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  Texto publicado originalmente el 12 de mayo de 2013.   Un anarquista radical estadounidense ha hecho hasta lo imposible para concretar su plan de elaborar planos digitales para imprimir un arma de fuego. Y lo ha conseguido. El hito abre un nuevo debate sobre la regulación de armas de fuego en un sitio difícil de controlar: Internet.   Por Andy Greenberg   “Está bien. Uno … dos …” Antes de que llegue el “tres”, un disparo resuena en el paisaje nublado del centro de Texas. Un alto ingeniero rubio, llamado John, acaba jalar un cordón color amarillo de seis metros de largo atado a un gatillo, que ha disparado con éxito por primera vez la primera arma impresa enteramente en 3D del mundo, lanzando una bala calibre .380 contra una pradera. “Fuckin ‘A!”, grita John, quien me ha pedido que no publique su nombre completo. Se apresura a examinar el arma de fuego atornillada a una estructura de aluminio. Sin embargo, el primero en llegar es Cody Wilson, un sujeto de 25 años, baja estatura, mandíbula cuadrada sin afeitar, camisa de polo y gorra de beisbol. John pudo haber apretado el gatillo, pero el arma es idea original de Wilson. Pasó más de un año soñando con su creación, y lo apodó “La Libertadora” en un homenaje a las pistolas baratas de un solo disparo diseñadas para ser lanzadas desde el aire por los aliados sobre Francia durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a diferencia de la Libertadora de acero original, el arma de Wilson está hecha casi enteramente de plástico: 15 de las 16 piezas han sido creadas dentro impresora 3D Stratasys Dimension SST de 8,000 dólares, una máquina de segunda mano que va soltando hilos de polímero fundido que se suman con precisión a objetos sólidos de forma tan fácil como una impresora tradicional vierte tinta en una página. La única pieza que no se imprime es un clavo común de ferretería utilizado como percutor. Wilson se agacha sobre la pistola y saca el cañón, que fue impreso cuatro horas antes, esa misma mañana. A pesar de la explosión que acaba de ocurrir en su interior, tanto en el barril y el cuerpo de la pistola parecen del todo indemnes. Wilson examina su creación durante unos segundos más, luego se pone de pie. “Creo que lo logramos”, dice, un poco incrédulo. En agosto pasado, Wilson, estudiante de derecho en la Universidad de Texas y un libertario y anarquista radical, anunció la creación de un grupo sin ánimo de lucro con sede en Austin llamado Defense Distributed, con la intención de crear un arma que cualquier persona pudiera fabricar utilizando sólo una impresora 3D. Los planos digitales para la llamada Arma Wiki, como Wilson la imaginó, podrían ser subidos a la web y descargados por cualquier persona, en cualquier parte del mundo, superando los intentos de control de armas y difuminando la línea entre la regulación de armas de fuego y la censura de la información. “Puedes imprimir un artefacto letal. Es un poco atemorizante, pero eso es lo que queremos mostrar”, me dijo Wilson en ese momento. “En cualquier lugar donde haya una computadora y una conexión a Internet, habrá la promesa de un arma.” El 1 de mayo, Wilson ensambló por primera vez las piezas en 3D impresos de su Libertadora, y accedió a que un fotógrafo de Forbes tomar fotografías del dispositivo probado. Un día después, el arma fue probada en un campo de tiro privado a una hora de distancia de Austin en auto, cuya ubicación exacta Wilson me pidió no revelar. El veredicto: funcionó. La Libertadora disparó un arma de fuego 0.380 estándar sin registrar daño visible, aunque también erró en otra ocasión cuando el percutor no pudo golpear la tapa de la bala por una mala alineación en el cuerpo del martillo, lo que resultó en un sonido decepcionante. [youtube id=”qbKJYmTJkEU” width=”620″ height=”360″] El arma impresa parece limitada, por ahora, a ciertos calibres de munición. Después del cartucho de pistola, Wilson cambió el cañón de la Libertadora por uno para cartucho de rifle 5.7 × 28. Él y John se retiraron a una distancia segura, y John jaló la cuerda amarilla de nuevo. Esta vez el arma explotó, lanzando por los aires fragmentos de plástico ABS blanco y llevando la primera prueba de campo de la Libertadora a un final abrupto. Actualización: el archivo CAD de Defense Distributed para la Libertadora y su video presentando el arma están ahora en línea. En el viaje de regreso a Austin después de la primera prueba de fuego, Wilson parecía menos que satisfecho con el relativo éxito de su creación impresa en 3D. Se centra en la falla del percutidor y medita sobre el reducido plazo que él mismo se había dado para resolver los pendientes antes de compartir el diseño en Internet. “No siento ninguna sensación de logro”, me dijo. “Hay mucho trabajo por hacer.” Y la prueba más importante para el Arma Wiki estaba aún por llegar, un momento de la verdad que pudo haber surgido en la mente de Wilson después de ver su primer prototipo de estallar en esquirlas de plástico: disparar la Libertadora a mano.   “Lo haremos mejor, tenemos internet” Para el viernes al mediodía, las fotografías de la primera arma impresa en 3D en el mundo publicadas en este sitio desencadenaron una nueva ronda de controversia en una historia que ha metido una de las tendencias tecnológicas más publicitadas en el fuego cruzados de uno de los temas más polémicos en la política estadounidense. Steve Israel, Congresista de Nueva York respondió al trabajo de Defense Distributed renovando su llamado a una renovación de la Ley de Armas de Fuego indetectables, que prohíbe cualquier arma de fuego que no active un detector de metales. “Los puntos de control de seguridad, la verificación de antecedentes y las regulaciones de armas no servirán de nada si los delincuentes pueden imprimir armas de fuego de plástico en casa y pasarlas a través de detectores de metales sin que nadie se entere”, dijo en un comunicado. Actualización: El domingo, la senadora por Nueva York Charles Schumer hizo eco de la llamada de Israel para que la nueva legislación prohíba las armas 3D imprimibles. “Un terrorista, alguien que padezca una enfermedad mental, una persona que abusa de su cónyuge o un delincuente básicamente podría abrir una fábrica de armas en su garaje”, dijo Schumer en una conferencia de prensa Israel y Schumer son los primeros en oponerse en la misión de impresión de armas de Wilson. En agosto pasado, inició la campaña de recaudación de fondos de Defense Distributed en  la plataforma de financiamiento colectivo Indiegogo. En octubre Stratasys, el fabricante de la impresora 3D, incautó una impresora arrendada al grupo después de enterarse del uso que se le estaba dando. Y Wilson dice que le fue negado el acceso a dos talleres después de los arrendatarios descubrieron cuál era su misión. Por ello, Defense Distributed ha tenido que trasladar su taller a una habitación de apenas 3.5 metros cuadrados al sur de Austin, un espacio apenas más grande que la impresora 3D que alberga. Pero ante cada obstáculo, el grupo ha encontrado un nuevo camino. Recaudó fondos de los donantes a través de la moneda digital Bitcoin que, gracias al aumento del valor de la cripto-moneda, representan actualmente el 99% de los activos de Defense Distributed, según Wilson. En marzo, recibieron una licencia federal para la fabricación de armas de fuego, que Wilson ha enmarcado y colgado en la pared del minúsculo taller del grupo. Y se cumplió con la Ley de Armas de Fuego no detectables mediante la inserción de una porción de seis onzas de acero no funcional en el cuerpo de la Libertadora, lo que la hace detectable con un detector de metales —Wilson ha gastado 400 dólares en un dispositivo que está instalado en la puerta del taller para hacer pruebas—. “Nuestra estrategia es el sobrecumplimiento”, dice. (No hay garantía, por supuesto, de que cualquier persona que descarga e imprima la Libertadora inserte también un trozo de acero detectable.) El éxito inicial del grupo en la prueba de la Libertadora ahora puede también silenciar a algunos de sus detractores técnicos. Muchos escépticos (incluidos comentaristas en este blog) han afirmado que ninguna pistola de plástico podría nunca manejar la presión y el calor de la detonación de un cartucho de munición sin deformarse o explotar. Sin embargo, el diseño de Defense Distributed ha hecho precisamente eso. Después de la prueba de lanzamiento que atestigüé, Wilson me mostró un video de un barril de plástico ABS impreso por el grupo adjunto a un cuerpo de pistola convencional disparar diez rondas de balas 0.380 antes de romperse en el undécimo.
Michael Thad Carter for Forbes

Michael Thad Carter para Forbes

Incluso el propio Wilson dice que no está seguro de cómo es eso posible. Pero un truco importante puede ser el paso adicional de tratamiento del cañón de la pistola que hace el grupo: hace pasar el cuerpo impreso en un frasco de acetona vaporizada en cacerola y una estufa de campamento, un proceso que funde químicamente su superficie ligeramente y suaviza la perforación para evitar la fricción. La impresora Dimension utilizada por Defense Distributed también mantiene su cámara de impresión a 75 grados Celsius, un método patentado por Stratasys que aumenta la resistencia de las piezas”. El objetivo de Defense Distributed es también adaptar finalmente su método para trabajar con impresoras más baratas, como la Replicator de 2,200 dólares vendida por Makerbot o incluso la más baratas RepRap, de código abierto. Incluso si el cañón se deforma después del disparo, Defense Distributed ha diseñado la Libertadora para que utilice cañones extraíbles que se pueden intercambiar en segundos. Wilson no ha rehuido de la creciente controversia en torno a su proyecto. La masacre de Sandy Hook, Connecticut, en la que un hombre armado mató a veinte niños y seis adultos, sólo aumentó su sentido de urgencia para evitar la ola prevista de las leyes de control de armas. Mientras el Congreso reflexionó sobre los límites a cargadores de más de diez municiones, Defense Distributed ha creado cargadores imprimibles de 30 cartuchos para rifles AR-15 y AK-47. En marzo, dio a conocer un video en YouTube de un cargador 3D imprimible para rifle AR-15 que puede disparar cientos de balas sin fallar. El cargador es el cuerpo regulado de la pistola. Cualquiera que lo imprima puede eludir las leyes de armas y ordenar el resto de las partes del arma por correo. Muchas de las críticas se han centrado en el propio Wilson, por mucho, la figura más visible de los 15 diseñadores e ingenieros voluntarios de Defense Distributed repartidos por todo el mundo. Ha recibido más de una docena de amenazas de muerte y muchos desean que alguien utilice sus propias armas impresas en 3D para matarlo. La revista Wired incluyó a Wilson en su lista de las 15 personas más peligrosas del mundo. La Coalición para Acabar con la Violencia con Armas lo llamó un “insurrecto radical” que aboga por la violencia contra el gobierno. “Este hombre básicamente dice ‘imprime tus propias armas y alístate para matar a los funcionarios del gobierno'”, dice Ladd Everitt, un portavoz de la coalición. Pero Wilson niega defender ningún tipo de revuelta violenta en Estados Unidos. En cambio, sostiene que su objetivo es demostrar cómo la tecnología puede eludir las leyes hasta que los gobiernos simplemente se vuelven irrelevantes. “Se trata de que las personas puedan crear su propio espacio soberano … el gobierno estará cada vez más al margen, diciendo: ‘¡Hey, espera!'”, dice Wilson. “Se trata de crear un nuevo orden durante el desmoronamiento del viejo orden.” Wilson no niega que el arma podría ser utilizada para el asesinato o la violencia política. “Reconozco que esta herramienta puede ser utilizada para dañar a la gente. Eso es lo que es: un arma. Pero no creo que esa sea una razón para no ponerla al alcance ce cualquiera. Creo que la libertad es al final un interés mayor.” Él prefiere pensar en su Libertadora en los mismos términos que su homónima, la que fue construida para su distribución entre los combatientes de la resistencia en los países ocupados por los nazis en la década de 1940. “Ese plan fue concebido en parte como una operación psicológica dirigida a la reducción de la moral a las fuerzas de ocupación”, dice Wilson, y él cree que su proyecto será un golpe simbólico similar en contra de los gobiernos de todo el mundo. “El enemigo se dio cuenta de que las armas estaban bajando del cielo. Nuestra ejecución será mejor. Tenemos Internet.”   El momento de la verdad Un ardiente sábado por la tarde, Wilson regresa al campo de tiro a distancia en el que probó por primera vez la Libertadora. Ninguno de sus compatriotas de Defense Destributed le acompaña en esta ocasión —John, el ingeniero, se encuentra en la reunión anual de la Asociación Nacional del Rifle, en Houston—. A Wilson lo acompaña su padre, Dennis, un abogado de Little Rock, Arkansas, que ha volado para ser testigo de un momento histórico: su hijo planea disparar un arma completamente impresa en  3D a mano por primera vez. Wilson ha pasado los últimos días algunos retoques al archivo en CAD de la Libertadora y reimprimiendo el cañón, el martillo y el cuerpo para realinear el percutor y resolver el problema de fallo de ignición. Pero se vuelve más callado mientras el momento de la verdad se acerca. Su padre le pregunta a qué distancia está el hospital más cercano: a 45 minutos en coche. Prevemos cómo hacer un torniquete si las cosas van mal. “Ustedes van a hacer que me vuelva loco”, dice Wilson, sonriendo nerviosamente. Todos menos Wilson nos alejamos. Wilson abre el cajón para sacar las piezas recién impresas y las ensambla. A continuación, carga el arma y se coloca tapones en los oídos. Inhala fuertemente, apunta la Libertadora, dispara, y luego exhala, en rápida sucesión. “Excepcional”, dice Dennis Wilson. “Felicidades, hijo.” Visiblemente Wilson se relaja. Estrecha la mano de su padre con las suyas totalmente intactas. Examinamos la pistola y no encontramos signos evidentes de daño que no sea un pin roto utilizado para sostener el cuerpo en su lugar. Por unos momentos, Wilson parece haber perdido las palabras. Su expresión se oculta detrás de sus gafas de sol. Luego dice que la primera cosa que viene a su mente. “Bueno, vamos a hacer algunos cambios aquí.” [youtube id=”k_wfF9pZZlo” width=”620″ height=”360″] Actualización: Al 7 de mayo los planos se habían descargado de Internet unas 100,000 veces.

 

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