Si el empresario y precandidato republicano Donald Trump gana la presidencia de Estados Unidos,  y cumple sus promesas de campaña, puede generar una caída de 4.9% del Producto Interno Bruto (PIB) de México durante el primer año de su mandato, comentó Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base en un reporte. El hundimiento sería consecuencia de retrocesos en las exportaciones hacia Estados Unidos, así como caídas en el consumo privado de México. Este riesgo es mayúsculo si se considera que México ha crecido por debajo de 2.5% anual en los últimos tres años. Entre las propuestas del empresario, nieto de migrantes alemanes, está la retención remesas e imponer un impuesto de 30% a exportaciones mexicanas, a través de una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “No me importan las guerras comerciales cuando estamos perdiendo 58,000 millones de dólares al año”, declaró Trump en un debate el 25 de febrero, en referencia al déficit comercial de Estados Unidos con México en el 2015. Esta medida podría llevar a México a una recesión similar a la vivida en 1994, advirtió Siller a mediados de abril. Uno de los sectores más afectados sería la industria automotriz estadounidense, que ha integrado completamente a México a su red de producción. El año pasado cruzó la frontera libre de aranceles un estimado de 118,000 millones de dólares en vehículos y piezas de autos, según datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Después de ganar las elecciones primarias en el estado de Indiana, el empresario señaló que las condiciones del acuerdo comercial entre Estados Unidos y México son negativas para los contribuyentes y la generación de empleos. “Iremos a todos los estados, no vamos a dejar que las compañías se vayan a producir a otros países y luego vuelvan a vender los productos, no va a pasar, traeremos de regreso nuestros empleos y los mantendremos. Habrá consecuencias serias si las compañías se van del país”, señaló. El efecto más inmediato del ascenso de Trump ha sido contra el peso, que empezó un proceso de depreciación ayer por la noche, y llegó a 18 pesos por cada dólar en ventanillas bancarias, después de que el Senador Ted Cruz abandonara la contienda para candidatura del partido republicano a la presidencia de Estados Unidos, dejando el camino libre a Donald Trump, quien ha cimentado su campaña en comentarios en contra de los mexicanos y sus acuerdos comerciales, presuntamente injustos para los intereses de EU. Trump también ha señalado que, si es elegido presidente, modificará una norma dentro de una ley antiterrorismo para cortar los envíos de dinero a México, a menos que el país realice un pago único de entre 5,000 millones de dólares a 10,000 millones de dólares para construir un muro fronterizo. El Washington Post encargó a Moody’s una proyección bajo un modelo económico y el resultado es un escenario dantesco: 4 millones de estadounidenses desempleados, pérdida de poder adquisitivo, caídas en las exportaciones, desplomes en los mercados bursátiles y otra recesión en la aún economía más poderosa del mundo.

 

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