Las dificultades de Grecia han puesto sobre la mesa la situación de otros países en problemas en la zona euro. La mayor dificultad no son los niveles de deuda, sino la ausencia de crecimiento, coinciden especialistas.   “Si Grecia cae, los siguientes somos nosotros”, así se titula la columna del economista español José García Domínguez, advirtiendo las dificultades financieras a las que deberá enfrentarse España en caso de que Grecia tome la decisión de salir del eurogrupo. El principal riesgo está en el contagio a la banca europea. El economista señala que cuando quebró Lehman Brothers, en 2008, la suma de los seis mayores bancos estadounidenses apenas alcanzaba 60% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos. Sin embargo, en el caso de la banca europea, Deutsche Bank tiene activos por 80% del PIB alemán, mientras que los cuatro bancos ingleses más grandes tienen un valor equivalente a 400% del PIB de Reino Unido. En Francia, el escenario es similar, con una concentración de activos equivalentes a 300% del PIB en los principales bancos. “La exposición de los bancos franceses a los bonos de España, Portugal e Italia equivale a 30% del PIB de Francia. Si pasara algo con toda esa deuda, si volvieran a dispararse las primas de riesgo, nadie en ningún rincón del continente podría considerarse a salvo”, advierte. Las próximas economías que pueden considerarse focos de alerta son entonces España, Irlanda, Italia, Portugal y Chipre. Esta última, aunque pequeña, está en la mira debido a que ha atravesado dificultades de liquidez para el pago de su deuda. Del grupo, España es el país que tiene la ‘menor’ deuda, con 86% del PIB; en el caso de Irlanda, alcanza 115%, Italia reporta 140%, Chipre 158% y Portugal 133%. “El mayor problema es que el crecimiento es débil. Será difícil lograr el compromiso de pago de la deuda en un entorno de bajo crecimiento, con alto desempleo y medidas de austeridad en marcha. Hablamos de economías que atraviesan un estancamiento sistémico”, destaca Carlos Brown, internacionalista y consultor independiente. Las negociaciones con Grecia han sido agresivas por parte de la Comisión Europea. El presidente del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha dejado claro que hay poco margen para que se repita la situación de Grecia. Incluso, ha señalado que una ‘tercera oportunidad’ para la nación helena tendría condiciones aún más severas que los tramos de rescate otorgados hasta el momento. Por ahora, hay pocas razones para angustiarse, considera José Isaac Velasco Orozco, economista del Banco Ve por Más. “Lo que ha pasado es que algunas variables, como los bonos de países en dificultades, han respondido de una manera mucho menos sensible. Esto tiene que ver también con el hecho de que la situación de Italia no es la misma de hace cuatro años, cuando inició la crisis en la región. Las economías de Italia, España y Portugal se hicieron más sólidas”, dice Velasco Orozco. En opinión de Bill Rhodes, ex director de Citigroup, el desempleo es clave para determinar si la zona euro puede recuperarse, en general, del bache económico sin ver a otras naciones en riesgo de quiebra. Durante la gran depresión, el récord de desempleo se situó en 25%, mientras que ahora el desempleo juvenil alcanza 22.7% en la eurozona. A continuación, una descripción de los países con mayores problemas y sus principales retos. España Deuda con respecto al PIB: 86.26% Crecimiento esperado en 2015: 2.8% Desempleo juvenil: 50% Principal reto económico: desempleo y elecciones. Los españoles enfrentan varios frenos para crecer. Los programas de austeridad orientados a recuperar la estabilidad fiscal han frenado las inversiones y la generación de nuevos puestos de trabajo. Ante la debilidad crónica en la economía, los partidos de izquierda han ganado terreno y han avivado la posibilidad de ver desequilibrios políticos, justo el detonador de los problemas actuales de Grecia. Portugal Deuda con respecto al PIB: 133.34% Crecimiento esperado en 2015: 1.6% Desempleo juvenil: 33% Principal reto: mantener el buen camino Portugal se ha sujetado a todas las condiciones del eurogrupo desde que pidió un rescate por 78,000 millones de euros en 2011. Sin embargo, los portugueses pagan un sobreprecio de 23% en servicios y productos con salarios que no han crecido. “Portugal no es inmune al riesgo de que, caída Grecia, los mercados se fijen en otras economías débiles con mucha deuda pública”, explica Teixeira dos Santos, el ministro de Finanzas que firmó la llegada de la Troika a Portugal. Irlanda Deuda con respecto al PIB: 114.74% Crecimiento esperado en 2015: 3.9% Desempleo juvenil: 20% Mayor reto: las promesas no terminan de materializarse Irlanda lleva varios años prometiendo un despegue económico que no ocurre e incumpliendo los estimados de crecimiento oficiales. Por otro lado, debe resolver problemas en el sector financiero, pues, aunque se prevé que el crecimiento ronde 4%, la inflación hipotecaria aumenta en niveles de 15%. “Después de seis años de austeridad, Irlanda podría estar a punto de revertir la tendencia de recortes al gasto. Con elecciones en 2016, el gobierno podría estar tentado en aumentar la deuda”, advierte Paul Krugman en su blog de The Wall Street Journal. Italia Deuda con respecto al PIB: 140.86% Crecimiento esperado en 2015: 0.5% Desempleo juvenil: 41.5% Mayor reto: reformas y descontento social En diciembre, los principales sindicatos plantearon huelgas contra la reforma laboral emprendida por Matteo Renzi. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea consideraron que se trataba de una buena señal de que los cambios se estaban realizando en la dirección correcta. Sin embargo, el descontento social puede jugar un papel fundamental en un contexto en que los partidos radicales ganan terreno en Europa. Chipre Deuda con respecto al PIB: 158.75% Crecimiento esperado en 2015: 0.5% Desempleo juvenil: 14% Mayor reto: recuperación del sistema financiero En 2013, Chipre se sumó al grupo de países que requirieron rescates por parte de la Unión Europea. En opinión de Guillermo Barba, economista de la Escuela Austriaca, el mayor riesgo de Chipre es que es una economía que, desde el principio, no contaba con los fundamentales necesarios para incluirlo en la comunidad monetaria, por lo que resulta un eslabón débil por naturaleza. El economista explica que los problemas de Chipre no están relacionados con el tamaño de su economía, sino con las repercusiones del deterioro de su sistema financiero.  A este deterioro se suma que, al aceptar ayuda financiera, Chipre se comprometió a reducir su déficit al 2.4% del PIB, una promesa que implica austeridad y bajo crecimiento.

 

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