La feria más candente de arte contemporáneo del mundo abraza el arte hecho desde América Latina. Una de las nuevas estrellas es Gabriel de la Mora, quien vendió unas cajas de fósforos usadas y cuatro piezas de gran formato en 65,000 dólares.   Por Soledad Picón   Indiscutiblemente, Basilea vio alterada, una vez más, su acostumbrada paz. Ciudad anfitriona de la feria anual Art Basel, este año fue testigo de la visita de más de 92,000 personas de todas partes del mundo. Considerada la “capital cultural de Suiza”, la ciudad vive y respira arte. A pesar de su tamaño, su oferta cultural es excepcional; con apenas 175,000 habitantes, la urbe cuenta nada menos que con 37 museos. El éxito de Art Basel radica en ofrecer a los amantes del arte la oportunidad de interactuar con las obras más interesantes del mercado actual. La feria internacional abrió nuevamente sus puertas el pasado 19 de junio, presentando su 45 edición desde que fuera fundada en 1970 por el visionario coleccionista Ernst Beyeler. Desde su origen la feria alimentó su fama gracias a la meticulosa selección de galerías de renombre con un fuerte arraigo en el arte moderno y contemporáneo. Esta cita de elevado nivel artístico es una parada obligada para todo aquel que, de una manera u otra, esté ligado al mundo del arte. El rango de obras es amplio y no sólo se exhibe a los grandes artistas del siglo XX, sino también se despliegan vanguardias contemporáneas. Este año, la gran variedad de obras estuvo distribuida estratégicamente en seis sectores donde se expusieron grabados, fotografías, videos, pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones y arte digital. Importantes coleccionistas privados de América del Norte y del Sur, Europa y Asia visitaron la feria, así como los representantes de los 70 museos más importantes del mundo, como el Museo del Louvre de París, el Museo de Arte de Lima, el Museo de Arte Bass de Miami, el Museo Jumex de México, el Guggenheim de Nueva York, La Tate de Londres y el Museo de Shanghai, entre otros. Diez galerías latinoamericanas fortalecieron el vínculo con los coleccionistas y expresaron su entusiasmo por el performance de la feria de este año. Brasil fue representado por A Gentil Carioca de Río de Janeiro, Galería Fortes Vilaça, Galería Luisa Strina y Galería Raquel Arnaud de São Paulo. México participó con galerías de la Ciudad, entre las que se incluyen kurimanzutto México, Proyectos Monclova, Galería OMR y Labor. Mientras que Chile fue representado por la Galería Isabel Aninat y Colombia por la Galería Casas Riegner.   Las estrellas Entre las ventas más importantes destacan la obra completa de la artista Laura Lima (A Gentil Carioca); la obra de James Turell, Hologram Series XXIV B, vendida por la Galería OMR en 150,000 dólares, y la obra de Gabriel de la Mora, una serie creada meticulosamente utilizando cajas de fósforos usadas y que incluye cuatro piezas de gran formato que fueron vendidas en 65,000 dólares cada una, así como tres de formato pequeño vendidas en 25,000 dólares cada una. Para Patrick Charpenel, director de la Fundación Jumex Arte Contemporáneo, el arte latinoamericano se halla en un contexto de creciente globalización con un rol cada vez más protagónico, por lo que su producción es cada vez más relevante. “El radar de los coleccionistas era limitado en relación a lo que pasaba en América Latina. Esa mentalidad está cambiando y ya se hace insuficiente ver sólo galerías de Estados Unidos y Europa. Ahora, los ojos están puestos en los artistas latinoamericanos”. Generalmente, la Fundación Jumex identifica a artistas de manera directa a través de las galerías y no necesita llegar a las ferias para buscar obra nueva. Sin embargo, este año adquirieron una obra de la artista Louise Bourgeois en Art Basel. Mario García Torres es uno de los artistas mexicanos con mayor presencia internacional. Representado por Proyectos Monclova, presentó The Schlieren Plot, una instalación que a través de un montaje de imágenes, música y voces grabadas, reimagina la obra que el artista estadounidense Robert Smithson planeaba llevar a cabo en diferentes puntos de Texas, entre 1967 y 1973, y que dejó inconclusa. Waltercio Caldas se presentó como artista exclusivo de la Galería Raquel Arnaud, con una muestra que compila varias obras emblemáticas que van desde dibujo, escultura e incluso fotografía. Las piezas de Caldas, uno de los artistas más reconocidos de su generación, se basan en la experimentación dialéctica entre el arte minimalista y conceptual visto a través de la mediación desestabilizadora de la percepción. Sobresalieron también las obras de las colombianas Beatriz González y Johanna Calle, y la chilena Paula de Solminihac. Luisa Strina, de la galería paulista que lleva su nombre, considera que la feria mejora año tras año y anuncia que generó ventas importantes presentando, entre otros, al artista mexicano Pedro Reyes con su obra Swiss Knives. Por su parte, Pamela Echevarría, directora de la galería Labor de México, comparte que este año el objetivo fue mostrar y promocionar la obra de Jorge Satorre, Matar vasijas, que se vendía completa como instalación. El proyecto propuesto por Satorre se basa en la costumbre de varias culturas prehispánicas de hacer un pequeño orificio y romper utensilios domésticos que fueron enterrados con sus muertos en forma de ofrenda. “Esta obra va dirigida a grandes coleccionistas o corporaciones. Tenemos tres interesados en adquirirla”. En un proceso de crecimiento ininterrumpido, Art Basel se ha expandido a otros continentes y hoy tiene presencia en América y Asia. El ya clásico Art Basel Miami Beach abrirá sus puertas el 4 de diciembre y promete, una vez más, convertir a Miami en una de las capitales culturales del mundo. Para Hong Kong y Basilea habrá que esperar hasta 2015, del 15 al 17 de marzo, y del 18 al 21 de junio, respectivamente. basel1  

 

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