- Academia de Ingeniería AC
- Academia Mexicana de Auditoría Integral y al Desempeño AC
- Instituto Mexicano de Auditoría Técnica, AC
- ONG Contraloría Ciudadana para la Rendición de Cuentas, AC
- Transparencia Mexicana, Capítulo Nacional de Transparencia Internacional en México
El (débil) escudo social contra la corrupción en Pemex y CFE
Los testigos sociales, quienes vigilan la transparencia en la asignación de obras y servicios públicos, hoy tal vez enfrentan su mayor reto: las licitaciones y contratos derivados de la reforma energética, que abren el sector a la participación privada y pueden traer inversiones hasta por 12,000 millones de dólares (mdd) anuales. ¿Están preparados para evitar cualquier acto de corrupción en Pemex y la CFE?
Filas de autos varadas a lo largo de varios kilómetros y conductores furiosos saturaron las principales autopistas que conectan a la Ciudad de México a finales de agosto este año. La razón fue la falla que presentó la nueva tarjeta de telepeaje, IAVE, que no servía para pagar la cuota.
La autoridad multó a las empresas involucradas, pero la polémica más grande se encontró en un informe de Mónica del Rosario Barrera Rivera, una testigo social que denunció presuntas irregularidades en el proceso de licitación.
Los testigos sociales nacieron hace casi diez años como un mecanismo para asegurar la transparencia y equidad en los procesos de licitación y contratación de obras y servicios públicos, aunque no han dejado de ser motivo de polémicas, como el caso del telepeaje.
Ahora, enfrentan un reto mucho más grande: las licitaciones y contratos derivados de la reforma energética, que abren el sector a la participación privada y pueden traer inversiones hasta por 12,000 millones de dólares (mdd) anuales, según cálculos del gobierno federal. Se trata de un sector muy vulnerable, ya que, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la mayoría de los sobornos hechos por las empresas a gobiernos ocurren en la industria de hidrocarburos.
Pero, posiblemente, estas figuras no contarán con todas las facultades y mecanismos necesarios para combatir la corrupción. La Secretaría de la Función Pública (SFP), quien lleva el padrón, desaparecerá, por lo que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) podrán designar directamente a los mismos testigos sociales, quienes, además, no cuentan con toda la preparación para sus nuevas facultades. ¿Será que estas personas, claves para la transparencia en la licitación de contratos, se quedarán sin las armas necesarias para combatir la corrupción?
Testigos para la transparencia
La figura de testigos sociales fue aprobada hace casi diez años, el 16 de diciembre de 2004, cuando se publicaron en el Diario Oficial de la Federación los lineamientos que regulan su participación en las contrataciones que realizan las dependencias y entidades de la administración pública federal.
La función de los testigos sociales, de acuerdo con los lineamientos, es la participación “con derecho a voz en las contrataciones que lleven a cabo las dependencias y entidades, emitiendo al término de su participación un testimonio público sobre el desarrollo de las mismas”.
Una vez que la SFP designa al testigo social para determinada licitación, esta persona participa en cada uno de los actos de procedimiento de contratación, hace observaciones y puede reportar ante la unidad de auditoría interna de la dependencia u entidad que lance la licitación las irregularidades que se presenten.
“La figura de testigo social sólo existe en México, en ningún otro país de Latinoamérica está. Eso hace que México se ponga un poco a la vanguardia en las prácticas internacionales”, explica Aitor Ortiz, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo AC (CIDAC) y coautor del Informe sobre el Combate a la Colusión en Compras Públicas en América Latina.
La SFP se encarga de fijar las cuotas por sus servicios y maneja el padrón de testigos sociales, que tiene 35 personas físicas y cinco morales, las cuales son: