Nos adentramos en la historia de una leyenda dentro de la industria de la perfumería mundial, Guerlain, de la mano de su directora artística, Sylvaine Delacourte. La casa, fundada en París hace 188 años, se actualiza con nuevos best sellers como Les Exclusifs, que se vende sólo en México para toda Latinoamérica. Por: Álvaro Retana
Proust creía que “la mejor parte de nuestra memoria está fuera de nosotros, en una brisa húmeda de lluvia, en el olor cerrado de un cuarto o en el perfume de una primera llamarada”. Sylvaine Delacourte, directora creativa de Guerlain, opina lo mismo. Su labor va mucho más allá de lo que en la industria se entiende como propio de su cargo directivo: “Soy la directora artística, el nariz es Thierry Wasser, quien ocupa el cargo desde 2008, pero también soy mucho más: soy relaciones públicas, profesora —imparte clases en la escuela que la maison ha creado en París— y soy hasta psiconalista”, bromea. Aunque no le falta razón. Delacourte está al frente del departamento de fragancias bespoke: perfumes personalizados que se realizan en la sede de esta casa histórica, creada en 1828, con un precio no apto para todos los bolsillos: desde 40,000 euros (más de 812,000 pesos). “Es un servicio muy exclusivo que he desarrollado con mi conocimiento. Es casi un psicoanálisis: recibo al cliente y le hago viajar en su interior para tratar de localizar un aroma positivo dentro de su conciencia. La gente habla mucho de sí misma y, aunque a mí no me interesa su vida privada, me ayuda a realizar un perfume a medida. Se trata de un perfume que se puede legar a las nuevas generaciones, es algo muy lujoso y un orgullo para mí. Es la cima del lujo”, afirma.
Les Eaux Rituels de Guerlain

Les Eaux Rituels de Guerlain

Tras la entrevista inicial en la intimidad del número 62 de los Campos Elíseos, Sylvaine traslada sus notas, basadas en las confesiones, los sueños y los más íntimos deseos de sus clientes (“gente rica y educada que conoce muy bien el universo Guerlain”) a Thierry Wasser y el nariz elabora un perfume tan único como el ADN del cliente. Seis meses después de la primera cita, la casa hace entrega de un frasco de Baccarat, cuadrado y de aristas redondeadas, de 500 ml, acompañados de tres frascos de idéntica forma y un contenido de 30 ml, además de otros 20 envases iguales, de 60 ml. Es decir, dos litros de eau de parfum, el equivalente al consumo de cinco años. Aunque es un servicio relativamente reciente, creado a instancias de Sylvaine en 2006, la casa lo ha venido realizando desde sus orígenes. “Es una maison con mucha historia que ha creado fragancias a medida para personajes como la emperatriz Eugenia de Montijo, el rey de España y el rey de Marruecos. He continuado con esa tradición”, explica.
Sylvaine Delacourte

Sylvaine Delacourte

PERFUMISTA DE REYES Durante cinco generaciones, la casa perteneció a los descendientes de su fundador, Pierre François Pascal Guerlain, quien la fundó en 1828, creando más de 300 fragancias e innumerables productos de maquillaje y cosmética. El perfumista conquistó a la esposa de Napoleón III con su Eau de Cologne Imperial, a partir de ahí empezó a cobrar fama mundial y le hizo perfumes a la reina Victoria de Inglaterra y a la emperatriz austriaca Sissi. En 1994 fue adquirida por el conglomerado de lujo LVMH (Louis Vuitton Moët Hennesy). Sylvaine destaca que frente a la imagen vintage que algunos pueden tener de la marca, Guerlain se ha caracterizado desde el primer momento en “la audacia, la creatividad y la emoción”. En efecto, fueron los primeros en crear fragancias personalizadas, en adelantarse a los aromas orientales, con perfumes como Shalimar o Samsara; los primeros en tener una línea de cuidado de la piel basada en la investigación científica, en comercializar el kohl — antecesor de los actuales delineadores de ojos— y el primer lipstick que venía en barra; y han sido pioneros en una tendencia a la que, después, se han sumado otras casas (como Chanel), una colección de fragancias exclusivas bautizadas, precisamente, así: Les Exclusifs, de los que ella fue inventora, y que se han convertido en uno de los best-selles de la casa, especialmente en México, donde se comercializan en su boutique de El Palacio de Hierro Polanco.
"Somos la memoria olfativa de Francia" Sylvaine Delacourte

“Somos la memoria olfativa de Francia” Sylvaine Delacourte

“La clave del éxito de Les Exclusifs ha sido la libertad. Hemos trabajado sin hacer pruebas y con total autonomía desde sus comienzos. Ann Caroline Prazan (directora de Marketing) me dijo: ‘Haz algo diferente’. Ese fue el briefing. El resultado es esta colección de fragancias, que se ha convertido en un icono”, recuerda. La apuesta de venderlos en exclusiva en El Palacio de Hierro Polanco es estratégica. “Es la primera vez que lanzamos Les Exclusifs en Latinoamérica y México es el país con más potencial”, afirma. Se trata también, apunta, de un mercado complejo donde durante años se ha producido una situación única en el mundo: su mayor éxito de ventas no ha sido un aroma femenino, sino masculino. “Vetiver (perfume para hombre creado en 1956) es una fragancia icónica en México, durante mucho tiempo ha sido nuestro mayor best-seller. ¡Pero ahora le toca el turno a las mujeres!”, advierte. Aunque en 2005 creó su propia fragancia, Cuir Beluga, mano a mano con Olivier Polge, si tuviese que elegir una obra maestra entre el patrimonio de la maison —800 perfumes y fragancias clásicas—, Sylvaine elegiría L’Heure Bleue, creado hace más de un siglo, en 1912.
“Una obra maestra”, señala. Lo cierto es que es una casa con un acervo olfativo legendario: Eau de Cologne Impériale (1853), Jicky (1889), Mitsouko (1919), Shalimar (1925), Samsara (1989), L’Instant (2003) o La Petite Robe Noire (2012), junto a clásicos de la cosmética, como Terracotta (1984) o Météorites (1987), ayudan a cimentar la fama de un pilar de la industria de la belleza no sólo en Francia sino a nivel mundial. “Es muy difícil contentar a todos los mercados”, concluye Sylvaine. “Shalimar es un éxito en Estados Unidos y Francia, pero no en todas partes. Y La Petite Robe Noire es un número uno el mundo, excepto en Oriente Medio. Si llegamos a todo el mundo, perfecto; pero primero queremos ser franceses”. De hecho, si tuviese que resumir la filosofía de Guerlain lo haría con una frase lapidaria: “Somos la memoria olfativa de Francia.”
Guerlain en París

Guerlain en París

SINFONÍA AROMÁTICA Como directora creativa, Sylvaine tiene siempre la última palabra en cuanto a la definición y la creación de una nueva fragancia. Pero, a veces, también tiene la primera: “Lo importante es tener la idea perfecta. A veces, te puede venir en mitad de la noche. La idea puede venir de un coctel, de un perfume clásico de la casa que quiero actualizar, de un viaje, de una exposición, de un recuerdo de mi infancia o estar inspirada en una persona. Cuando has ‘atrapado’ la idea, se crea la armonía. La armonía puede estar compuesta de tres o diez aromas distintos, a los que llamamos acordes. Estos acordes componen el esqueleto del perfume. Después, vistes este esqueleto con nuevas notas o acordes hasta convertirlo en una sinfonía. La composición final es el perfume terminado”. El proceso tarda aproximadamente dos años, desde que comienza con las primeras armonías hasta la sinfonía final. Pero no es así en el caso de todos los perfumes. La colección Les Exclusifs, por ejemplo, es algo orgánico dentro de la maison que ha venido creciendo en los últimos años y que cada cierto tiempo acoge nuevas incorporaciones.

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