El contenido deportivo en vivo es uno de los pocos salvavidas que les quedan a las cadenas de cable, pero las cosas no pintan tan bien para ESPN como para Netflix.   Por Steve Schaefer En un mundo en el que cada vez más televidentes rescinden su contrato de cable, en el que programas aclamados por la crítica tienen las mismas probabilidades de aparecer en servicios de streaming, en cable o en televisión abierta, ESPN y la programación deportiva en vivo que transmite ha sido una de las últimas posiciones defendibles para los proveedores de contenidos tradicionales. Pero hay grietas en ese escudo. The Walt Disney Company publicó su resultados trimestrales el martes por la noche y el informe fue más tenue en el departamento ESPN. La compañía redujo su pronóstico para el segmento crecimiento de ganancias en cable para 2016 a un aproximado de 5% de un aproximado de 9%, después de un trimestre en el que el ingreso operativo de las cadenas de cable cayó 1.2% respecto al año anterior, a 5,100 millones de dólares (mdd). Eso aún representaba 46% de los ingresos operativos totales de Disney, lo que ilustra la importancia del segmento. En la conferencia telefónica con analistas, el CEO de Disney, Bob Iger, habló de la “modesta pérdida de suscriptores” en ESPN, argumentando que sólo un pequeño porcentaje de esas pérdidas se debió a hogares que botaron sus servicio de cable e hizo hincapié en el valor de la programación de la cadena dado que 96% de la programación deportiva se vio en vivo y es a prueba de grabadores digitales o DVR. Datos de Nielsen citados por el Wall Street Journal en julio calculaban pérdidas de suscriptores para ESPN en el orden de los 3.2 millones de hogares en un poco más de 12 meses. Iger dijo que las cifras reales han sido mucho menores a las reportadas por Nielsen. El analista de Nomura Anthony DiClemente señaló que “los temores relacionados con los ecosistemas de ESPN y cable pueden llegar a ser preocupaciones marginalmente mayores en la mente de los inversionistas, a pesar del poder de la marca ESPN y de lo que creemos que es su capacidad para beneficiarse del nuevo potencial de monetización en línea y directo al consumidor. “Nomura también señala que los ingresos por publicidad de ESPN aumentaron 5% en el trimestre a pesar del rebote provocado luego de la celebración de la Copa del Mundo en el periodo anterior. En una nota, el analista de Citi Jason Bazinet hizo los cálculos y estimó que el cambio de orientación podría reducir las ganancias operativas para 2016 en alrededor de 615 mdd. Bazinet sigue siendo optimista de que la reorientación es una estrategia temporal más que “un cambio de tesis”, pero las acciones de Disney cayeron ayer más de 9%. Esto contrasta con Netflix, que subió 4% antes de abrir operaciones y 2.41% en la sesión para abrirse a un nuevo máximo histórico, de la mano de un pico de 8% logrado el martes. Los críticos han advertido de que la carrera por el contenido original y el impulso para abrir nuevos mercados (el lanzamiento del servicio de streaming en Japón está programado para septiembre) dañará la estructura de costos de la empresa, pero la acción ha desafiado a esas preocupaciones. También a favor de Netflix se encuentra la probabilidad de que cada vez más inversionistas quieran apostar por uno de los mayores ganadores del año en su búsqueda por el rendimiento. En lo que va del año Netflix ha subido más de 150%, el doble que Amazon, el segundo mayor ganador entre las grandes acciones que componen el S&P 500.

 

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