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Valerie Méssika, la mujer que revolucionó la alta joyería
Esta creadora ha revolucionado el universo de la alta joyería con sus piezas irreverentes y un lema: “diamantes para cada día”.
¿Qué te hace feliz?
Mi idea de la felicidad perfecta es el equilibrio entre la familia y el trabajo.
Un secreto que nadie sepa de ti:
Soy una gran aficionada a la Nutella, ¡pero no se lo digas a nadie!
Uno de tus mayores éxitos y uno de tus mayores fracasos:
Mi gran éxito fue abrir el nuevo atelier de alta joyería en el corazón de París el año pasado con motivo del décimo aniversario de la marca. Se trata de un espacio en el que trabajan diez artesanos donde la inspiración toma forma y cada pieza es una obra de arte. También el libro que acabamos de lanzar en colaboración con Assouline. ¿Algo que lamento? No vivir más cerca de la oficina para poder almorzar en casa y estar así más tiempo con mis dos hijas.
Un proyecto que desees realizar:
Mi último sueño es crear un reloj de diamantes de Messika.
¿A quién admiras?
A mi abuela. Ella ha sido un ejemplo para mí. Era una mujer muy fuerte que siembre me ha guiado, tanto a nivel profesional como personal.
Resume tu filosofía vital en una frase:
“Diamantes para cada día”. Mis piezas no están hechas para estar guardadas en una caja fuerte. Si algo aconsejo a todas las mujeres es llevar sus joyas en su vida diaria y disfrutarlas lo máximo posible.
¿Cómo es la joya perfecta?
Una mezcla entre una pieza atemporal y contemporánea, pero siempre con un toque de modernidad y audacia. Mis joyas se pueden llevar con un vestido de noche, pero también con unos jeans.
¿Cuál es tu posesión más preciada?
El anillo con un diamante en forma de lágrima que mi abuela me regaló en mi 18 cumpleaños.
Tu mayor orgullo:
El nacimiento de mis dos hijas. Además, mi segunda hija nació el mismo día que inauguramos nuestra flagship store en la rue Saint-Honoré, en París. A las dos las he llamado con el nombre de dos de mis colecciones: Noa y Romane.
¿Qué es lujo para ti?
Estilo, belleza y delicadeza.
