Raúl De Anda Álvarez y Jose Antonio Medina Reynoso son dos jóvenes mexicanos que coincidieron en este mundo para una cosa: ayudar.   Son contemporáneos. Raúl tiene 29 años de edad y Jose 30. Ambos se conocen desde los 6 años, ambos han sido misioneros para ayudar en países donde la pobreza ha degradado la dignidad humana, ambos han trabajado en empresas financieras, ambos experimentaron una atracción por el emprendimiento social, ambos decidieron que ayudar era lo que más deseaban hacer en la vida y ahora ellos son los más irrazonables de México. Raúl (o Rulo, para los cuates) estudió ingeniería industrial en la Universidad Anáhuac, y al egresar trabajó en una casa de bolsa. Este trabajo le dejó muy claro que no quería seguir haciendo a unas cuantas personas más ricas sin un sentido humano y generoso. 2-A“Me di cuenta de la mala distribución del dinero en un artículo que decía cómo, en nuestro país, menos del 10% de la población controla más del 70% de la riqueza. Entonces dije: si mi meta personal en la casa de bolsa es generar riqueza, por como está diseñado el sistema, por cada persona que yo hago más rica hago a 70 personas más pobres. Creo que eso me hizo darme cuenta de que no quería ser parte de eso y renuncié, y me fui a la República Centroafricana como misionero, durante seis meses”, platica Rulo. “Ese viaje me sirvió para saber a qué quiero dedicarme el resto de mi vida. Ya decidí que quiero dedicarme a ayudar gente.” Por su parte, Jose (o Joe, también para los cuates) estudió la licenciatura en administración financiera en el Instituto Tecnológico de Monterrey. Al concluir sus estudios superiores trabajó en un área de su alma mater relacionada con el emprendimiento, pero la idea de ayudar no dejaba de hacer ruido en su cabeza. Haber estudiado en un colegio católico le dio la oportunidad de ser misionero y le permitió saber que ayudar sería parte de su vida. 3-AJose disfrutaba las finanzas, le gustaba ayudar y le atraía el tema del emprendimiento, así que pensaba seriamente en la forma de combinar estas tres cosas que le atraían. Con tantas coincidencias entre Raúl y Jose, no fue extraño que en algún momento de sus vidas se encontraran trabajando en el mismo lugar. Ambos coincidieron al trabajar para una organización dedicada a buscar y apoyar startups que atacaran problemas específicos. Es en ese momento que deciden hacer algo más que ayudar. Deciden ayudar a quienes ya están ayudando. Así, toman sus cositas, dejan su trabajo y se lanzan por su cuenta a buscar la forma de acelerar proyectos emprendedores encaminados a solucionar los problemas más apremiantes de México. Empiezan entonces la búsqueda de un modelo adecuado para ello, y desde la sala de la casa de los padres de Raúl, la cual fue tomada como oficina, inicia una increíble aventura emprendedora que ha tenido ya impacto en 20 estados del país. Joe y Rulo encontraron en Estados Unidos el Unreasonable Institute (Instituto Irrazonable), un modelo de aceleración que acerca a los emprendedores todo lo que necesitan para escalar soluciones a los problemas más grandes del mundo en programas que van desde cinco días hasta cinco semanas, un modelo que actualmente opera en Estados Unidos, Sudáfrica, Marruecos, Ghana, Francia, Ecuador, India, Nueva Zelanda y Japón. La meta del Instituto Irrazonables es ayudar a los emprendedores a escalar hasta impactar de manera significativa con sus empresas la vida de por lo menos un millón de personas cada una. Emocionados con este concepto, Raúl y Jose levantaron la mano para traer este programa a México. “Hasta que conocimos a los que manejaban este modelo en Estados Unidos y tras varios meses de generar una relación con ellos, nos proponen y nos platican que están expandiéndose a México y al este de África. Y había precisamente un equipo levantando la mano en la Ciudad de México, y a nosotros nos tocó literalmente lanzar (realizar) una aplicación escrita, entrevistas y todo un proceso de selección, hasta que nos avisaron que habíamos sido seleccionados para firmar el instituto. Ahí es donde empezó esta maravillosa aventura de mano del Unreasonable Institute”, explica Jose a Forbes México. Así, en 2013 inicia operaciones Unreasonable México, y en 2014 lanza la convocatoria para seleccionar a la primera generación de emprendedores irrazonables, quienes se fueron a vivir cinco semanas al Instituto Irrazonable en Aguascalientes. Y debido al éxito de la primera edición del Instituto, en 2015 se repite con otras 11 increíbles ideas irrazonables. “Dos generaciones. Han egresado 38 emprendedores de 22 empresas. Estamos superemocionados. Acabamos de hacer la evaluación 12 meses después de la primera generación. De las 22 empresas (egresadas), 100% siguen vivas. Nuestra primera generación ya llegó a beneficiar a decenas de miles de personas y han levantado más de 43 millones de pesos de inversión”, expone Rulo. Para Raúl, lo más difícil de este proyecto ha sido decir no a cientos de ideas fabulosas por no tener capacidad para acelerar a todas. “Por ejemplo, este año aplicaron 240 empresas al Instituto –más de 400 en dos años–; de esas, sólo seleccionamos 11 por año… es la parte más emociónate, porque por un lado estamos leyendo y dices: no mames y si éste es el siguiente Gandhi, el siguiente Nelson Mandela, el siguiente César Chávez… Entonces, decirles no, es muy difícil”, afirma Rulo. Actualmente, estos jóvenes y su equipo trabajan arduamente para ampliar su alcance y en un futuro regionalizar en todo el país este modelo de aceleración para llegar cada vez a más mexicanos. “Ahora, ¿qué pasa si más adelante podemos regionalizar el modelo?, y encontrar a emprendedores del sureste del país a quienes les podamos conseguir mentores y recursos del país… no descartamos la idea de regionalizar los institutos. Nosotros aún estamos experimentando un montón de cosas, pero parte de la experimentación está en entender cuáles son los recursos que más ayudan a los emprendedores, y no descartamos ninguna vía”, señala Joe.   En busca de más irrazonables Ahora, Unreasonable México busca a la próxima generación de emprendedores irrazonables, aquellos que sean capaces de transformar la realidad de millones de mexicanos. Seleccionarán alrededor de 15 emprendedores, quienes vivirán cinco semanas en una misma casa en Aguascalientes junto con 50 increíbles mentores, como Arturo Galván, fundador de la empresa que trajo internet a Latinoamérica, o Kamran Elahian, un emprendedor serial que fundó tres empresas que hoy cotizan en la bolsa. Los emprendedores elegidos también podrán trabajar durante su permanencia en el Instituto con decenas de fondos y fundaciones, y recibirán entrenamiento personalizado para escalar sus empresas e impacto, y eventualmente beneficiar a un millón de personas. ¡Increíble, no? Unreasonable México acepta todas las ideas y proyectos irrazonables encaminados a empoderar sectores vulnerables, impulsar el desarrollo comunitario, así como a solucionar problemas prioritarios de salud, medio ambiente, educción y generación de ingresos. Si tienes una idea irrazonable y quieres aplicar, ingresa aquí para busca un lugar en el Instituto. La fecha límite es el 11 de enero. En este espacio le daremos seguimiento a la próxima generación de empresas irrazonables. Si quieres apoyar estos proyectos, te invito a que sigas pendiente de este espacio para enterarte de quiénes serán los emprendedores irrazonables 2016 y la forma de apoyarlos para escalar sus proyectos y hacer un México más justo y con oportunidades para todos.   Contacto: Correo: [email protected] / [email protected] Twitter: @elopez_loyola   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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