Feliz Día del padre… mamá

En México, por cada 100 hogares dirigidos por hombres hay 34 que tienen a una mujer como jefa de familia, y suelen ser mejores proveedoras.   “Un hombre provee”, es la imagen idealizada que se tiene de los padres de familia, a los cuales se celebra en su día cada tercer domingo de junio en más de 70 países alrededor del mundo. Pero también el número de mujeres que son el sostén de la familia se ha incrementado en las últimas décadas. En Estados Unidos, 40% de los hogares con hijos menores de 18 años tienen a  mujeres como la primera fuente de ingreso. En 1960 eran sólo 11% del total. En México, por cada 100 hogares dirigidos por hombres hay 34 que tienen a una mujer como jefa de familia. Pero quizá lo más relevante es que, aunque perciban menos ingresos que los hombres con un nivel similar de educación, las mujeres son mejores proveedoras para sus familias, según datos del organismo.   La cabeza de familia El incremento en el número de mujeres que son jefas de familia no se debe solamente a más divorcios, madres solteras o por esposos fallecidos. Cada vez más hombres tienen un papel secundario dentro de la estructura familiar. De acuerdo con un estudio del centro de investigaciones sociales PewResearch, 40% de los hogares con hijos menores en Estados Unidos están liderados por la madre. De este universo, 37% son mujeres con ingresos más altos que los de su esposo, mientras que 63% son madres solteras. Aunque no es concluyente al respecto, el estudio de PewResearch considera que la crisis de 2008 pudo haber contribuido a que más mujeres se volvieran el sostén de la familia. En México, cinco millones de personas vivían en una casa con una jefa de familia en 1970. En 2002 esta proporción se multiplicó a 16.5 millones de personas. En 2010, 24.6% de los hogares eran mantenidos por mujeres, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).   Mejores proveedoras Pese a que la brecha entre mujeres y hombres en cuestión de salarios sigue siendo amplia en el país, más hogares liderados por mujeres tienen mejores condiciones que los dirigidos por hombres. De acuerdo con cifras del Inegi y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) de 2012, por cada 100 hogares con jefatura masculina en condiciones de pobreza existen 34 que son dirigidos por una mujer. La brecha de género en ingresos es amplia. Por cada 100 pesos que recibe un hombre en su trabajo, una mujer gana 75 en promedio, señala el Inegi en sus estadísticas a propósito del Día Mundial de la Justicia Social. Además, las mujeres dedican 22.1 horas semanales a labores del hogar contra las 7.8 horas que hacen los varones. Pero a pesar de estas desventajas, las mujeres ofrecen mejores condiciones a sus familias. “Al considerar la disponibilidad de los servicios (agua entubada, energía y drenaje) se aprecia una tendencia: las viviendas donde residen hogares con jefa cuentan en mayor medida con los servicios básicos, en comparación con las viviendas ocupadas por hogares con jefe”, señala el estudio del Inegi y el Instituto Nacional de la Mujer (Inmujeres) “Mujeres y hombres en México 2012”. También las viviendas con una mujer a cargo resultaron con mejor equipamiento que las de hombres jefes. Estos casos se dieron en estufas de gas, medidor de luz, regadera, tinaco y calentador de agua. En cuestión de bienes durables, un mayor porcentaje de hogares con hombres como jefes de familia tenía automóvil o camioneta que las viviendas comandadas por mujeres.   ¿Menos satisfechas? Aunque la tendencia es que más mujeres estén al frente de los hogares, esto puede influir en la satisfacción con sus vidas; al menos eso es lo que ocurre en Estados Unidos. De acuerdo con una encuesta del sitio Working Mother Media, las mujeres jefas de familia que son la principal fuente de ingresos pero que no escogieron asumir este rol, se podrían sentir menos satisfechas con su vida. Sólo 29% de las jefas de familia dijo serlo “por elección”, y del 89% que dijeron estar satisfechas por su condición señalaron que sus esposos les ayudan con el cuidado y la educación de sus hijos.