En menos de un año, The Peninsula Paris se ha convertido en uno de los hoteles más lujosos no sólo de Europa, sino de todo el mundo. Su remodelación esconde mil secretos que nadie sabía… hasta ahora. He aquí algunos de ellos.
  • Se necesitaron dos años para construir el hotel original (1906-1908), pero cuatro años para restaurar el edificio (2010-2014). Un total de 3,000 trabajadores de 40 nacionalidades trabajó en el inmueble.
  • La escalera ornamental fue creada por Schwartz y Meurer, quienes construyeron la Torre Eiffel, mientras que las terrazas de L’Oiseau Blanc en la azotea fueron realizadas por Fonderie GHM, responsable de estilo Art Nouveau de las entradas del metro de París.
  • La reconstrucción fue una obra de ingeniería: toda la estructura que sustenta el edificio tuvo que ser reconstruida en metal. El acero empleado pesó el equivalente a cinco trenes franceses de alta velocidad.
  • 30,000 toneladas de concreto se vertieron, el equivalente a tres veces el peso de la Torre Eiffel.
Histoire - Exterieur
  • El gurú de la publicidad David Ogilvy (1911-1999) llegó a París en 1931 tras ser expulsado de la Universidad de Oxford y allí trabajó durante un año como aprendiz en el hotel Majestic (hoy Peninsula), a las órdenes del chef Monsieur Pitard.
  • La tecnología dentro de las habitaciones es revolucionaria. Está disponible en 11 idiomas y para su instalación se necesitó cablear el interior de las paredes con 2.5 kilómetros de cable, 10 veces más que una habitación normal.
  • Fue el primer hotel en ofrecer baño privado en sus habitaciones, con 350 cuartos de baño para sus 400 habitaciones. Hoy en día, tiene sólo 200 habitaciones… cada una con su propio baño.
  • 1,000 fragmentos de madera extraídos, restaurados, cepillados a mano y reemplazados. el tejado de pizarra también se ha modelado a mano y Todo ha sido supervisado por artesanos.
  • En 1936, el hotel fue vendido al gobierno francés y se convirtió en la Sede de la Unesco desde 1946 hasta 1958.
  • La instalación del lobby Hojas del baile consta de 800 cristales individuales soplados a mano por el atelier Lasvit en la República Checa. Su diseño reproduce las hojas de los árboles que bordean la avenida Kléber. Cada hoja pesa un kilo, aproximadamente. La instalación precisó un equipo de cinco hombres y tomó tres años a partir de su concepción hasta su instalación (realizada en dos semanas).
Dancing Leaves - LASVIT

 

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