Encarecer de manera súbita el precio del oro tendrá repercusiones económicas, como el fuerte impacto inflacionario que tendría en el bolsillo de los mexicanos.

 

El peso mexicano como todas las divisas del mundo, desde las llamadas “fuertes” hasta las de países emergentes, se ha devaluado frente al oro hasta en más de 900 por ciento.

El rey de los metales inició en julio de 1999 un “bull market” mayor (mercado alcista), luego de casi 20 años de un ciclo bajista. Éste dio inicio luego de que en enero de 1980, alcanzara un precio récord de 850 dólares la onza troy (31.1 gr.). De acuerdo con el gurú de las materias primas, Jim Rogers, una racha tan extensa a la baja es un factor muy importante que definirá también, la larga duración que tendrá de igual forma su periodo de ascenso.

Todos los mercados operan en ciclos, de manera que ese “bear market” (mercado a la baja), que tocó fondo en 252.80 dólares la onza troy (London PM Fix) hace más de 14 años, dio paso a una escalada que en septiembre de 2011, llevó al oro a cotizar en su nivel más alto jamás registrado de 1,923.70 dólares.

En términos de pesos mexicanos, esa gran subida de 250 a más de 1,900 dólares, significó pasar de un precio de $2,350 a poco más de $24,000 por onza troy.

La moneda de oro más conocida por los mexicanos, el Centenario –que contiene 1.2 onzas de metal fino, pasó así de $2820 en 1999 a casi 29 mil pesos en 2011.

Dicho de otro modo, la devaluación del peso frente al dinero real, el oro, ha llegado ser de más de 920 por ciento.

No obstante, luego de lograr el máximo de 1,923.70 dólares la onza, el metal precioso comenzó un periodo de “corrección” (baja temporal), que ha llevado su cotización a un piso de 1,192 dólares (London PM Fix) en junio pasado.

Al corte de este martes cotizó en 1,314.25 dólares (London PM Fix), y se anticipa un periodo de volatilidad para los próximos meses debido a los supuestos “mensajes contradictorios” de parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, el principal manipulador del mercado, respecto a si recortará o no en el futuro cercano, su programa de estímulo monetario (QE, en inglés). Lo cierto, es que no lo reducirá.

A la fecha, la devaluación del peso frente al oro respecto a 1999, se ha “reducido” a 500 por ciento.

Sin embargo, la propuesta de reforma hacendaria del presidente Enrique Peña Nieto al Congreso, en la que se incluye eliminar el tratamiento de Tasa del 0% de IVA en la enajenación de oro, joyería, orfebrería, piezas artísticas u ornamentales y lingotes, cuyo contenido mínimo de dicho material sea del 80% y siempre que su enajenación no se efectúe en ventas al menudeo con el público en general, implica un riesgo real de devaluación súbita del peso mexicano por decreto, en 16% (la tasa del IVA), como se hacía en antaño.

La razón está en que el metal precioso no es una “materia prima” más, sino el dinero por excelencia.

Por ello al ser la constante, el precio de todas las divisas –el “dinero” legal, es indicativo de su devaluación o revaluación frente al dinero real.

Cuando suben los precios del metal en términos de pesos, es señal de que éste se ha devaluado. A la inversa, cuando los precios bajan, ha ocurrido una revaluación de nuestra moneda.

Elevar por decreto el precio del oro como se haría en México al imponerle el IVA, tendrá de forma inevitable todos los efectos de una devaluación del peso en la economía, que a muchos tomará distraídos.

Cabe recordar que el 20 de diciembre de 1994, con el llamado “error de diciembre”, el precio de la onza de oro en pesos pasó en un solo día, de 1,314 a 1,505 pesos, una subida de 14.5%, un ajuste similar.

Así pues, un peso que al cierre del martes valía (considerando el tipo de cambio Fix de Banxico de 12.8754) 1.84 miligramos de oro, con la tasa del IVA valdría apenas 1.58 miligramos. Con independencia de la cotización que se tenga al cierre del año, la entrada en vigor de esta reforma implicaría una pérdida de poder de compra del peso frente al dinero real.

Por supuesto, las cotizaciones cambian día con día, pero sin duda encarecer de manera súbita el precio del oro tendrá repercusiones económicas que, entre otras, destaca el fuerte impacto inflacionario que tendría en el bolsillo de los mexicanos.

De aprobarse en el Congreso, esto ocurrirá en un contexto internacional que, como el propio especialista Jim Rogers explica, llevará al precio del oro “mucho más arriba” de su máximo histórico vigente, lo que aumenta el peligro de la acción propuesta por el gobierno mexicano.

El Paquete Económico 2014 pretende pues recurrir a la antigua receta de expandir el gasto público y la deuda, que tuvieron trágicos resultados para el país en el pasado, con la presunta intención de estimular el crecimiento económico.

Esas medidas, sumadas a la baja en la tasa de interés de referencia del Banco de México, anticipan un complicado escenario en el que el peso acelerará su ritmo devaluatorio frente al oro, con impactos adversos en la economía real. Muchos se darán cuenta demasiado tarde, por eso urge que tomar previsiones.

 

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