Un grupo de alumnos de la Universidad Tecnológica de la Mixteca encontró un modelo de negocio que permite evitar la contaminación del agua por el mal manejo de los residuos sólidos, al mismo tiempo que genera recursos para una población vulnerable de Oaxaca.   La falta de recursos económicos asediaba a parte de la población de Huajuapan de León, en Oaxaca, uno de los estados más pobres del país. Pero no era el único problema, la basura comenzaba a contaminar el agua y amenazaba con enfermar a sus pobladores. Sin embargo, no todo estaba perdido: un grupo de jóvenes descubrió cómo limpiar su entorno y de paso generar recursos para la gente más encarecida. Así nació Kuili. Kuili es un proyecto de emprendedurismo social dedicado a capacitar a los pepenadores en el tratamiento de los desechos en los basureros, para más tarde ser transformados en composta que pueda ser comercializada. “Lo que creamos fue un proyecto integral con el cual pusimos a operar una planta tratadora de residuos sólidos, con la cual se logró que la totalidad de la basura se esté tratando y que el 85% sea reciclada tomando en cuenta materiales como el PET y el aluminio”, dice Liliana Martínez Avendaño, la emprendedora que lidera en este momento el proyecto. A punto de cumplir un año de haber iniciado la operación de Kuili, el grupo de estudiantes ha desarrollado ocho proyectos más, con los cuales se han generado recursos por 260,000 pesos, y beneficiado a los pepenadores al duplicar, y en algunos casos triplicar sus ingresos diarios. Por el momento, las bondades del proyecto comienzan a difundirse en otras regiones de Oaxaca, en donde la empresa podría extender sus beneficios para la población, mientras compite a nivel mundial con otros proyectos de emprendedurismo representando a México en el Enactus World Cup que se celebra por primera vez en el país, y que hoy definirá al vencedor de la justa de emprendedores.   “Nos recibieron con palos” Visualizar soluciones para las problemáticas sociales de su comunidad, fue la tarea que reunió hace dos años a un grupo multidisciplinario de 60 alumnos de la Universidad Tecnológica de la Mixteca. “Como jóvenes universitarios analizamos nuestro entorno y vimos las problemáticas que hay en nuestra comunidad”, dice Liliana Martínez. Y fue precisamente en ese momento, cuando miraron con detenimiento el problema de contaminación que comenzaba a aquejar a la presa Yosocuta, en Huajuapan de León, una de las principales fuentes de abastecimiento del vital líquido para cerca de 70,000 personas de esa ciudad oaxaqueña y de sus comunidades aledañas. El mal tratamiento de los residuos sólidos de cerca de 80 toneladas diarias de basura era el origen del problema. Fue así, como los jóvenes decidieron acercarse al grupo de pepenadores del tiradero a cielo abierto de la región, para solucionar el problema a través de la implementación de Kuili. Sin embargo, plantear su idea no fue un asunto sencillo frente a los trabajadores del basurero: “Nos recibieron con palos, porque tenían una gran desconfianza… Cuando entramos al tiradero invadimos su mundo y la gente nos decía ‘ustedes no van a entrar aquí’”, recuerda la imagen Irving, un joven emprendedor de 21 años que también pertenece a Kuili. Actualmente, ese grupo de 35 personas que los recibieron con desconfianza son quienes operan en la planta de reciclaje que fundaron los jóvenes  y quienes reciben un sueldo cuyos ingresos se incrementan día con día, en franco beneficio de su calidad de vida, además de que se les capacita técnicamente y como empresarios. “Ahí radica la importancia del cambio de mentalidad y un cambio consistente profundo y no efímero”, dice Martínez Avendaño. Pero no sólo los beneficios fueron para los pobladores, sino que las autoridades también pudieron evitar multas por el orden de los dos millones 500,000 pesos. Después de un proceso de concientización que contempló una campaña en escuelas de educación básica, media y media superior, que hoy les permite contar con el apoyo del gobierno para escalar las actividades de la empresa a nivel estatal.   Copa del emprendedor Y aunque hasta el momento el logro de los emprendedores se reserva sólo al ámbito nacional, esta historia podría cambiar en unos días. Kuili es el representante de México en Enactus World Cup, una justa donde cerca de 2,000 universitarios de 36 países, quienes presentarán sus proyectos de emprendedurismo con miras a obtener un apoyo económico y el reconocimiento como empresa. “Un parte muy importante de los proyectos que se generan en México son de categoría mundial y en muchas veces superiores”, opina Jesús Esparza, director de Enactus México. Enactus es una organización sin fines de lucro, quien se encarga de incentivar el desarrollo de nuevos negocios que tengan un impacto en las comunidades en donde opera. En México trabaja con 60 universidades públicas y privadas, mientras que a nivel internacional tiene presencia en 36 países con una red de 1,700 universidades. Pero no sólo se trata de competir, sino de robustecer las propuestas para acrecentar el beneficio social de las empresas, considera Esparza, quien además destaca la solidez que tienen los proyectos de Enactus. “No es una convocatoria para que vengan y nos platiquen las intenciones que tienen por generar algo, sino es un espacio para que vengan y nos platiquen lo  que obtuvieron de la aplicación de esos proyectos”, dice Jesús Esparza. Esta edición número 13 de la Copa Enactus se celebra en Cancún, Quintana Roo, y es la primera vez que se lleva a cabo Latinoamérica con el apoyo de empresas como Bimbo, KPMG y Televisa. Liliana sabe que la competencia no será fácil, pero reconoce que su proyecto ya ha ganado en Oaxaca: “Muchas veces en los noticieros siempre nos mantienen en una parte de baja educación y alta marginación por la pobreza, entonces nosotros que tenemos la oportunidad de acabar la carrera y de implementar todos nuestros conocimientos a estos proyectos, la satisfacción es enorme”.

 

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