En España le dicen “el tiburón mexicano” o “el azteca multimillonario”,  posee  un perfil discreto y poco conocido, aunque llama mucho la atención de la clase empresarial porque en los últimos años ha logrado hacer dinero en donde otros ven problemas.     Gustavo Tomé había mantenido un bajo perfil hasta mayo de este año, cuando desde España se informó que había comprado parte de Liberbank. El director general de los fondos DaVinci Capital y Nemesis, que había comprando empresas bajo contratos de confidencialidad, principalmente en México, crecía en silencio. La fortuna de Gustavo Tomé se tejió en la industria textil, donde aprendió desde muy joven a trabajar. “Murió mi papá cuando yo tenía 16 años. Ahí empieza toda mi historia. Fue una época de mucho aprendizaje, muy difícil, cuando lo ves en retrospectiva.” Su primera obligación fue administrar todo lo que su padre les dejó a él, a su hermano mayor y a su madre. Vendieron algunas propiedades y se quedaron con lo que creían podían controlar: las maquiladoras. No tomó los negocios de tiempo completo, quería estudiar. Su hermano y su madre eran su equipo. En 1994 decidieron transformar su negocio: dejar de lado la fabricación para México y exportar. Surtían a Dockers, GAP, Old Navy, Abercrombie, Hollister, Walmart y muchas grandes marcas en el norte. “Era un gran negocio en el país, porque aprovechabas el beneficio de la devaluación que se había dado. Pagabas insumos en pesos, quizás a un valor de descuento a lo que valían en el mercado internacional. Teníamos unas fronteras cerradas. Estados Unidos nos acababa de dar el Tratado de Libre Comercio, que era otro tema bastante relevante, y podías generar divisas. Las divisas tenían un valor de plusvalía por la devaluación.” Gustavo Tomé confiesa que no sabía hacer nada cuando su padre murió. Había trabajado desde la secundaria, pero en las empresas de los amigos de su papá. Lo mandaba a aprender de la cultura de trabajo de diferentes empresas familiares. Nada más.   A lo suyo Algo que casi nadie sabe de él, es que fue uno de los pioneros de Internet en el país. Uno de sus primeros emprendimientos fue ofrecer servicios de Internet alrededor de 1995. Su negocio era proveer infraestructura para tener acceso a servicio de dial-up, en ese momento, en Irapuato. Se dio cuenta de la oportunidad que se presentaba navegando en Monterrey, donde estudiaba. Buscó asesoría y proveedores. Trabajó con IBM, Cisco y US Robotics. Creció y creció, y de pronto llegó una empresa grande y le compró su base de clientes. Dice que no se hizo millonario con esa operación, aunque sabía que había historias de grandes fortunas que recién se construían en la web. Al mismo tiempo de su incursión en la tecnología, siguió creciendo su negocio textil y lo fueron perfeccionando. Comenzaron a comprar licencias de marca, a poner cadenas de tiendas y a participar más en el mercado nacional. Recuerda que tenían un gran negocio de almacenes de saldos, donde vendían todo al mismo precio; se llamaban Factory Outlet. “Era una administración muy simple, eso nos encantaba.” Pero un día, Gustavo Tomé se dio cuenta de que no estaban generando mucho valor y decidió salir del negocio textil. “Eran en ese entonces 3,900 obreros, en plantas desde 100 personas, hasta 900 o 1,100 las grandes. En algún momento mágico eran como 29 maquiladoras […] Tuvimos buenas oportunidades de vender las plantas a diferentes fabricantes o gente que hacía lo mismo.” Los centros importantes de maquila en este país eran Aguascalientes y Guanajuato, Torreón y Puebla. Vendieron casi todo al valor más alto, dice el empresario. “Casi siempre tratas de entrar en lo más bajo y salirte en lo más alto. Y tratas de agarrar un lugar por ahí, pensando en que ni vas a hacer que salga más caro, pero tampoco debes pensar en lo más barato.”   ─¿Por qué te saliste del negocio familiar? ─Yo no tenía otro hermano chico que le siguiera. Es un negocio muy complicado. El tema es que generas poco valor, porque al final lo que estás vendiendo es la esencia de una mano de obra barata con componentes baratos, para venderle a un país que es muy competitivo en precios. Es de volumen. Quieres vender millones, a pesos.   ─¿Qué te hizo ver a tiempo, que el negocio ya no sería tan bueno? ─Lo que me hace cambiar la opinión que tenía del negocio es Internet. Internet se hace más relevante en la vida. Tardó mucho tiempo, pero se hace más relevante en la vida. Gracias a Internet se percató de que el negocio tendría márgenes más limitados. En ese entonces estaban bien en México, pero supo pronosticar que en un futuro habría guerra en algún lugar del mundo, y ése sería el sitio más barato del mundo para producir. En 2004 decide contundentemente no arrancar el siguiente año en el textil; entonces sólo les quedaba una operación muy pequeña. “El 2 de enero de 2004 decidí que ese iba a ser nuestro último día; en diciembre empezamos a terminar los contratos y demás.” liber_bank1 Fondos de inversión Su padre les había dejado también un negocio inmobiliario. Además decidió abrir una planta de tubería de polietileno. Comenzó a crecer en nuevos sectores. “Aprendí muy bien que no quería hacer dos cosas: no quería invertir en negocios que tuvieran un valor agregado muy limitado, y tampoco quería tener negocios que tuvieran un componente relevante de su costo en mano de obra. Entonces todo se desprende de ahí.” La siguiente planta fue la de panel de aluminio. “Entendía lo que teníamos que hacer, entendía a los clientes, tenía valor agregado, teníamos una restricción de importación de otros países, podíamos ser líderes. Teníamos la capacidad de exportar. Ahí comenzamos el negocio Alucomex.” Comenzó a invertir en el negocio de procesamiento de plásticos y se casa. Su madre y su hermano decidieron desinvertir de la parte industrial. “Obviamente le tuve que pedir dinero prestado a mi mamá, pero obviamente como un préstamo, y de ahí nos empezamos a conjugar, primero como uno, y luego como dos fondos. Uno de venture capital, o capital de riesgo cuasi emprendedor, y otro de inversión inmobiliaria. Tenemos muchos socios, no es negocio familiar.” También invirtió en el negocio de la energía solar, con Solartec. “Todas tenían esta identidad, productos que no fueran intensivos en mano de obra, que generaran mucho valor, en mercados que pudiéramos defendernos en caso de tener importaciones, y tener la capacidad de exportar, y que supiéramos que iban a crecer a la larga.”   ─¿Eso lo aprendiste en la escuela? ─¡A fregadazos! A las patadas, todo a las patadas. En ningún lugar te lo dicen. Si hubiera una receta, de cómo debes de llevar una organización, o cómo una serie de negocios, yo creo que más de una persona la leería y más de una persona la haría. La verdad es el estilo de cada quien y como tengas la capacidad de ejecutar el estilo. Construyeron la primera planta de Solartec y comenzaron con las adquisiciones, entre éstas una fábrica de palomitas de maíz para microondas. “Casi casi me atrevería a decirte que todo lo que no es Act II, que es la que más vende, es nuestro. Todas las que tú ves en la Comercial, en Walmart, en Costco, puras marcas propias. El modelo es bastante simplista en ese sentido. La verdad es que las adquisiciones que hemos hecho son empresas a las que les vemos la visibilidad de largo plazo, que no necesariamente tienen el mejor balance. Creo que uno de los valores que podemos dar, además de la parte de capital, es mejorar el equipo administrativo. Son empresas buenas, con no tan buenos balances.” Dice que su negocio favorito es el del día, es el emocionante, el de la adrenalina. Nemesis lo dedica a los negocios inmobiliarios, en tres tipos: industriales, que son arrendamientos industriales, parques industriales; negocios residenciales, construcción y venta de vivienda vertical en su mayoría, y centros comerciales o edificios de oficinas. ─¿Querías comprar todas las propiedades de las vivienderas en problemas, como GEO? ─Todo lo que se pueda comprar, todo lo que se pueda comprar que esté en nuestro nicho. Lo que pasa es que esas compañías tienen muchos productos que no les generaban margen, entonces nosotros podemos comprar lo que genera margen, que es lo que hemos hecho con diferentes compañías. Ya hemos ejecutado varias; algunas están muy complicadas. En la mayoría tenemos contratos de confidencialidad, pero en algunos son muy complicadas, muy sofisticadas, en el sentido de que la obra está a medias, le deben a proveedores, le deben al banco y tienen clientes adheridos. Ésas han sido nuestra especialidad, ésas son la especialidad de la casa. Gustavo Tomé dice que el negocio inmobiliario le encanta, porque mucho de lo que sabe hacer se basa en administración de riesgos.“Trato de entender qué riesgo podemos y el que no debemos tomar.” Pero no nada más agarran las oportunidades; también compran terrenos, contratan obreros y venden sus departamentos. “Después tenemos el otro fondo, DaVinci, que lo hemos migrado, para que no sólo sea capital emprendedor, sino que además sea fondo de capital de riesgo, y hacemos la operación como la de Liberbank.” Dice que para entenderlo un poco, hay que fijarse en la historia de su empresa Solartec, que se va a Bélgica y luego a Alemania a adquirir tecnología. Pronto, adelanta, anunciarán una nueva compra que se suma a ese negocio. “La historia se va armando rara, porque compramos una planta de celdas que necesitaba obleas, luego compramos una planta de obleas, y luego nos dimos cuenta que era más negocio venderle oblea a los de semiconductores que a los de celdas solares, entonces estamos abriendo el negocio de semiconductores”. Quizá, señala, acaban produciendo semiconductores en lugar de celdas solares. “Así vamos haciendo negocios, ante las oportunidades”, dice Tomé. “Las vamos buscando y las vamos encontrando.”   La lógica del físico El físico del ITSEM dice que se está dando cuenta de que es bueno en tiempos de crisis. “Si tú ves nuestro periodo más expansivo, ha sido del 2007 a la fecha, y es el periodo de la crisis más profunda que me ha tocado en mi vida adulta. No sé si me vaya a tocar otra así, pero seguramente va a haber más crisis.” Dice que les falta estar a prueba cuando el mundo esté en crecimiento, porque en ese momento tendrán que cambiar sus lógicas de inversión. “Ahorita estamos atendiendo en México cuatro lógicas de inversión muy claras, muy precisas: crecimiento de la clase media; hay un resurgimiento de la capacidad industrial del país; va a haber un cambio, dada la reforma energética, y estamos dándonos cuenta de que hay oportunidades debido al crimen organizado, porque el crimen está haciendo que las ciudades se conformen de manera diferente, y eso son oportunidades.” Sus empresas dan cuenta de esta lógica, al igual que su interés en la compra de plantas que fabrican garrafones de plástico para el agua y el desarrollo de más vivienda vertical de lujo. También está invirtiendo en el desarrollo de tecnología. Tiene dos empresas de software que tienen al menos cuatro clientes grandes.   ¿El tiburón? En mayo, los medios españoles informaron que inversores mexicanos controlarán 8% de Liberbank. El diario económico español Cinco Días explicó que Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria vendieron 16.8% de Liberbank por unos 215 millones de euros (mde). “Deutsche Bank, coordinador de la operación, ha hecho los deberes y ha buscado inversores del otro lado del Atlántico interesados en entrar en el capital de la banca española”, contaba desde Madrid el diario. “Dos grupos mexicanos, junto con la familia asturiana Masaveu, han adquirido 174 mde, de forma que controlarán alrededor de un 12% del banco que preside Manuel Menéndez.” Cinco Días cuenta que los mexicanos entraron con DaVinci Capital e Inmosan. “Inmosan agrupa a inversores mexicanos liderado por Ernesto Tinajero, fundador de Cablecom, telecom que vendió en agosto del año pasado a Televisa por unos 7,000 millones de pesos (unos 400 mde)”, dice Cinco Días. Gustavo Tomé me dice en ese sentido durante la entrevista: “No me vayas a poner como en España, que me dicen ‘tiburón’; cuál tiburón, si los señores me vinieron a ofrecer.” Dice que es muy sencillo lo que hizo en el viejo continente. Hay bancos muy buenos, muy exitosos aquí en México, recuerda. De hecho, dice que aquí hay un banco más o menos del tamaño de Liberbank, que tiene presencia nacional. “Ese banco si tú lo compras hoy en la bolsa está entre tres y cuatro veces valor en libros. De lo que realmente vale el banco, el mercado dice que vale tres o cuatro veces más. Yo no sé si eso es caro o es barato, y mucho es la prospección de crecimiento y demás”. Tomé continúa hablando de la operación que hizo que muchos voltearan a verlo como el mexicano capaz de desembolsar decenas de mde de golpe: “Compramos a 60 centavos valor en libros, si el banco valía 100, nosotros pagamos 60. Y a qué le estás jugando, oye, yo no sé si los bancos en España van a valer tres o cuatro veces más su valor en libros, pero yo si sé que un peso vale un peso, y que un euro vale un euro, y que lo mínimo que va a pasar es que los 60 centavos se van a hacer uno, y si todo sale bien, pues el número estable del valor de un banco es entre 1.4 veces y 1.8 veces, en el mundo. Entonces, oye, quiere decir que nosotros podemos multiplicar por tres nuestra inversión. En cuánto tiempo, pues en el tiempo que el mercado considere razonablemente que el tema de la crisis bancaria española está por atrás. Entonces sí, sí hay maneras de triplicar el dinero en un año”. ¿Eso no es ser un tiburón? No, eso es ser visionario. No, ni siquiera visionario, eso es ser aventado. Porque así también el banco puede quebrar mañana. empresas_tome1

Foto: Fernando Luna Arce. 

 

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