Las cifras oficiales sitúan la tasa de desocupación en en 7.7%, sin embargo, si consideramos a aquellos trabajadores de medio tiempo y que son incapaces de poner a la economía local en marcha, el número resulta mucho menos alentador.   Por Robert Lenzner   Las actuales cifras de creación de empleos en Estados Unidos son significativamente menores a las que se esperarían en un periodo de récords de ganancias para las empresas y de nuevos máximos en los principales índices bursátiles que hemos visto recientemente. Analicemos el caso con detalle. La tasa de desempleo es de 7.7%. Sin embargo, hay otro 0.6% de trabajadores rechazados, (alrededor de 800,000) principalmente jóvenes, minorías y los que no tienen un diploma de preparatoria. Otro 0.9% se emplea sólo marginalmente (lo que sea que esto signifique) y recientemente en su mayoría ha dejado de buscar un trabajo. Más desgarrador es el 5.1% de la fuerza laboral más afectado por la crisis de 2008, que trabaja sólo a tiempo parcial y preferiría tener un trabajo de tiempo completo. Ese 5.1% trabajadores de medio tiempo, suma un total de 8 millones de personas, que en su mayoría tiene problemas para llegar a fin de mes y muy probablemente no goza de ningún programa asistencia social en materia de salud, asegura Bob Eisenbreis, vicepresidente y economista monetario en jefe de Cumberland Advisers, una empresa de inversión con sede en Nueva York que hace útiles comentarios económicos. Sumados, estos números sugieren que el verdadero nivel de desempleo –cuando se incluyen las plazas de medio tiempo– es de 14.3%, lo que significa que uno de cada siete estadounidenses no tiene la oportunidad de contar con un empleo de tiempo completo que le permita ganarse un sustento decoroso y, como consecuencia, contribuye a lo que la Fed ha definido como el “dolorosamente lento” proceso de recuperación de la economía de EU. A mi modo de pensar la tasa de deserción escolar es la más desconcertante, porque ¿cómo sobreviven estas personas? Por otra parte, el porcentaje de personas empleadas es de sólo 58.5%, por debajo del 61%, el nivel alcanzado en 2008, cuando Obama fue elegido por primera vez y, para ser justos, antes del colapso de Wall Street. Y el salto en el desempleo por primera vez reclama la semana pasada fue el nivel más alto desde el pasado mes de noviembre. Luego tenemos al sequester, que tiene la intención de recortar el 1.75% del PIB en un momento en que se supone que la economía sólo crecerá a un ritmo del 1.6% en el mejor de los escenarios. En otras palabras, menos personas se ganarán un salario justo, ya que el sentimiento alcista está ganando impulso en lo que a posiciones largas en acciones respecta. Dondequiera que voy, los expertos veteranos creen que la valoración actual del mercado, de alrededor de 14 veces las ganancias, proporciona un cómodo colchón para un mercado alcista de largo plazo porque, después de todo, argumentan, existe un riesgo mucho mayor en el mercado de bonos. Aunque parezca increíble, casi perversamente, la acumulación pública de fondos mutuos de renta fija y ETFs sigue a lo grande. Sólo puedo concluir que tal vez las ganancias empresariales seguirán aumentando, y recompensando a los accionistas, debido a la alta tasa de desempleo.

 

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