836 científicos han alertado que el futuro del planeta se vislumbra bastante trágico y lúgubre: desastres naturales, hambruna, éxodos, pobreza, violencia.      Por Paola Sandoval   PARIS.- ¿Le depara un destino apocalíptico a nuestro planeta? No se trata de un pronóstico de ciencia ficción o del calendario Maya, 50 líderes espirituales y autoridades políticas se han reunido para hacer un llamado mundial a comprometerse con acciones concretas contra el calentamiento climático. De no trabajar en este proyecto, el mundo entero deberá atenerse a las consecuencias. Son 836 científicos del ‘Panel Intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC)’, quienes han alertado que el futuro del planeta se vislumbra bastante trágico y lúgubre: desastres naturales, hambruna, éxodos, pobreza, violencia. “Se requiere redefinir el modelo económico, basado hoy en la depredación y competitividad. Economía, la propia palabra lo dice: economizar. Formamos parte de los seres vivientes, pero estamos dotados de conciencia: ¿es que  la vamos a usar? Debemos actuar todos sin excepción, para evitar las catástrofes venideras y que las nuevas generaciones no nos detesten“, dice a Forbes México, Nicolás Hulot, enviado especial del Presidente de Francia para la protección del planeta, durante la primera Cumbre Mundial de las Conciencias por el Clima, en París.   En búsqueda del bien común Entre canticos, discursos conmovedores y danzas, los líderes que dirigen al mundo en el orden político o espiritual han defendido la importancia de asumir una política económica sostenible y verde. La premisa es sencilla: evitar destruir su interioridad por querer aumentar su calidad de vida. “Nuestra apuesta es nuestro compromiso con la humanidad, respeto por el  bien común. Al respetar la naturaleza, se respeta a todos los seres humanos. Salvar el planeta no es un asunto de ciencia ficción. Somos parte de una familia planetaria: con un destino trágico… o prometedor”, indica el presidente del Consejo Económico, Social y del Medio Ambiente (CESE), Jean-Paul Delevoye. La clave está en las manos de todos y su compromiso frente a esta alarmante realidad, “comprometidos unos con otros, incluso, cuando no estemos de acuerdo”, subraya Delevoye. Apostar por una conversión ecológica individual que, junto con la movilización de los políticos, pueda abrir un nuevo camino “verde y de esperanza ante este llamado de conciencia mundial”. La Economía Verde asiste a los gobiernos en el “reverdecimiento” de sus economías mediante la reestructuración y la reorientación de sus políticas, inversiones y gastos en sectores tales como las tecnologías limpias, energías renovables, servicios de agua, transporte verde, tratamiento de los desechos, edificación verde, y la agricultura y los bosques sostenibles. El reverdecimiento de la economía se inscribe en el proceso de reconfigurar las actividades comerciales y la infraestructura para entregar mejores rendimientos en las inversiones de capital natural, humano y económico, a la vez que reduce las emisiones de gas de efecto invernadero, con menos extracción y uso de los recursos naturales, la creación de menos desechos y la reducción de las discrepancias sociales.   La conciencia individual “Debemos preocuparnos, está ante nuestros ojos algo terrible. Si no hacemos nada, el escenario de desastres provocados por las crisis política y económica serán inmensos, y el golpe puede ser gigante para los más vulnerables. La mayoría de los compromisos están lejos de los objetivos que se han dicho a nivel político”, advierte la política y activista ecológica de Brasil, Marina Silva. El calentamiento climático requiere una propuesta intelectual más allá de la tecnológica, involucra los derechos humanos con temas como la protección de los poblados aborígenes, que se ven amenazados, por ejemplo, con la explotación de petróleo y gas en algunas partes del mundo, como la reserva amazónica. Es el momento para dar un cambio de suerte al destino del clima, “a nuestro favor está la ciencia que busca soluciones reales, y nuestra conciencia para actuar bien y trabajar cuidando la naturaleza”, afirma el Príncipe Alberto de Mónaco.  La responsabilidad de esto involucra a todos, siendo más compasivos y empáticos. “No es ser alarmistas, sino realistas. No debemos de autodestruirnos y romper la armonía del universo. Debemos despertar también nuestra conciencia y corazón. Existe un orden y hay que respetarlo, todo tiene una lógica. La conciencia la veo del punto de vista cósmico, todos somos una sola ideología”, explica el afamado astrofísico Trinh Xuan Thuan. El futuro de las nuevas generaciones: La meta es cohabitar armoniosamente todos, con un nuevo estilo de vida “impera el compromiso de cada ciudadano, y un acuerdo político global para disminuir de 2° C a 4° C la temperatura. Nada es posible sin la voluntad de todos, cada uno desde su sitio. Existe una crisis, y depende de la manera que actuaremos en adelante, en favor de las próximas generaciones”, precisa el presidente de Francia, François Hollande. El mundo empresarial también juega un rol importante, es fundamental que demuestre su interés económico y su decisión en que puede ser compatible su desarrollo con un planeta sostenible, “es necesaria la conciliación del interés privado y colectivo, es importante tener reglas en común, y preservar así el medio ambiente”, añade el jefe de estado francés. Un llamado de conciencia y de acción,  que es crucial  para los jefes de gobierno del mundo de cara a lograr en diciembre un acuerdo en París durante la COP 21. “Los que eran escépticos ahora incluso se expresan a favor, pero más que batallas de ideas son batallas de acción. Toda nuestra dignidad radica en nuestro pensamiento, con una obra colectiva que nos supera: pensar en los que no conocemos todavía pues ni siquiera han nacido”, apunta entusiasta la ministra de Ecología de Francia, Ségolène Royal.   La salvación del planeta Esta primera ‘Cumbre Mundial de Conciencias por el Clima’  supone una esperanza para una importante toma de acciones, es el primer paso para que la gente incrédula cambie su mentalidad en favor de la responsabilidad por las próximas generaciones. El cambio climático nos concierne a todos. “El desarreglo climático está sucediendo ahora mismo, saben lo que quiero decir, sólo el número de personas que mueren por la polución es escalofriante, sin nombrar otros efectos colaterales. Les pido ir a casa e inspirar a todos por limpiar el futuro, y celebrar la protección del planeta. Sí podemos, todos somos un solo equipo”, dijo Arnold Schwarzenegger en una videoconferencia durante la Cumbre. La urgencia de salvar el planeta implica para todos actuar con global solidaridad y compartir al máximo este compromiso, puesto que todos somos parte de la solución.

 

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