Conversamos con Cuauhtémoc Medina, una eminencia en el mundo de la curaduría en México y quien estuvo a cargo de la exposición de Francia Alÿs: Relato de una Negociación en el Museo Tamayo, sobre el concepto de arte en nuestros días, el reflejo de los artistas contemporáneos es sus obras, y el inicio de su gran trayectoria.
  Medina, quien hoy en día es el curador en jefe del MUAC, tiene una larga trayectoria en el mundo de las artes, como crítico, curador e historiador, ha realizado grandes trabajos de investigación sobre el tema nacional e internacionalmente y ha estado a la cabeza de importantes exposiciones en el país. El experto conversó con Forbes Life sobre su visión del arte contemporáneo y su incursión en el mismo. Cuauhtémoc cuenta que realmente si inicio en esta ocupación se dio casi sin darse cuenta. A principios de sus veintes, y después de haber ocupado el puesto de jefe de prensa en la UNAM durante el movimiento estudiantil de finales de los 80, se incorporó al equipo del Museo Carrillo Gil en donde inició su larga trayectoria. “Encontraba muy insatisfactoria la pintura de los años 80 en México. Me resultaba inexplicable por qué partía de bases históricas que a mi me parecían caducas y esto coincidió con una propuesta artística nueva que estaba tomando bases distintas y con la cual enganché”, explica sobre su interés en el arte contemporáneo. Esta corriente, sin embargo, suele ser incomprendida por el público, sin embargo, el experto explica que no se debe de ver como el resto de las corrientes, sino a través de su propia personalidad. “El campo del arte contemporáneo es muy complejo y si uno se dedica a investigar históricamente no tiene nada que ver lo que significaba arte en 1400 y en 1800. Es un campo de prácticas que acompañan la investigación, la crítica y la experiencia de la sociedad contemporánea donde toman refugio una serie de posibilidades que han sido expulsadas de otros lados,” comenta. De esta forma, el arte contemporáneo es aquel espacio en donde el pensamiento, las propuestas y las ideas que no encuentran un espacio se reúnen ocupando así el sitio de las bellas artes hoy en día. Una oportunidad de expresar y de darse a escuchar lo que en otro ámbito no sería recibido. “Posibilidades artísticas como el cine de los 60, todo el pensamiento social radical que ha sido eliminado de la agenda del gobierno y la ciudadanía, todo lo que implica el cuestionamiento de cómo vivimos en las urbes… Esto ha tomado refugio en el lugar donde antes tomaba el espacio las artes visuales”, enfatiza el curador quien considera que la sensación de ser contemporáneos hoy en día, a pesar de la distancia y de estar en lugares distintos tanto geográfica como económicamente, es algo que no se vivía en la sociedad moderna y que ahora es una realidad. “Es muy evidente que hay un crecimiento en el público interesado en el arte contemporáneo en México, pero también de las instituciones y de los capitales. La cultura contemporánea se ha estado venciendo en este lugar como en otros lugares del mundo”, explica y recomienda que ante el arte contemporáneo como a cualquier otro campo cultural es algo a donde una persona se tiene que acercar desde la posición de tratar de encontrar cómo engancha o no con él y no estar predispuesto a que alguien le indique cómo debe verlo o sentirlo, sino encontrarlo desde su realidad.  
 

 

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