Dior reinterpreta la moda a través de sus joyas

Victoire de Castellane, director artístico de Dior Joaillerie, se basó en los bosquejos de Christian Dior para dar vida a una colección de 45 piezas trabajadas a mano durante tres años.   Por Alicia Adamczyk   La elegancia clásica está impregnada del nuevo encanto bohemio en la colección de joyas ArchiDior, creada por Victoire de Castellane, director artístico de Dior Joaillerie. Aunque De Castellane normalmente emplea mucho esmalte y coloridos diseños florales en su obra, la colección ArchiDior fue inspirada no por las rosas que Christian Dior adoraba, sino más bien por los bocetos de sus colecciones de ropa de alta costura. “Las flores son un tema clásico en la alta joyería, pero yo quería un cambio ya que muchas casas de joyería también estaban siendo creativas con motivos florales. Así que pensé, como Dior alta costura es una identidad conjunta, me gustaría hacer una colección que refleje la alta costura. La idea de ser abstracto pero en un sentido figurativo me sedujo. Esta colección tiene todo que ver con la forma en que Dior trabajaba en la “arquitectura” de sus prendas. Fui a los archivos y vi todas estas pequeñas siluetas y dibujos, los cuales me inspiraron para recrear estas telas que fluyen en un metal duro como el oro”, dijo De Castellane, que ha trabajado en Dior desde hace 14 años, a The Telegraph. El nombre de la colección, ArchiDior, es un juego de palabras de la pronunciación de la palabra “arquitectura” en francés. Y aunque la inspiración para ArchiDior es distinta de las colecciones pasadas, De Castellane es conocido por mantener la ostentación y el glamour extravagante, mezclados sutilmente con la visión del actual director creativo de Dior, Raf Simons. La colección de piezas únicas cuenta con diamantes y piedras preciosas y semipreciosas, así como oro blanco, amarillo y rosa, moldeados para que luzcan como los pliegues de las prendas clásicas de Dior. Aunque los diseños de De Castellane son para contemplarse, la colección no podría haber surgido sin años de trabajo de los cortadores de gemas, joyeros y otros artesanos. Como prueba de la brillantez y la autenticidad de la artesanía –las miles de piedras fueron todas talladas a mano– Marcos Mann, director del departamento de Artes de Fabricación de Joyería del Instituto Gemológico de Estados Unidos, y un  veterano de la industria de 35 años, dijo que las piezas de la colección que vio en línea representan lo “mejor de la joyería fina”. “Es un proceso arduo y lento que requiere un conjunto extremadamente fino de habilidades. La capacidad de los artesanos es notable”, dijo Mann. En particular, señaló que había poco o ningún “espacio visual muerto”, o espacio entre las piedras, dejando al descubierto el metal debajo de ellas. “Conseguir que las piedras queden así de cerca implica un alto nivel de artesanía.” Cada pieza tiene su propia historia. El brazalete Bar en Corolle Emeraude está destinado a invocar la icónica chaqueta Bar de la primera colección de alta costura de Dior, de 1947, proclamada como el “nuevo look” por la prensa. Al estilo de De Castellane, el adornado brazalete cuenta con más de 4,500 piedras, incluyendo diamantes de 30.59 quilates cortados a mano, combinados con zafiros en rosa y morado, esmeraldas, granates y espinelas. La ceñida cintura y las caderas acolchadas del traje Bar, una firma de la casa Dior, se despliegan a tope. Siguiendo su ejemplo, los pendientes Verticale Godet Saphir evocan la elaboración del enrejado del vestido de Perce de Dior, de 1950. El precio de las 45 piezas de la colección, todas hechas a mano durante casi tres años, van desde los 383,225 dólares hasta los 3.15 millones, y la colección estará en exhibición en la Biennale des Antiquaires en el Grand Palais de París a partir del 11 de septiembre.