Un reporte señala que la NSA interceptó mensajes del mandatario con la lista de sus futuros secretarios tras su elección en el 2012 y llamadas telefónicas entre la presidenta Dilma Rousseff y sus principales asesores.   Reuters SAO PAULO – Estados Unidos espió emails y conversaciones telefónicas de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y del mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, según documentos divulgados por un canal brasileño de televisión, en un incidente potencialmente explosivo para las relaciones de Washington con las dos mayores economías de América Latina. Irritado, Brasil dijo que pediría explicaciones a Estados Unidos por la aparente violación de su soberanía. Documentos filtrados por el ex contratista estadounidense Edward Snowden y exhibidos el domingo por la noche por Rede Globo sugieren que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés) llegó a interceptar mensajes de Peña Nieto con la lista de sus futuros ministros tras su elección en el 2012. También espió llamadas telefónicas entre Rousseff y sus principales asesores, dijo una presentación interna de la NSA entregada por Snowden al periodista Glenn Greenwald. “Queda muy claro en estos documentos que ellos ya habían realizado este espionaje”, dijo Greenwald al programa Fantástico de Rede Globo, “porque no están discutiendo esto como una cosa que están planeando, están festejando el éxito del espionaje”. Los nuevos documentos ahondan el malestar en varios países de América Latina tras revelaciones previas de que la NSA había espiado las comunicaciones de sus ciudadanos. Y el impacto podría ser demoledor para la aproximación de Brasil con Estados Unidos, que incluye una visita oficial de Rousseff a Washington en octubre. La situación también es muy incómoda para México, un importante socio comercial y aliado de Estados Unidos. El Gobierno brasileño dijo que exigiría explicaciones a Estados Unidos y podría llevar el caso ante Naciones Unidas. “Si son confirmados los hechos del reportaje, deberán ser considerados gravísimos y caracterizarán una clara violación de la soberanía brasileña”, dijo el ministro de Justicia de Brasil, Eduardo Cardozo, al diario O Globo. “Ante estos hechos vamos a exigir explicaciones al Gobierno estadounidense. Itamaraty (la cancillería brasileña) convocará al embajador de Estados Unidos para que dé explicaciones”, añadió.

 

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