédito Real estableció una alianza con Habvita, constructora que desarrolla pequeños volúmenes de casas en zonas rurales y cuenta con el visto bueno de la Sociedad Hipotecaria Federal para arrancar el negocio de proveer casas a la base de la pirámide.   Crédito Real, Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom), ofertará en los próximos meses financiamientos para la adquisición de casas con valor de 80,000 pesos en regiones alejadas del país, revela a Forbes México Ángel Romanos Berrondo, director general de la firma. La empresa incursionará en el segmento de Agencias Productoras de Vivienda (APV) con la firma Habitación y vida (Habvita), que está registrada ante la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y cuenta con proyectos en Campeche, Chiapas, Distrito Federal, Durango, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Querétaro y Veracruz. “Lo que hacen las constructoras es convertir las casas de lámina en una casita de tabiques de dos recamaras en 38 metros cuadrados”, explica Romanos Berrondo. En la actualidad, la SHF tiene registradas 31 APV que cumplen con los requisitos para operar proyectos de autoproducción asistida, entre las que se encuentran Ecoblock Internacional (¡Échale! a tu casa), Mexicana de Servicios para la Vivienda (Mexvi), y Mejoramiento Integral Asistido (MIA), por mencionar algunas. Habvita es una empresa fundada por los hermanos Alfonso y Santiago Serrano Gómez en 2007. El nombre de la firma cambiará por la asociación establecida con Crédito Real, aunque aún no se ha definido el concepto. La escasez de vivienda en México se traduce en la falta de casas para cubrir el número de familias existentes. Al problema se suma el hecho de que hay moradas que no cumplen con las condiciones mínimas de tamaño y calidad, una situación que afecta a 35% de los hogares mexicanos, de acuerdo con el estudio Varios hacia una vivienda, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La población más afectada es la de más bajos ingresos en la región, segmento denominado como la base de la pirámide (BDP), que representa a 360 millones de personas con ingresos menores a 272 dólares mensuales cada una en Latinoamérica, según la paridad del poder adquisitivo de 2005. “Los mercados de vivienda tradicionales han ignorado en gran medida la BDP, ya que las viviendas construidas formalmente son costosas, y el financiamiento hipotecario sólo está disponible en la mayoría de los países para los segmentos de la población con los ingresos más altos”, dice el BID. Crédito Real ve una oportunidad en el modelo de negocio para construir este tipo de viviendas. El modelo se basa en el fondeo que otorga la Sociedad Hipotecaria Federal para la edificación de las casas con garantías de primeras pérdidas de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), ya que la principal limitante de estas empresas es la obtención de más fondos por parte de los organismos existentes. “Yo no lo veo como un crédito hipotecario, porque es a (pagar) a 3 o 4 años. Estamos viendo cómo vender estas casas vía nómina o como microcréditos con los grupos de señoras para venderles una casita”, revela el director de Crédito Real, quien asegura que la Sociedad Hipotecaria Federal ya autorizó la línea de crédito para la empresa hace un mes, aunque no revela el monto destinado. Para el BID, este modelo es cada vez más atractivo para las organizaciones que participan en la construcción de viviendas para personas de bajos ingresos. “Compañías como los urbanizadores de viviendas, intermediarios financieros y proveedores de materiales de construcción se están moviendo hacia este mercado, ofreciendo una serie innovadora de conexiones, servicios y productos hechos a medida, que hacen que las viviendas mejoradas sean asequibles y accesibles para las familias de bajos ingresos.” La inversión estimada que se requiere para cubrir el déficit de vivienda en América Latina y el Caribe gira en torno de 310,000 millones de dólares (mdd), según el BID. La constructora asociada sería la primera con la que Crédito Real estaría trabajando, aunque espera llegar a más. En la actualidad, esta firma construye 2,000 casas, pero tiene una capacidad para erigir 5,000 al año.   ¿Un negocio redituable? La población que corresponde a la BDP está conformada por 4,000 millones de personas a nivel mundial, la cual invierte cerca de 331,800 mdd anuales en vivienda, su segundo gasto en importancia después de la compra y preparación de alimentos, dice el BID. El organismo internacional estima que los mercados de vivienda de este segmento de la población en México gastan 16,000 mdd al año, mientras que Colombia y Brasil registran gastos en viviendas por 8,000 mdd. En México, el negocio tiene buena salud. Sin embargo, Crédito Real también tiene un reto frente a la competencia. En el país opera el programa Patrimonio Hoy, que depende de Cemex, así como Fomepade, Sofom que también otorga créditos para la obtención de casas en el segmento BDP. Por ahora, Ángel Romanos está concentrado en la creación o compra de un banco, pero no pierde de vista nuevos negocios para Crédito Real. “Siempre estamos mirando oportunidades en las necesidades menos atendidas que tiene la población.”

 

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